Capitulo dos : Sorpresa

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Juddy

     Freno al ver que nos acercamos a destino. A mi lado, Gibson tambien frena el auto y lo apaga. El lugar era muy oscuro a pesar de que la luna estaba en lo alto, y estaba apartado de la ciudad. Le echo un vistazo al gran galpón desde aquí, y es como si estuviese abandonado, pero se que es sólo una fachada. Lo he visto antes.

- Bien - digo por el comunicador a Gibson -, repasemos el plan.

- Hacernos pasar por unos compradores, entrar y detener al líder de la trata.

- Bien hecho, cerebrito - exclamó, y escucho un gruñido por parte de el -, ¿pero te olvidas de los guardias? Hay que neutralizarlos...

- ... y luego llegar al líder.

- Exacto. ¿Listo?

- Más que listo.

Al mismo tiempo, los dos bajamos del auto, con dos gafas negras cubriéndo nuestros ojos, y con atuendos que se vean "respetables". Caminamos a la par hacia la entrada al galpón, donde hay dos hombres parados de espaldas a ella, mirándonos atentamente. Ya lo veia venir.

- Hola, veníamos a ver la mercancía - dice Gibson seguro, pero no sé por qué se me hizo gracioso, pero mantengo mi mirada seria. Los dos hombres se miran entre sí y luego a nosotros.

- Identificación - escupe el que está delante de mí compañero. Este sonríe ante la petición del hombre y, ya sabiendo que algo haría, me mantuve preparada. Gibson le da un cabezazo en la nariz al guardia frente a el, a la vez que el que está frente a mi saca su arma con intención de dispararle a mi compañero, pero yo soy más rápida y saco mi pistola y le apunto en la cabeza.

- No querrás hacer eso - le advierto, lista para disparar por si acaso. El otro tipo seguía tirado en el suelo, y veo que Jake le quitó su arma -. Si haces algún ruido, te vuelo los sesos, ¿entendiste? - el tipo flacucho me mira de reojo, y asiente lentamente - Pon tu arma en el suelo, ahora - con temblor en su mano, baja el arma y la deja en el suelo -. Bien, dulces sueños, amigo.

Y digo aquello antes de que mi taser (dispositivo electrizante) lo electrocutara, haciendo que caiga al suelo inconsciente. Jake me echa una mirada y se ríe.

- Será divertido trabajar contigo, Hobbs - opina, ahora sacando a su hombre inconsciente hacia un costado del lugar. Yo le sonrío a la vez que también quitó a un lado al hombre que electrocuté.

- Ese cabezazo no estuvo mal - comentó, ahora acercándome a el. Gibson y yo nos paramos frente a la puerta, listos para entrar -. Hora del show.

     Las manos de Gibson empujan la gran puerta y de inmediato un montón de luces multicolores pegan en nuestro rostro, al principio no logro ver nada, pero luego veo todo con claridad : hay mucha gente, y en distintas secciones del lugar, habían algunas carpas en las que veía como las personas entraban, seguramente para ver la "mercancía", como le dicen ellos. Me repugna este lugar. Tanta gente llena de maldad abunda por aquí. Gibson y yo caminamos entre la gente a la vez que, cuando nos cruzábamos a algún secuaz, le inyectabamos en el cuello un tranquilizante. La idea era no matar a nadie, pero si era necesario lo haríamos, al menos yo pienso eso, no se Gibson. El estuvo en Afganistán, seguramente pensaba lo que yo. Mis ojos de pasean por el sombrío pero colorido lugar, que huele mucho a cigarrillo y a marihuana. Ese olor es tan repugnante como los que hacen todo este tráfico de personas.

- Ahí está - la voz de Gibson suena en mi oído, y por suerte logro escucharlo, ya que la música del lugar está demasiado fuerte. Miro más adelante y alcanzo a divisar unos cabellos blancos entre toda la gente. Era el. Era Lennox Ivey. Inmediatamente llevo mi mano a mi arma en la funda de mi cinturón y le quitó el seguro. Cargada por si las cosas se ponen intensas.

- Vayamos lento, ¿bien Gibson?

- Bien.

     Procedemos a escabullirme entre la gente y vamos acercándonos hacia nuestro objetivo. De un momento a otro, estamos de espaldas al líder del maldito tráfico. Ningún guardia estaba junto a él, solo algunas personas que parecían ser de su entorno. Sin pestañear, saco mi arma y le apunto a la nuca.

- Quieto o disparo - le digo en su oído, y él no se mueve. Siento la mirada de todo el mundo, pero la de Gibson mas.

- Hobbs - escucho que me dice -, esto no era parte del plan.

- Claro que sí - le aseguro. Debíamos asegurarnos de que no escaparía, ¿que quería hacer este chico? ¿Abrazar a Ivey y decirle que se quede quieto porque queremos atraparlo? No lo creo. Escucho armas cargándose y miro a mi alrededor : hombres nos tenían rodeados a mi y a mi compañero. No dejo de apuntar a Lennox con mi arma a pesar de eso. Debía elegir : si le disparaba a Ivey, nos ejecutarían allí mismo. Pero si no lo hacía, nos atraparían.

         Un estruendo hace que me desconcentre de mi objetivo y miro al techo : agentes con uniforme negro traspasan el techo colgados de cuerdas de seguridad hasta que bajan con nosotros y comienzan a disparar a nuestros enemigos y, por instinto, comienzo a hacer lo mismo. Observo a mi alrededor luego de acabar con uno de mis enemigos, y no veo a Gibson por ningún lado.

- Gibson, Gibson, ¿me copias? - digo a través del dispositivo en mi oreja. No oigo respuesta, y mis ojos se concentran en algo a unos metros de mí en el suelo. Era un objeto Pequeño, verde y redondo. Y tenía una luz roja que titulaba.

      Granada.

Corro lejos de donde está y siento como tiembla el suelo al explotar la granada, y caigo al suelo al chocar con una persona. Incorporándome del piso, miro a mi alrededor y veo como la gente sale del lugar, hasta que queda completamente vacío, hasta la gente secuestrada logro salir gracias a los agentes recién llegados. A lo lejos, veo como Ivey se arrodilla en el suelo, alzando las manos al ser apuntado por esos extraños agentes que entraron por el techo. No le había pedido a Don Nadie apoyo, ¿por que estarían aquí? Era mi trabajo. Bueno, el mío y el de Gibson.

- Ah, estás aquí - la voz de mi compañero hace que mire a mi lado y ahí estaba, sano y salvo.

- No nos hacía falta apoyo, Gibson, ¿por qué los llamaste? - le pregunto, de brazos cruzados.

- ¿Que? Yo no pedí el apoyo, Hobbs - lo que dice me confunde. Si no había sido el, ¿quién fue?

- Entonces, ¿quién...?

     Dejo de hablar cuando dirijo mi vista hacia adelante. Los agentes meten a Ivey en una de las camionetas, ya esposado; pero mis ojos se concentran en uno de los agentes que cierra las puertas traseras de aquella camioneta. El hombre se saca la máscara y se da la vuelta con la vista hacia nosotros.

- ¿Quién es ese?

     La pregunta de Gibson entra por mi oreja y sale por la otra al estar tan concentrada en el hombre que camina hacia nosotros, hacia mi. Era el. No podía creer que era el.

- Sorpresa - dice su voz áspera frente a mi, con una sonrisa.

      Era Shaw.

    

HOBBS AND SHAW : A Fast And Furious FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora