Capítulo 1:Visiones

204 8 0
                                    

-¡NIÑA!¿Donde estas?-Gritaba una furiosa mujer, con el pelo negro algo enmarañado, los ojos castaños, piel algo arrugada por la edad, vestida con un vestido simple azul, un delantal también azul, manchado de harina, y con una cesta llena de dulces en sus manos, mientras daba vueltas por el recibidor de una humilde casa. Por detrás de ella caminaba silenciosamente una preciosa niña castaña, con el pelo liso, de ojos color ámbar, bajita, y vestida con un precioso vestido rojo, con pequeñas estrellas a modo de adorno, una caperuza roja y un extravagante pendiente que se enganchaba en el lateral de la oreja y imitaba la tela de una araña con una araña bajando de ella, también llevaba un collar de perro.

-ROooAAAAAaaaaaarr.- Gritó la niña agarrando a la mujer de la cintura con suavidad para asustarla. La mujer gritó y pegó un pequeño salto asustada para luego mirarla enfadada.

-No te zurro con la cesta por que la comida es para tu abuela.-Afirmó la mujer.-¿Y que haces con ese collar y ese pendiente? Y esa caperuza ya está vieja.-Prosiguió la mujer obviamente molesta.

-A mi me gusta, madre, y la caperuza me la hizo mi abuela, además, todo el pueblo me llama Caperucita Roja,prácticamente no recuerdan mi nombre,si me la quito ya no sabrían como llamarme.-Afirmó la niña suavemente.-De todas formas ¿Por que me llamabas?-Inquirió.

-Tu abuela está enferma, quiero que le lleves esta cesta de dulces, son sus favoritos y quiero que se sienta querida y cuidada por su familia en todo momento.-Explicó la mujer. En ese momento a Caperucita Roja se le vinieron a la mente una serie de imágenes; La imagen de unos dientes afilados, la imagen de un lobo, la imagen de unos botecitos con carne y sangre humana, una tras otra. Se encogió levemente algo asustada mientras se sostenía la cabeza.

-Me duele un poco la cabeza ¿No puedes ir tu?-Preguntó la niña.

-¿Pero que estás diciendo? No seas vaga, si te duele la cabeza vas rápido y punto, cuanto antes te vayas antes volverás, yo estoy muy ocupada.-Contestó la mujer visiblemente molesta mientras la empujaba hacia la puerta. Caperucita Roja cogió la cesta resignada y salió de la casa lentamente.

-Pero date prisa, que a este paso se te hará de noche. Y no hables con desconocidos, que últimamente desaparece mucha gente, y aunque sean conocidos, no le cuentes a nadie a donde vas por si acaso.-Ordenó la madre ,mientras cerraba la puerta. Caperucita Roja suspiró y empezó su camino. Para llegar a la casita de su abuela tenía que atravesar el bosque, así que no tardó en adentrarse en el bosque mientras tarareaba una canción infantil. En ese momento se le vino a la cabeza la imagen del lobo con una pregunta "¿Niña, a donde vas?¿Y que llevas en esa cestita?". Ella se encogió levemente, pero pensando que probablemente serían imaginaciones suyas siguió su camino, dejando de tararear para silbar la misma canción. Entonces lo vio, delante suya, un precioso y peligroso lobo negro, de pelaje corto y ojos castaños.

-¿Niña, a donde vas?¿Y que llevas en esa cestita?-Preguntó el lobo, con una voz amigable. Ella se asustó recordando las imágenes que vio cuando su madre le dijo que tenía que ir a llevarle la cesta a su abuela, y el miedo fue tan grande, que la niña se puso a llorar y a gritar con todas sus fuerzas. El lobo se alteró y se fue rápidamente del lugar pensando en que con ese ruido la niña podría atraer a algún cazador o leñador, y que no le convenía estar si eso pasaba. Una vez el lobo se fue, Caperucita Roja siguió su camino rápidamente, a tramos incluso corría, para llegar cuanto antes a la casa de su abuela. Una vez llegó, tocó la la puerta mientras apretaba la cesta contra si.

-Pasa, pasa.-Dijo la abuela desde adentro. Caperucita Roja obedeció y entró. Su abuela, una mujer de piel muy arrugada, pelo blanco por las canas, ojos ámbar, vestida con una bata rosa y con un gorrito de dormir del mismo color, la miró sonriendo desde la cama y estiró los brazos.-Ay, niña mía, ven y abraza a tu abuela. Y cuéntame ¿Por que te has dado tanta prisa? ¿Y por que tienes tan mala cara?-Le pidió la anciana. La niña negó levemente.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Mar 30, 2022 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Guiones, Poemas Y Otras LindurasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora