Kheira se despertó sintiéndo unas voces que parecían venir de la sala de estar. Se vistió con lo más simple que tenía en el armario. Una camiseta verde, unos tejanos azules y unos botines marrón claro. Bajó las escaleras y se encontró con Brian, Roger, Freddie, John, su madre y su padre.
- Papá - dijo ella corriendo hasta él para poder abrazarlo - Hola hija... madre mía... has crecido mucho - le contestó él - antes que nada quiero decir que te apoyaré en todo y que me quedaré aquí para siempre - No es por nada... pero creo que ya es hora de que Kheira y Roger se vayan al orfanato - comentó la madre - ¿Roger? - preguntaron todos a la vez - Sí. Yo iré con ella - contestó Roger
Roger y Kheira se fueron de la casa dejando a todos allí.
- Me he quedado de piedra - dijo John aún en un estado de shock - Nunca imaginé que Roger podría llegar a cambiar... ya sabéis... el es un mujeriego - añadió Freddie - Sí, está raro... - comentó Brian - Creo que a Roger le gusta Kheira. Se puede ver a simple vista - sigue John - Pero después de todo lo que le ha pasado... - siguió Brian - Brian, en todo este tiempo puedo ver que cuando esos dos están juntos sus emociones fluyen incontrolables. Se necesitan. ¿No te has fijado que Kheira se siente muy segura cuando está con Roger? - explicaba Freddie a Brian que asentía con la cabeza - ¿Y no te has dado cuenta que cuando están juntos Roger es una persona totalmente diferente a lo que acostumbra a ser normalmente? - Debemos ayudarles - concluyó John - Está bien, yo me encargaré de Roger y vosotros de mi hermana. Rezemos que todo sea así - finalizó Brian
Roger y Kheira ya se encontraban en el orfanato con la que anteriormente había sido la cuidadora de Kheira.
- Bienvenida Kheira - dijo la mujer - no se queden ahí. Pasen. Ellos te esperan en esa sala... - Suerte..., ya verás como todo irá bien. Si me necesitas ya sabes, estoy aquí sentado - dijo Roger dándole un beso a Kheira en las mejillas
Kheira se dirigió a la sala donde se encontraban sus padres biológicos. Suspiró y entró. Un hombre estaba ahí sentado. Cuando la vio una sonrisa se produjo en ese hombre...
- Hola... Karen... soy yo tu padre - dijo él intentando acercarse a ella - Mira no quiero que esto sea difícil pero no me llamo Karen. Solo he venido a saber quién eras. No quiero nada más - contestó ella - espera... tú, te he visto en alguna parte... - Yo quiero ser tu padre - siguió él - Mira, tengo una familia que me quiere y que ha estado a mi lado en todos los momentos. Lo siento pero no quiero verte más - dijo ella saliendo de la sala dando un portazo
Roger al ver que la chica salía un tanto cabreada de la sala, corrió hacia ella y la abrazó. Sin decir ninguna palabra, los dos se fueron de allí. En vez de irse a casa de Kheira se fueron a la casa del rubio. Cuando entraron Roger se fijó en la cara de la chica que parecía que la habían destrozado. Sin previo aviso, la sentó en el sofá, apoyada en él.
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- ¿Sabes? Me gusta mucho estar así... solo contigo - confesó él - A mí también me gusta... Roger... ¿puedo preguntarte algo? - dice ella - Ya la has hecho - contestó él riendo a lo que ella respondió rodando sus ojos molesta - claro que sí - ¿Por qué te importo tanto? No soy nada ni nadie... - dice ella triste - Sabes perfectamente que eso no es verdad - le dice él - Pero... - intenta replicar ella - Nada de peros. Eres importante para mí y no hay nada más que hablar. - Es que... siento que no pertenezco a este "mundo" o algo así. No lo sé... solo no me siento bien aquí... - dice ella - Si no pertenecieras a este mundo, yo no se como existiría. Te necesito aquí conmigo. Además, se me acaba de ocurrir una idea genial. Ya verás como muy pronto estarás genial - dice él besando la mejilla de la joven - descansa un poco
La chica acabó durmiendose en los brazos de Roger. Cuando se hizo tarde, este la llevó a su casa en brazos. Al llegar a la casa la dejó tumbada en el sofá.
- Hola Roger. ¿Qué le ha pasado a mi hija? - preguntó el padre - No ha ido muy bien la reunión si le soy sincero - respondió él - ella estaba muy triste y enfadada... estuvimos un buen rato hablando, me dijo que no se sentía bien en este mundo y cosas así - Oh dios mío... nunca pensé que diría algo así - dijo el padre - No se preocupe porque tengo una sorpresa para ella. A ella le gusta la música... así que los chicos y yo hemos pensado en que en nuestro próximo concierto, el de mañana, que salga y que cante algo que ella quiera... será genial - explicó Roger - Roger, hazme un favor. Llévala a su habitación, estará mejor. Gracias por todo - dijo el padre - Claro - contestó Roger
Roger volvió a coger a Kheira en brazos y la llevó hasta su habitación. La dejó en la cama... él se quedó un buen rato mirándola. Se acercó a ella y dejó un tierno beso en sus labios y susurró: ojalá puedieras amarme de la misma forma como yo te amo a ti... Te quiero Diciendo esas palabras salió de la habitación y se fue a su casa. Una vez allí decidió llamar a Brian. Él estaba preocupado por que no sabía cómo gestionar sus nuevos sentimientos y prefería que su mejor amigo le pudiera dar algunos consejos.
- Hey tío, ¿Qué te ocurre? Parecías muy preocupado - cuestionó Brian - A ver... como lo explico... Es que... me me... gusta... - intentó explicar Roger - Te gusta mi hermana - aclaró Brian - ¿Cómo lo has sabido? - preguntó Roger un poco confuso - Hace días que te estamos observando y créeme que no es muy difícil ver que te gusta mi hermana - respondió Brian - Pero es que no sé que hacer. Ya sabes cómo he sido yo durante todo este tiempo... Si se lo digo nunca me creerá y... - Roger, conozco a mi hermana y se que tú también le gustas. Ella no te lo va a reconocer hasta que no se lo digas tú. Ya sabes... ella es muy insegura desde lo de Estados Unidos - interrumpió Brian - Esta bien... mañana se lo diré de una vez por todas - afirmó Roger - Por cierto, al final mañana no habrá concierto. El bar está en reformas. De todos modos íbamos a recoger a Freddie - explicó Brian - Y yo que tenía la esperanza de animar a Kheira subiéndola al escenario con nosotros... - refunfuñó Roger - Bueno... míralo de esta forma. Al menos podrás decirle lo que sientes sin que nadie te moleste... y sabes a lo que me refiero - sugirió Brian - Buena idea... Gracias Brian. Nunca me imaginé que esto pudiera ocurrir a mí... ya sabes - dijo Roger riéndose - Yo tampoco - respondió Brian - Espero que todo salga totalmente bien - se preocupó Roger - Ya verás como todo saldrá bien. No te preocupes por nada - contestó Brian apoyando a su mejor amigo - Ahora es mejor que descanses si quieres tener las fuerzas suficientes para mañana
Brian se despidió y dejó a Roger, en su casa quien ahora se encontraba en su cama tumbado y pensativo.
A ver... ¿Cómo se lo digo? No quiero que se lo tome como que ella es la siguiente ni nada parecido... ¿Y si le digo...? No, es demasiado directo, no me gusta. ¿Y si le digo...? No por dios, esto es demasiado cursi. Ni siquiera me entiendo. ¿¡Por qué es tan difícil!? Nunca he dudado en decirle cosas a una chica... Ojalá todo pudiera ser un poco másfácil. No quiero que ella lo entienda como quequiero que sea una más... Kheira... si pudieras oírme en este momento te diría que pase lo que pase siempre estaré a tu lado sin que importe la opinión de los demás.
Con esas palabras Roger, al fin se pudo dormir, pensando en la única mujer que de verdad le había robado el corazón y sus miles de pensamientos. La única a la que realmente su gran corazón corresponde. Nunca pensó que aquella chica de ojos marrones, pelo liso y castaño que conoció un día que fue a casa de su mejor amigo, llegara a volverlo tan loco por ella. La única que ha conseguido volver a traer de vuelta al verdadero Roger Taylor.
