-Amanda, ¿estas Ya?- Dijo mi madre elevando levemente la voz.
-¡Salgo en nada!- Conteste gritando desde mi cuarto.
Escuche como la puerta principal se cerraba y me quedaba sola en Casa. Había llegado el día, hoy iriamos a que mi médico de cabecera me hiciera una revisión.
Abrí mi armario y mire con disgusto la poca ropa que tenía. Después de un reto mirando agarré una gabardina Marrón y me calcé unos botines del mismo color. Diciembre estaba siendo demasiado frío, ni siquiera con una camiseta larga, una sudadera y una gabardina (además de unos vaqueros negros) no dejaba de sentir una sensación helada en la piel. Baje corriendo las escaleras y salte dentro del coche.
- Bueno... Para que quiere esa tía otra revisión, ¿no me hice una hace nada?- Dije mientras miraba por la ventana pensando en por qué todo se veía tan gris.
- Amanda, tu enfermedad no es nada que halla que tomarse a la ligera. Debes dar Gracias a Dios de que hallan desarrollado esas pastillas.
- Creo que Dios esta más ocupado no existiendo- Dije con una risa sarcástica mientras miraba a mi madre a través del reflejo del espejo delantero.
Mi madre no quiso objetar nada, Ya que ni Dios le Había demostrado algo valioso por lo que rechistar ante ese comentario y por qué Ya habíamos llegado.
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arsénico y café
PoetryAmanda es una chica amable, tímida y dulce... a veces. Amanda padece una enfermedad llamada Bipolaridad que le hace tener cambios de humor y demostrar una actitud completamente distinta a la suya. Pero por suerte, su medicación mantiene a raya ese o...