Me quede un rato sumergida en pensamientos, ¿Casarme con mi secuestrador?, no, ni loca haría eso, aunque fuera la última opción para salir de aquí, bueno se consideraria lo del sexo para tener mejor trato, pero hay un minúsculo problema, soy... Como decirlo, virgen.
-¿tu que harías? - me pregunto sophie.
-¿hacer de que? - pregunte confundida ya que no estaba prestando atención a la conversación.
-Si tendrias que escojer algunas de las opciones, ¿ cuál escogería?
- Me iría por el sexo - conteste algo tímida.
- yo he llegado a un trato con alguno de ellos - hablo jelly
- Oh es cierto--afirmó ivanna
- Nos casaremos, el me ayudo aceptando ser mi esposo y yo le pago con sexo.
- ¿ por que tendrías que casarte? - pregunte ya que no entendía mucho.
- Te hemos dicho que buscan a un buen postor para ti, es como una sociedad de trueques, te dan a cambio de dinero, te venden. El mono es quien se encarga de eso, habían conseguido a un buen pastor para jelly pero yael la a ayudado con eso, ahora se casarán. - contestó sophie por la castaña.
- No es tan malo en el sexo - dijo restándole importacia.
La puerta se abrió de golpe dejando ver a Nathan y otro tres chicos apuestos, un castaño oscuro con ojos chocolates oscuros, muy lindo. A su lado se encontraba un chico, este parecía un poco más joven que los demás, su cabello era negro y tenía una intensa miranda café, y despues estaban Nathan y Mauricio. Los cuatro vestían de trajes, entraron a la habitación e hicieron que nos colocarnos de pie, las cuatro sin reprochar hicimos caso y nos levantamos, cada chico se de una de nosotras, Nathan se encargo de mi. Nos ataron las manos a la espalda y nos sacaron de ahí, caminamos un poco y pude apreciar la mansión en donde nos encontramos, era muy bella con unos gustos muy lindos y cosas demasiado caras a simple vista.
Llegamos a un comedor que tenía diez lugares, dos de ellos ya se encontraban ocupados, uno por un señor a simple vista apuesto, con barba en su rostro del mismo color azabache que su cabello, y sus marcados bíceps que dejaba apreciar su traje. El otro era ocupado por una señora rubia, muy guapa por cierto, maquillada y con un porte perfecto, No se molestaron en saludar o hacer un gesto de amabilidad, creo que los chicos trabajan para esta tenebrosa pareja.
No había estado en una cena tan más incomoda en mi vida, los platillos se sirvieron a tiempo y con mucha delicadeza, nadie mencionó palabras, todo estaba tan callado, ni los cubiertos cortando la carne hacia ruido, se podían escuchar las respiraciónes de cada persona aquí. Al terminar la cena a las chicas y ami nos volvieron a llevar a la habitación en la que estábamos hace una hora.
-¿has checado tu vestido de novia? - pregunte
-No, en realidad estoy dudando si me casare con uno.
- pero puedes pedírselo a tu ¿prometido?
- Creo que entre menos cosas le pida estaremos mejor.
- Yo creo que debes pedir algo decente.
Las puertas se abrieron de golpe dejando ver a Nathan, este entró y me tomó del brazo, las chicas no dijeron nada solo observaron la escena, este ato de nuevo mi manos a mi espalda y me llevo fuera de la habitación y me condujo por un gran pasillo hasta una oficina, entramos en esta y el apuesto señor de la cena se encontraba detrás de aquel escritorio, con una sonrisa en su rostro.
-A delante señorita De León - dijo el señor - usted luce bella hoy.
- Muchas gracias
No pude evitar notar que los labios de Nathan salía un gruñido, aunque no fui la única que lo noto en la habitación.
-¿ocurre algo Nathan? - preguntó el señor frente a mi.
Nathan dibujo una sonrisa traviesas en sus labios.
- me causa gracia ver que ella tema de ti- respondió.
-Usted señorita ¿teme de mi?
- En estos momentos a usted le tengo respeto, aun no ha causado algo que se gane mi temor, ha sido un hombre respetuoso y de pocas palabras, no quita que posiblemente este detras de todo esto.
-Miente - habló Nathan - conmigo es grosera y aunque hubiese dicho tal alago me hubiese respondido de una manera nada apropiada.
El hombre me miro a mi y en vez de reprenderme, a como pensé que lo haría, me sonrió.
-Así que tu eres de las que nose dejan, me has cautivado muchacita
- Muchas gracias señor- hice un leve asentimiento con mi cabeza.
Nathan tosio falsamente llamando la atención no solo de mi, sino también del "El Mono", quien deduje que era.
-Tengo algo que tratar con el, te acompañare con las demás chicas.
El Mono no protesto y me llevaron de nuevo a la habitación donde se encontraban las chicas.
-¿te han presentado ante el? Pregunto jelly en cuanto llegue y Nathan me soltó.
- si fue algo extraño, pero mucho mejor de lo que espere.
Después de debatir cosas, como la próxima boda, se me ocurrió una alocada idea. Me levante de mi asiento y camine a la puerta.
- No lo hagas, no salgas de aqui- dijeron todas las chicas
- No tardare ni un segundo.
Abrí la puerta y con sigilo camine hacia la oficina en la que hace un rato estuve, toque tres veces la puerta y salió Nathan a abrirla, me miro y bruscamente me metió a la oficina.
-¡Oh! Mocosa no sabes en cuanto problemas te has metido - apreto mi brazo
- Nathan suelta la , por favor
- ya oíste Nathan- susure
Aun enojado me soltó y me regalo una de sus miradas asesinadas.
- ¿Que se ofrece linda?
Me di el permiso de caminar hasta donde se escontraba El Mono.
-Me vi muy grosera al no agradecerle la cena de esta noche, fue muy busque una palabra para decir - especial.
Eso lo dije muy cerca de él, podía sentir sus respiraciones en mi cara, acerque mis labios a los suyos y el no lo impidió que aquello que pasara, Aún seguía siendo virgen pero diré que lo besos de lengua se me dan muy bien, sentí más satisfacción el saber que Nathan presencia a aquello.
- cuando quieras algo solo dilo - dijo en cuanto nuestros labios se separaron.
- ya que lo dice... Si hay algo que quiero pedirle.
-Lo que quieras y por favor llamame Joseph
- Gracias Joseph.
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Enamorada De Mi Secuestrador [Parte 1]
RomanceA los diecisiete años de Paula, lo último que ella se imagina es que la secuestren y lo que es peor aún enamorarse de su propio secuestrador. Esta es la historia un tanto complicada de Ana paula De León. Golpes, besos, secretos, romances, misterio...