Capitulo 7.

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El bar estaba completamente repleto de guapos y solteros chicos que estaban buscando con desesperación alguna buena follada.

Tome nerviosamente la cadena entre mi dedos mientras movía las caderas rítmicamente acercándome a un chico que no había dejado de mirarme. Necesitaba ir por el camino fácil y tenía que tomar en cuenta de que ellos eran los que tenían que desearme a mi.

Aunque, mirándolo bien, el chico no estaba nada mal.

Mi trasero choco contra su pelvis mientras subía y bajaba lentamente al compás de la música. Sus manos, curiosas y tímidas tomaron mi cadera acercándome a el. Sus labios, húmedos y suaves se movieron marcando una línea imaginaria en mi cuello.

Soltó un gemido en mi oído haciéndome sentir su ereccion y que ya estaba preparado. Me giré a el, juntando nuestros labios, desesperados, ansiosos. Mientras sentía como su mano bajaba por mi espalda, colocándose en mi trasero y apretándolo, dejándome sentir una vez más lo duro que estaba. Gemí contra su boca sin dejar de moverme al ritmo de la música.

Mis manos acariciaron sus hombros, entrelazándose tras su cuello, mi lengua recorrió su cavidad bucal. Nuestras anatomías comenzaban a moverse en una coordinada danza. Su boca se separó de la mía, depositando pequeños y húmedos besos en mi mejilla, cruzando un camino hasta llegar a mi oído.

-Vamos a un lugar, rápido-Susurró causando que soltara un gemido casi involuntariamente. Sólo sonreí mirándolo a los ojos, mientras tomaba su mano y caminaba entre la multitud.

Satisfecha.

Mis piernas se enredaron en su cadera al cruzar el umbral de la habitación. Mi espalda toco la suave textura, y el peso de su cuerpo callo sobre mi.

-Eres extremadamente caliente-Murmuró besando mi mejilla y acariciando mi cuerpo.

Un escalofrío me recorrió por todo el cuerpo al sentir sus manos recorriendo mis muslos y piernas. Cerró los ojos fuertemente al sentir el nudo en mi garganta.

¡No! Por favor, ahora no. Suplique en voz baja mientras me ponía completamente rígida. Sube las manos, pedí, subes las manos. Sus labios comenzaron a besar mis muslos y supe que no podía más. Lo tome del cuello de su camisa subiéndolo antes de que mis pies comenzarán a golpearlo y que otro chico más saliera por aquella puerta huyendo de mi.

Inexperta baje las manos hasta el borde de su camisa, sacándola por encima de su cabeza, dejando su abdomen bien formado con algunos tatuajes a la vista. Mis manos acariciaron su pecho lentamente, depositando besos en este, sintiendo su caricias en mi espalda. Saco mi camisa con habilidad, y el miedo me invadió completamente. Ahora venían sus pantalones, luego si ropa interior y pasaríamos a la siguiente etapa y simplemente no estaba segura de poder hacerlo.

-Ahora debes sacar mi pantalón ¿no crees?-Preguntó mirándome expectante. El ya estaba desesperado y yo solo trague dirigiendo mis manos a la cremallera de su pantalón.

Los baje con su ayuda liberando su gran ereccion. El estaba con ropa interior, lo que me hizo estremecer y mirarlo inmediatamente con algo de miedo. Sonrío mientras dirigía sus manos a mi falda y la subía. Ahora igual que la otra vez, me encontraba en ropa interior. Sus manos recorrieron mis muslos, acariciando por encima de mis bragas.

Pero no lo soporte, solo sentí como mi pie nuevamente se estrellaba contra la cara del chico y este caía de la cama con un fuerte sonido. Ahora sí la había cagado.

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-Evelyn <3

virgen a los 25 (rd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora