Capítulo 3 Tormenta de sentimientos

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Siento una mano tomar la mía, abro los ojos estaba en un bosque veo la melena rosa de Lara mientras reía y corría haciéndome ir con ella, el tacto de su piel me hacía feliz, frenó en seco y se paró frente a mi mirándome con sus bellos ojos que desde el primer momento me tenían hipnotizado

- ¿Qué pasa Raz, tengo algo en la cara que tanto me miras?

Murmuro la chica mientras se acercaba un poco más a mi haciendo que mis mejillas se tornaran carmesí y mi pulso se acelerara, trague saliva, de mi boca no salían palabras solamente me acerque a ella hasta rozar nuestros labios, un estruendoso ruido se escucha al pegar nuestras bocas, me despierto por el despertador tomo este y lo tiro lejos, suspiro frustrado

- Pensé que era real, sentí sus suaves labios

Pensaba mientras maldecía por lo bajo al despertador, nuevamente inhalé aire y lo solté mientras me impulsaba hacia adelante y me levantaba, caminé hacia la cocina recordando que allí me la había encontrado por primera vez, mire hacia todos lados un vacío se apoderaba del lugar esta vez no había nadie busque en el refrigerador algo para comer, tome rápidamente un sándwich y lo comí, salí hacia la casa de Gara lentamente al llegar toque la puerta, abrió rápidamente y me invito a pasar, su hogar era bastante tétrico tenia cuadros que parecían ser de su familia, camine hasta su patio de entrenamiento estaba repleto de muñecos de prueba, armas blancas y dianas, me pare en el medio y dirigí mi mirada hacia ella, estaba listo para que me de otra golpiza

- Hoy practicaras tu puntería, harás que tu alma lance algún instrumento filoso hacia una diana, si llega a fallar te enfrentaras a mi nueva pupila durante tres minutos

Al escucharla asentí y espere que colocase su diana, entre en mi modo de combate concentrándome en generar una daga con la energía de mi alma, al conseguirlo sonreí y con la mirada mire a la diana instantes después el arma blanca rozo uno de los lados de la diana e impactó contra la pared, negué con la cabeza y volví a mirar a Gara con una mirada de frustración, se rio por un segundo y al caminar un paso hacia un costado dejo ver a su pupila que no era nada más ni nada menos que Lara, me quede sorprendido al ver que ella era la aprendiz

- Muy bien Raz, ustedes ya se conocen así que vamos directo al grano, hora de que se enfrenten ustedes cara a cara

Lara asintió y sin pensarlo saco su alma rosa haciendo que su pelo levitase un poco y se camuflase con su aura, mi cuerpo no se movía mi cerebro no quería atacarla, estaba enamorado de ella no podría hacerle daño alguno, la vi arremeter hacia mi

- Lo siento

Murmuro en mi oído con su voz dulce para luego asestarme un golpe en el estómago, no era como los de Gara, pero aun así había dolido, intente recuperarme, pero su aura ataco tomando con lazos mis extremidades y con un puño gigante generado por el mismo aura dándome un golpetazo y mandándome a volar contra la pared dejando agrietada esta, escupí y me levante mirándola, no podía defenderme, no de ella, volvio a acercarse a mi mientras me asestaba golpe tras golpe, tenía segundos de reacción pero mi cuerpo no quería reaccionar

- ¡Golpea de una maldita vez, deja de pensar que soy yo y empieza a atacar, no es justo que te de una golpiza sabiendo que puedes contraatacar maldición!

Grito Lara con tristeza y enojo a la vez, mi cuerpo se congelo, suspiré y cerré los ojos, ella tenía razón debía saber controlar mis sentimientos, pero me era inútil, al abrirlos arremetí hacia ella, pero al intentar darle un golpe me detuve

- No puedo, sencillamente no puedo golpearte Lara

Su mirada se veía cada vez más enojada

- Entonces deberé enseñarte a que lo hagas

Dijo enrabietada apretó con fuerzas sus puños y me dio una golpiza por varios segundos dejándome en el suelo y con sangre en los pómulos puso su pie en mi cabeza y empezó a pisar mi cabeza, mi cuerpo finalmente reacciono tomando su pie y lanzándola lejos, mi orgullo había tomado fuerzas para combatir contra ella pero gracias a eso mi alma se tornó una pizca marrón, la rabia junto al orgullo había ganado mi alma, cada vez se tornaba más negra y marrón dejando un cuarto de ella de un color muy oscuro, era un conjunto de varias cualidades negativas de las almas, genere un puño negro que cubría mi mano y arremetí hacia ella dándole un golpe en la cara y dejándola estampada contra la pared, al intentar acercarme Gara se puso en medio y finalizo la pelea, estaba fuera de control pero al escuchar a la maestra volví en sí y mire a Gara por un segundo y luego corrí hacia Lara

- L-Lara lo siento no era mi intención

Me arrodillé frente a ella y la vi mientras la menor se reía difícilmente

- No pasa nada Raz conseguí que superaras los sentimientos, estoy feliz por ti

Dijo antes de cerrar los ojos y dormirse profundamente, mire a la maestra y sonrió, me hizo llevar a la muchacha hasta la cama de ella, camine a mi casa y me pare en un pequeño bar, pedí una cerveza y empecé a pensar sobre mi alma, me daba miedo pensar que pudiese transformarse en un alma mala, lo que no sabía es que cada vez mi alma se consumía mas y esta vez era por ese mismo miedo que le ganaba a cualquier otro sentimiento que sentía por dentro, termine la bebida y volví a mi casa, cene en silencio y fui a mi cama intentando descansar pero todo lo que sentía no me dejaba dormir, escuche la puerta de casa y al ir a abrirla vi a Lara sonriendo, la invite a pasar pero se negó y subió hasta mi techo la seguí para luego sentarme a su lado

- La noche es bonita, oscura pero las estrellas hacen que, aunque haya oscuridad todo brille, es como cualquier persona, aunque la oscuridad le gane siempre habrá un fragmento de luz que puede hacer que todo cambie

Dijo Lara felizmente mientras balanceaba sus pies, sonreí al escucharla y una calma abundo en mi ser, la miré fijamente estaba hipnotizada con el cielo, no dejaba de mirarlo, empecé a mirarlo yo también cada detalle de él, cada estrella brillaba con distinta intensidad y la luna yacía en un hueco perfecto con su perfecta forma circular

- Vine a ver como estabas Raz, no tengas miedo de tu alma, al final, tú eliges si ser bueno o malo

Susurro Lara para luego darme un beso en la mejilla reír levemente y bajarse del techo, vi cómo se iba mientras que ese beso me había dejado inmóvil, al cabo de unos segundos reaccioné y entre nuevamente a casa, tirándome felizmente en la cama y durmiéndome en cuestión de segundos.

The soulWhere stories live. Discover now