Regla número 3; Un amante nunca llama por teléfono

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A pesar de que yo no era un obsesivo de la tecnología, realmente necesitaba ocupar mi teléfono de manera casi desesperada. No porque quisiera revisar mis casi inútiles aplicaciones o mis monótonas redes sociales. Quería llamar a Off.
No me había texteado en todo el día (me refiero a la tarde después de clases del miércoles como "día",  porque sí), y especialmente me afectaba hoy, porque me había besado.

¡MIERDA! ¡Me había besado! Recuerdo haber pensado que él solo me buscaba por esos motivos. ¿Quizá no lo besé bien? O ¿Se dio cuenta de que soy virgen? ¡Imposible!
¿Fue porque no le dejé meterme los dedos?
Off solo quiere desvirgarme. Off solo quiere desvirgarme. Off solo quiere desvirgarme. Off solo quiere desvirgarme. Off solo quiere desvirgarme. Off solo quiere desvirgarme.

—¡Oab!

En cambio, llamé a mi primer confidente, (porque mi segunda confidente no sabe que 1; me inclino más por los hombres. Y 2; estoy de "canalla" con el novio de una chica católica, ¿Recuerdan?)

—Gun. ¿Ya volvió a estar de moda lo de llamar?

—Le he dado un oral a Off y él me ha besado.

"JODER. SANTA MIERDA, ATTHAPHAN POONSAWAS." Fue lo que él gritó sin alejarse del micrófono. Mi amigo era un poco exagerado y paranoico, pero eso era obvio.

—¡Entonces le ha gustado! Que cabrón, ¿Por qué llamas?

—Porque estoy a punto de llamarlo a él...

—¡No! —gritó otra vez—. ¡Eres el amante Gun!

—¿Esa es la regla número tres? —lloriqueé.

—¡Exactamente! Regla número tres, un amante nunca llama por teléfono.

Creó que pataleara sobre el edredón y me dí media vuelta para quedar con la espalda hacia el techo. Necesitaba una cura para la ansiedad.

—¿Qué hago entonces?

—¿Quieres tener sexo telefónico? Dios, Gun. Puedes esperar hasta mañana. Los vírgenes y sus cosas raras... —murmuró lo último.

—Creo que él solo quería... eso. Y ya no me buscará. O quizá lo hice mal.

—Si él se vino no lo hiciste mal —suspiró—. Estas realmente mal por ese chico.

—¡No es eso! —otra vez, lloriqueé—. ¿A ti te gusta que te usen?

—Depende del contexto —rió por su chiste interno—. No, en serio Gun. Para de ser tan melodramático.

—No lo soy.

—Genial, entonces ve a comer, a bañarte, te duermes y esperas a mañana con paciencia. Como si no fueras virgen.

—Adiós Oab...

Me pregunté si mi madre me daría un mejor consejo. Pero esta no era la mejor manera de decirle sobre mis preferencias. Era de hecho la peor.

Me revolqué en las mantas de la cama por varios minutos antes de que sonidos se volvieran a escuchar en mi casa. Esta vez eran mi madre y mi hermana entrando y quedándose en la planta baja. Agradecí eso y de paso lo tomé como una señal. Significaba que tenía cinco minutos para llamar a Off.

Tomé mi móvil a la velocidad de la luz y antes de darme cuenta ya estaba marcando a Off, parecía que lo tenía en marcado rápido.

—¿Hola? —él demoró tres pitidos en contestar.

Mi corazón se paró y por mi boca no lograba salir palabra alguna. Porque me había contestado y porque no sabía qué decir.

—¿Gun? ¿Está todo bien?

4 Reglas De Un Amante |OffGun|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora