Irte, no! luchamos juntas

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" ¿que no puede ser como yo? pero si ambas somos iguales, ambas tenemos las mismas dudas!"  pensaba asustada Valentina mientras escuchaba a Juliana, en ese momento repentinamente Juliana se puso de pie, e intento sin decir nada marcharse para alejarse de Valentina, pero antes de que esto sucediera, Valentina tomo la muñeca de la otra y evito que se fuera.

- No te puedes ir asi!- dijo valentina - Entiendo que tengas dudas y miedo, pero no eres tan especial, yo tambien los tengos, pero por esa misma razon te atesoro mas, porque se lo dificil que puede ser este camino a tu lado. y aun asi, lo intento, porque te amo.- Juliana miraba a Valentina con una sonrisa encantada por lo que la rubia le decia. Es claro que Valentina podia ser demasiado segura cuando luchaba por algo, o por alguien , eso Juliana lo tenia claro, Su valentina era de una decision total, eso le encantaba, su valentina era valiente.

entonces, asi cogidas de la mano como estaban, Valentina se puso de pie junto con Juliana y aun mirandola le dijo - vamos al valle, donde solo estemos tu y yo, que nadie nos moleste otra vez, o al menos no hoy.

El valle, aunque habia sido testigo de ese momento tan molesto con lucho (El ex de Valentina) y habia dado tanto dolor en los corazones de las chicas, era cierto que se habia convertido, luego de eso, en la guarida secreta de ellas. pues despues de eso, ellas habian vuelto en un par de ocasiones, y les permitio compartir tanto amor, que habian exorcisado esos malos recuerdos.

cogidas de la mano, fueron hasta el auto de Alirio, quien las esperaba para llevarlas donde Valentina pidiera. y asi, las llevo al valle. Mientras viajaban ella tenian muchas miradas complices, roces deliciosos, y ansiedad al 100, ellas ya comprendian la bendicion que significaba llegar al valle, los recuerdos las invadian, y hacia que las entrañas se les retorcieran de ansiedad y el corazon les palpitara mucho mas rapido, las manos les sudaban y ese camino se les hacia eterno.

Cuando finalmente llegaron, Valentina le pidio a Alirio que se fuera y que solo fuera por ellas cuando ella lo llamara, era Viernes, Asi que el plan es un fin de semana solas para ellas dos, no? suena delicioso. 

Juliana por su parte se adelanto y esperaba a Valentina en la puerta. Queria entrar, ansiaba entrar y estar desconectada de los demas y solo estar con Valentina. 

Al cruzar la puerta, no esperaron mas, tiraron los bolsos que ambas tenian y con desespero buscaron calmar la ansiedad que ambas tenian en los labios de la otra, mientras avanzaban con torpeza tratando de encontrar las escalas para subir a la recamara, Pero el sofa que habia en la sala de estar les parecio ideal para calmar el fuego que sentian dentro de si, ambas estuvieron de acuerdo en ir hacia alla, mientras se besaban.

Cuando dejaron de caminar, se miraron, una mirada que erizaba la piel, un beso corto, un roce con la nariz, valentina entonces, puso sus manos al final de la blusa de Juliana y  la levanto, ella no queria tocar tela, ella queria sentir la calida piel de Juliana, al quitar su blusa, noto lo erizada que tenia la piel Juliana, eso la excitaba mucho, el hecho de saber que con solo el roce de sus dedos, la piel de la otra se calentaba y erizaba, era demasiada informacion para procesar, hacia que perdiera la cordura, quizas desde que se conocieron, la cordura se habia ido al carajo, quizas nunca habia estado tan cuerda como ahora, lo unico seguro, es que estos momentos de intimidad, roce y placer, nunca se habian sentido tan bien como se sentian en estos momentos.

Valentina se arrodillo frente a Juliana, y beso el abdomen de Juliana, mientras intentaba soltar el jean que tenia Juliana, por su parte, Juliana solo respiraba fuerte, miraba desde arriba a Valentina, sentia los calidos y humedos labios de Valentina por su abdomen, sentia como la otra se demoraba eternidades en quitarle los pantalones, que cruel podia ser Valentina en ocasiones, ¿acaso no entiende que la ropa le esta estorbando y que quiere todo fuera de ella ya?, no tan lento, la lentitud es agobiante, es placentera, pero agobiante.

NUNCA ES TARDEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora