[#2] Diaphaneity • | • YOONMIN

02

Maratón 1/?

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Todo había sucedido tan de prisa que, incluso entender el orden de los sucesos, le mareaba.

Aún así, recuerda perfectamente que gran mayoría de los presentes inmediatamente habían saltado de sus asientos en un intento de llegar a él, mientras que su colega estaba bajo el peso del tigre, que no dejaba de mirarle completamente serio.

Recuerda dejar su orgullo de lado para rogarle a Lord RM que no los matara y más que nada la mirada de dolor que Park le dió antes de que se llevarán a SeokJin inconsciente y a él a una tétrica celda.

Una vez que fueron arrojados dentro, YoonGi se desarmó en el suelo mientras miraba el cuerpo sin reacción de su colega y tuvo intensas ganas de llorar. Todo se había salido de control en tan solo un instante y sentía que era su culpa.

Era su culpa el no haber notado las señales antes, el olor a almizcle que se percibía a un kilómetro o la densidad del aire, algo básico para los de su especie.

Había miles de indicios que uno de su raza pudo haber notado, pero por intentar ocultar su naturaleza los ignoró, hasta que fué demasiado tarde y aquello, fuese lo que fuese, intentó poseerlo y no lo logró con él por su fuerza, cayendo lamentablemente el pobre de SeokJin.

Que mal había hecho y no sabía cómo se solucionaría.

El movimiento brusco de su colega despertandose le distrajo y aún estando en entera oscuridad, podía verle. SeokJin era un simple humano, a pesar de ser un embajador y haber tratado de cerca miles de temas relacionados a lo que consideraban "sobrenatural", temía que sufriera algún ataque de ansiedad luego de lo ocurrido.

—Al fin despiertas... —habló para hacerle saber que estaba ahí, antes de que el pánico le embargara.

—¿Y-YoonGi? —aunque poco ayudó, ya que su voz salió ronca y temerosa.

—No, tu abuela, idiota. —respondió con sarcasmo tratando de distraerle. "No entres en pánico" Repetía en su mente mientras veía claramente como los ojos de SeokJin se movían impacientes en la exuberante oscuridad tratando de localizarlo. —¿Estás consciente de lo que sucedió? —Yoongi se preguntaba, qué tanto recordaría o comprendería, ¿estaría consciente de que una guerra podía desatarse? "¿Es Seokjin el que está enfrente de mí?". —¿Tienes una idea del lío que armaste? —intentó que su voz saliera con reproche, Yoongi no tenía idea de si aquella cosa que le poseyó aún estaba dentro de su colega.

—Yo-o... No lo hice... ¿Cierto? —cuando vió a Seokjin acurrucarse sobre sí mismo, supo que el ser frente suyo era nada más ni nada menos que su colega.

—No... —trató de tranquilizarle. —No lo hiciste, porque una mole cambia forma tigre de tres toneladas se lanzó sobre tí. —vió alivio cruzar por la mirada de Seokjin. —¡Dios! Creí que terminaríamos muertos, pero nos metieron aquí... No sé qué planean hacer con nosotros... —Yoongi cayó en cuenta de que no tenía idea alguna de lo que pasaría con ellos y en su mente solo estaba su pequeño y tonto hermano, que apenas y se cuidaba a sí mismo.

Antes de que pudiera decir algo una luz cegadora se encendió en el lugar y entrecerró los ojos tratando de calmar el ardor que le generó, debido a que había adoptado su vista a la oscuridad.

Lo primero que pudo ver fue a Seokjin sentado en el otro extremo de la habitación. Parecía a punto de tener un colapso y la manera en que su ropa estaba desacomodada y su pelo completamente alborotado, no ayudaba a la imagen de desequilibrado que daba. Lo segundo que vió fué a Jimin parado en la puerta de la celda.