•Segunda temporada de Ave Diaboli•
Los sentimientos de Jimin por Jungkook por fin comienzan a crecer, lastimosamente después de la batalla en el Abismo quedó malherido.
Pero Dios aún no decide dejar tranquila a la pareja reinante en el Infierno, é...
La música resonaba por todo el gran salón del castillo de Jungkook, él junto a los Lords de diferentes especies de demonios decidieron hacer una celebración en honor a la victoria en el Abismo. Los mejores demonios músicos y almas humanas fueron participes en preparar las baladas para la gran celebración del Infierno y no había demonio en el salón que no disfrutará de la comida, por desgracia para algunas especies se les fue imposible participar en la cena por sus cuerpos llenos de lava, llamas o roca pero Jungkook mando regalos hasta sus territorios como ofrenda de su agradecimiento.
Mesas llenas de comida y bebidas de la mejor comida se habían servido esa noche y aunque no hubiera ninguna enemistad jurada entre especies tanto el ejército celestial de Jungkook como los demonios estaban divididos, desde que el querubín asumió el mando en el infierno poco importo si eran demonios o seres celestiales ya que el querubín castigaba sin ninguna preferencia, Jungkook era conocido por su real interés por la justicia y eso fue lo que les interesó a los Lords demonios.
Mujeres y hombres bailan en el centro del salón mientras frente a todas las personas disfrutando se encontraba el trono de Jungkook, pero en ningún momento el Rey se integró a la fiesta. Namjoon por su parte se encontraba con los de su especie, el arcángel de cabello claro miraba a su alrededor mientras en su mano se encontraba una copa de vino. Sus ojos vivaces recorrieron las mesas de los Lords y demonios en busca de algún problema, a su lado se encontraba un muy callado Yoongi comiendo las pocas verduras que poseía su plato. Tanto Dominación como Arcángel se encontraban en una mesa más distinguida junto a los generales de Jungkook, cada uno de ellos ya se habían sanado de sus heridas gracias a la ayuda de los sanadores del castillo.
Cada uno de ellos podía sentir el dulce sabor del vino en el aire junto a la recién preparada cena, la comida era deliciosa para los seres celestiales pero los demonios la disfrutaban a un más por su voraz apetito. Las voces en el gran salón competían junto a la divertida melodía, en su mayoría gritos de júbilo por parte de los demonios que sin duda alguna estos habían sido creados para disfrutar de un festín por completo.
Bellas doncellas demonios se acercaron hasta la mesa de Namjoon, vestidas con ropas de encaje y adornadas con collares junto a brazaletes de oro bailaban al son de la música. Tanto demonios como celestiales que no tuvieran pareja quedaban prendados bajo las miradas misteriosas de estas mujeres de rostro apenas oculto por una tela transparente brillante, el oro era un adorno simple al lado de la belleza de las doncellas cubiertas por telas de diferentes colores y capanitas adornando sus caderas.
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Una de cabello negro se acercó hasta el asiento de Namjoon, la mirada fina de la mujer estaba sobre el arcángel y este río cuando la mujer tuvo la osadía de aparentar besar la mejilla de él. Las mujeres demonios estaban encantadas con los seres celestiales ya que poseían una belleza divina muy diferente a algunos demonios de aspecto rudo y fuerte. La mesa de Namjoon se llenó de las carcajadas de algunos de los presentes menos de menos de la Querubín y la Serafín quienes no gustaban de tal acto, en especial de la Serafín quien cuidaba a Taehyung de las manos de alguna doncella que tuviera la osadía de poner sus manos en su Virtud. Por su parte Yoongi permanecia en silencio junto a Namjoon más una aura extraña se formó en él, la doncella siguió con su coqueto por mucho tiempo mientras Namjoon parecía no prestarle atención a su hostigamiento.
