Siempre Te Amaré (Katsudeku)

Capítulo 8: Adiós al Chantaje

-------- Lunes --------

Katsuki Bakugo.

Había terminado el fin de semana y regresamos a UA, esperabamos todos fuera de los dormitorios a que llegara nuestro transporte para ir al campamento.

No pasaron más de 5 minutos cuando a lo lejos se podía ver un autobús, era bastante grande, el interior se veía genial; asientos amplios y cómodos, monitores para ver películas, aire acondicionado, cortinas y auriculares.

- ¡Wow! UA sí que se toma enserio la comodidad en los viajes escoleres - todos estaban sorprendidos al ver la calidad del autobús en el cual irían en un viaje de máximo 4 horas y media.

Habíamos abordado, cada quién tomó su asiento, cada asiento era para dos personas así que Kirishima se sentó junto a mi. Podía ver a Deku sentado con el cuatro ojos así que no me preocupé.

Me dormí durante casi todo el recorrido de UA al campamento. Llegamos cerca de las 12, bajamos frente a dos cabañas, una para las chicas y otra para nosotros.

- Bien, lleven sus cosas adentro y apresurense en llegar a aquella otra cabaña donde se les dará algo para que coman y comenzar el entrenamiento de la tarde - Aizawa les dio las indicaciones para posteriormente retirarse a la cabaña que había mencionado.

- ¡Vamos chicos dense prisa! - el presidente de la clase ponía orden para apresurar lo más que fuera posible a sus compañeros.

Una vez habíamos comido comenzó el entrenamiento. Comenzando con actividad física corriendo a la cima de una colina y bajando nuevamente varias veces, después cada quien entrenó con su particularidad en zonas en las cuales tenían una desventaja mayor y donde podían llegar a causar demaciado daño si hacían mal uso de ella.

Como se esperaba fue un día demaciado agotador. Había terminado el entrenamiento y era hora de la cena. Algunos fueron a bañarse antes de cenar mientras otros cenaban para después tomar una ducha y dormir.

- Todo este entrenamiento me matará - se quejaba el chico eléctrico exausto por todo el trabajo que habían realizado.

- Es verdad que es muy pesado pero estamos mejorando bastante - respondía Kirishima emocionado por todo lo que han estado logrando todos en la clase.

- Kirishima tiene razón, ¡apenas es el primer día y siento que he mejorado demaciado! - exclamó la chica rosada.

Cuando terminé de comer me dirigí a la cabaña. Mientras caminaba noté que alguien me estaba siguiendo, me detuve y di mediavuelta.

- Parece que no es nada - murmuró Bakugo.

- ¡Aquí arriba! - exclamó la chica mientras flotaba por encima del chico explosivo.

- ¿Ahora qué quieres? - preguntaba con rabia el rubio.

- Sólo quiero platicar Bakugo - liberó su particularidad calledo de pie frente al rubio.

- Pierdete - el rubio trató de ignorarla y continuó caminando.

- Deberías de ser más amable Bakugo o ¿ya se te olvidó que tu secreto puede ser contado a toda UA?

Me preocupaba bastante que la estúpida cara redonda divulgara mi orientación y más si esto afectaba a Deku. Sabía que esta perra no dejaría de chantajearme jamás.

- ¿Sabes qué? Haz lo que quieras dile a todo el mundo si sólo así dejas de molestarme - el rubio continuó caminando dejando a Uraraka sola molesta por no poder continuar chantajeando al rubio.

Llegué a la cabaña, me quité la ropa que había usado durante el entrenamiento y me dirigí a tomar una ducha. Todo dentro de la cabaña era de un estilo retro. Podía escuchar cómo los demás llegaban a la cabaña después de que salía del baño.

Me puse un camiseta blanca y un pants negro. Algunos otros también tomaron una ducha para después disponernos a dormir.

Apagamos las luces y todos estavamos en nuestros sacos de dormir, sólo se escuchaban los ruidos nocturnos: grillos, búhos, etc. Era una noche muy tranquila.

Deku dormía a sólamente 2 idiotas de distancia. No podía dejar de pensar en la perra de la gravedad, tenía que contarselo a Deku para discutir la manera de decirle a todos sobre nosotros y que no sea esa perra la que arruine todo. Después de unas horas conseguí quedarme dormido.

------- Martes ------

Katsuki Bakugo.

Había amanecido, nos levantamos todos a desayunar, para después escuchar a Aizawa dando las actividades que se realizarían hoy.

- Buenos días, ayer avanzaron un poco en sus habilidades ya que almenos no destruyeron nada como usualmente llegan a hacerlo - fijó su mirada hacia Bakugo.

《Tsk. Por qué tenía que mirarme a mí》 pensó el rubio dejando de mirar a Aizawa y concentrandose en su desayuno.

- Bien, hoy nos concentraremos en extender el límite de sus particularidades así que en cuanto teeminen de comer comenzaremos a trabajar - Aizawa salió de la cabaña dejando a toda la clase A disfrutar sus alimentos.

Había terminado ya mi desayuno, me lavanté y mientras me dirigía a la salida me cruce con Deku pidiendole hablar con él antes de dormir fuera de la cabaña.

La clase continuó, me tocó entrenar con Kirishima. Tenia que usar mi particularidad contra la suya hasta que ninguno de los dos pudiese más. Claramente esto nos llevaría todo el día.

Todos se dedicaron a sus actividades hasta que comenzó a anochecer. Cenamos y todos nos fuimos a las cabañas a descansar.

Esperé a Deku fuera de la cabaña una vez que todos estaban dormidos. Él salió y pude acercarme a él y besarlo, desde que habíamos regresado a UA no podía dejar de pensar en tocar sus labios con los mios.

- ¿Cómo estás Deku? - preguntó el rubio sonriendole después de besarlo sintiendo la respiración del peliverde convinandose con la suya.

- Feliz de poder estar contigo esta noche - volvió a besar al rubio y dandole un abrazo - ¿sobre qué querías hablar? - preguntó con curiosidad.

- Lo que sucede es que tu "amiguita" la cara redonda me chantajeó desde hace ya barios días, me pidió comprarle su comida a cambio de que no revelara lo que sentía por ti a toda UA, entonces quisiera pedirte que les contemos a todos sobre nuestra relación.

- K-Kachan - comenzó a soyosar abrazando nuevamente a su novio - estoy más que de acuerdo, te amo demaciado - los dos se abrazaron y se besaron demostrando el amor que se tenían.

- Vamos adentro, mañana se lo contaremos a todos - dijo el rubio.

Entramos juntos a la cabaña y nos acostamos quedandonos dormidos en unos minutos.