Capitulo 22

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Capítulo 22

Podías llamarle de cualquier manera, pero “cobarde” no era una opción. 

El ritmo de los latidos de su corazón le recordó a la última vez que había robado en Tentation. Desde ese día no había dejado de correr, escondiéndose de ciudad en ciudad y tratando de llevar una vida normal por el nacimiento de Elisabeth. 

Por suerte, pertenecer a Tentation tenía sus benditas ventajas. Después de pasar una gran temporada en los centros de concentración, había adquirido muchísima valentía. Sabía controlar cada sentimiento, pero sobre todo el miedo. Manejaba con exactitud la manera de relajarse ante una situación desventajosa. Varias veces había escuchado la sirena de la policía detrás suyo, para entonces ya no perdía la concentración y conseguía seguir centrada hasta escapar y terminar la misión con éxito. 

Pero entonces, llegó el momento en el que tuvo que memorizar cada táctica y llevársela consigo para huir lejos. No podía seguir robando con un embarazo de cuatro meses. Sus estados físico y emocional cambiaron totalmente. No se sentía en la capacidad de seguir descifrando códigos y huyendo de la policía. Y Tentation no podía cambiar esto. Era algo que en realidad nadie podía manejar. Temía por su hija, y era un miedo grande y fuerte que se extendía por cada parte de su ser, cada día más. Tenía que irse antes de que los demás notaran que estaba embarazada. No quería que nadie lo supiera y se burlasen de ella como ya lo venían haciendo por el simple hecho de ser mujer. O peor aún, que esos jodidos hijos de puta le hicieran daño por algún motivo estúpido. Entonces no se trataría solo de ella, que varias veces le habían jugado bromas pesadas, se trataría de Elisabeth que crecía día a día dentro de ella. 

A pesar de que Louis siempre le había ofrecido una protección absoluta, no podía seguir atándolo… este era su lío y debía manejarlo ella misma y a su manera. 
Terca y decidida, había huido a Washington, donde Eli había nacido. Gracias al cielo la mujer que le había ofrecido trabajo ahí, le había podido ayudar en los primeros meses después de dar a luz. Pues sin conocimiento de nada y sin ayuda de absolutamente nadie, la historia hubiera sido radicalmente distinta. 
Entonces todo había tomado color. Era bastante satisfactorio ver a Elisabeth recién nacida. Era más que una simple niña. Era la muestra de toda su valentía, hazañas y todo lo que había tenido que hacer para poder tenerla. Y sí… después de mover y recorrer cielo y tierra, por fin podía tenerla entre sus brazos. Era suficiente. Era más que suficiente.

Louis la visitaba de vez en cuando. Y sus visitas se hacían cada vez más continuas. Al principio había temido acercarse a esa niña. Era la primera vez que veía un bebe o un simple humano que no le provocase golpear o follar. Era un sentimiento puro. Algo que jamás en todos sus años había experimentado. Una pequeña niña que ni siquiera podía hablar le producía sonrisas inexplicables. Era estúpido algunas veces. Estúpido para él, que no podía entender cómo es que de todas las personas del mundo, una sola y con simplemente meses de nacida podía ablandarle el corazón. 

Se encariñó con ella, si podía decirse. Aunque seguía conservando esa pinta de malo y fumaba algunas veces en la misma habitación que ella. ¿Pero qué podía hacerse? Era la naturaleza de Louis y al parecer la de todos los chicos malos. Es más, le costó un poco admitir que de verdad le importaba esa niña, pero al hacerlo, empezó a frecuentar más a _________________. 

Al mismo tiempo sus sentimientos hacia ella se hicieron cada vez más fuertes. __________________ Peterson era sexy, inteligente, valiente y preciosa. La combinación perfecta encerrada en un cuerpo. No podía dejarla ir, e irse a las misiones de Tentation cada vez se le hacía más difícil. Se estaba volviendo dependiente de dos mujeres. ¿Pero cómo coño se le llamaba a eso? En algún momento pensó estar volviéndose loco. No podía estar así por una mujer y una… que ni siquiera lo era todavía. 

Y sí. Folló varias veces con otras mujeres y no sintió jamás la misma adrenalina que había experimentado con _______________ en Atlanta. Y ni siquiera llegaron a hacerlo. Jodida frustración. 

Sin embargo sabía que no podía hacer nada contra eso. ___________________, además de centrarse solamente en su hija, no salía con nadie ni se relacionaba con algún tío. 

Trabajaba en varias cafeterías al día y llevaba a Eli con ella en cada turno que podía. Muchos tíos bastante formales y otros casi no, le buscaron incontables veces, pero siempre terminaba negándose. Entonces… ¿Qué oportunidad tendría Louis ante todo eso? ____________________ estaba cerrada al amor, a cualquier lío, a cualquier cosa. Y sabía perfectamente por qué. El motivo le dolía de cierta forma. ¿Cuándo es que olvidaría a Liam de una vez por todas? Podía asegurarse que este ya la había olvidado fácilmente. 

Intentó acercarse a ella, haciéndose su amigo y tratando de esa manera volverse algo más… pero terminó convirtiéndose en algo así como un hermano para ella. Un hermano que le tenía bastantes ganas y que moría por comerle la boca.

Dejó pasar el tiempo, confiando en que _______________ algún día le daría una oportunidad. 
Fue entonces cuando meses después de bastante tranquilidad, ___________________ salió de la cafetería después de una noche llena de faena, con Eli en brazos. El taxi en el que iban había volteado en la esquina y una gran nube de humo se expandía en toda su cuadra. Había bastante gente en toda la pista que no permitía el pase al taxi. Así que bajó con Eli en brazos y trató de meterse entre la gente que estaba acumulada observando de dónde provenía el humo. Se quedó petrificada al observar que venía exactamente del pequeño departamento que ella estaba rentando. Permaneció metida entre la gente y observó varios minutos como el fuego consumía las ventanas de su departamento. La vista se le nubló y tuvo que salir de ahí antes de que el humo afectara su respiración y la de su hija. Minutos después la motocicleta de Louis llegó al lugar. Asustado, la buscó gritando su nombre entre toda la gente. Y cuando pudo verla, envuelta en pánico, lo único que pudo hacer fue abrazarla y llevársela a otro lado donde pudiera llorar con tranquilidad. 

No era necesario pensar mucho en el culpable de todo lo sucedido, pues sabían perfectamente de que se trataba todo esto. Estaban buscando a ___________________. Las sospechas de ambos se hicieron factibles días después, ya que el dueño del edificio en el que ________________ alquilaba, le hizo una visita un tanto personal donde pudo entregarle una pequeña notita bastante deteriorada pero que todavía era entendible para leer. 

No quiso someterse a ninguna intervención policial ni a peritaje. Joder, la policía no podía interferir con ella ni con Louis. Así que decidió huir una vez más…

Y de esa manera se la había pasado viviendo los dos últimos años. Decidió buscar a Liam para de alguna forma obtener protección de parte de él hacia Eli, pues prefería enfrentarse a Tentation sola que con su hija en algún momento. Pero la verdad es que no había nada concreto con él. Ni siquiera le había dicho sobre su hija todavía… ni siquiera sabía en qué condiciones estaban. Si eran amigos, conocidos o dos personas que tenía un pasado bastante comprometedor. Ni siquiera podía dar por sentado que todavía sentía algo por ella. Era tan malditamente confuso.

Después de dos años, no le sorprendía que todavía siguiesen buscándola. Esta guerra no acabaría hasta que ella llegase a enfrentarse a toda a esa mafia. La otra opción, era unírseles. 

- Cálmate. – le dijo Louis en la otra línea. Parte de él había entrado en tensión por escuchar el tono de voz de ____________________. – tranquilízate… - repitió y esperó ansioso a que ella respondiera. Pero no obtuvo palabras de regreso en varios segundos. 
__________________ trago saliva. Lo único que la podía aliviar era que tenía a Eli con ella y no le pasaría nada mientras así estuvieran. Sus jadeos se escuchaban en medio de la oscuridad. Deseaba llorar con tanta fuerza…

- Respóndeme joder. – farfulló él, irritado.

- Estoy aquí. – dijo ella recobrando las fuerzas. Escuchó a Eli gemir asustada por la oscuridad. 

- Hemos pasado por esto __________________. Sabes lo que tienes hacer. 

- No puedo… no puedo… Elisabeth está aquí. – susurró contra el teléfono bastante nerviosa. 

Louis golpeó con fuerza el timón de su auto. Deseaba tanto estar con ella en ese momento. Era él quién necesitaba tranquilizarse. Vamos, confiaba en __________________.

- Todo va a salir bien nena. – le dijo tratando de apaciguarla. _________________ volvió a guardar silencio. Esta vez apartó un poco el móvil de su oído y se dedicó a escuchar los sonidos que provenían de afuera del baño personal. Su respiración se hizo más rápida y su piel se heló en solo segundos. 
De pronto, el sonido de la puerta principal. 

___________________ apretó el móvil con las manos.
Hizo su mayor esfuerzo por guardar silencio y se dedicó a escuchar. Estaban dentro. 

- ¿Qué está pasando? – preguntó Louis aun en la línea telefónica. Pero __________________ no le prestaba atención. 

Agudizó el oído y percibió varios pasos en el pasillo de su departamento. Apretó la mano libre en un puño. Sus dedos helados tocaron su palma. 

Eli levantó la mirada, buscando el rostro de su madre y solo pudo ver la claridad de sus ojos al mirarla diciéndole que todo iba a estar bien.

__________________ subió el móvil al oído.

- Están aquí. – repitió.

- Sabes lo que tienes que hacer.

- Van a entrar… van a entrar Louis, van a llevarse a Elisabeth. – dijo en un ataque de desesperación. Jamás había sentido tanto pánico en su vida. – la van a alejar de mí maldita sea… - sollozó en silencio.

- ¡Joder claro que no! – gritó él. - ¡maldición ___________________! Puedes hacer esto.

Temptation3 (Liam Payne)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora