Amar de Verdad [ Omegaverse - Yaoi ]

2. Desiciones

Semanas después

Lucas ignoro a su madre a modo de protesta por un par de semanas, no quería hablar del tema. Temía que Karen (su madre) le dijera esas palabras: "No tienes otra opción" ¿Qué podía hacer? ¿Negarse? ¿Huir? Y si lo hacia ¿le perdonarían?

Al parecer George, su padre, desconocía sobre el trato que hizo Karen con el joven empresario. De ser así, tal vez podría explicarle la situación y convencerle para que hable con ella - penso Lucas - Pero ¿y si ese hombre... ?

George - hablo Karen, rompiendo el silencio y desconectando a Lucas de sus pensamientos - ¡Lucas cumple dieciocho en unas semanas! - le dijo animada a su esposo mientras les servían el desayuno.

¡Vaya! Como pasan los años ¿verdad? Perdonen si no estuve muy pendiente de ustedes estos días, pero la empresa me necesitaba.

¿Cómo, paso algo malo?

No cariño, son problemas menores, los solucionare esta semana ya verás. Más importante, no todos los días se cumplen dieciocho ¿verdad? ¿quieres algo en particular este año hijo? Lo que tú quieras.

¿Lo que quiera?...  - Lucas quería decirselo. Decirle que lo único que queria era evadir ese forzado compromiso y seguir con su vida junto a ellos, como fue hasta ahora. Miro de reojo a su madre y ella negó con su cabeza, como si supiera lo que estaba pensando. En ese momento Lucas no pudo más - ¡Papá, yo-!

¡Lucas! - Karen se levanto bruscamente de la mesa alarmando a todos en la habitación.

¿Que pasa Karen? ¿No quieres que le regale algo a nuestro hijo?

N-No, no es eso - volvio a tomar asiento al darse cuenta de la situación - Es sólo que... yo ya le tengo algo preparado. Es una sorpresa asi que... quisiera hablarlo contigo primero cariño - dijo mientras observaba de reojo a Lucas que parecia haber entendido la indirecta.

Karen ya había tomado su decisión, amaba a su familia. Pero ese amor no era más que una falsa excusa ante su miedo a perderlo todo. "Esto es lo correcto. Sé que lo es" - se decía a si misma tratando de convencerse de que todo estaría bien. Pero lo más seguro es que ella sea la primera en lamentar las consecuencias.