I. Presentación
Comenzar a escribir la historia de mi vida ahora que me acerco a los cuarenta, es casi una suerte de cliché; parte de la crisis de la mediana edad, diría mi psicólogo, (si tuviera uno) una catarsis necesaria, o un cierre de ciclo, antes de que algo pase y que la parca me lleve, (si, ya sé que no estoy tan vieja pero quien sabe cuánto tiempo me lleve escribir todo lo que traigo por dentro) además que es algo que siempre he querido hacer, y aunque he escrito en blogs, comunidades virtuales y cosas por el estilo, pocas veces le he dedicado el tiempo necesario; pero aquí estoy, con tiempo, con ganas, mis memorias y con una computadora delante de mí.
Supongo que ustedes esperan una historia llena de romance, sexo y un final feliz; a estas alturas de la vida, no sé si cumpliré con todas esas expectativas, pero espero que por lo menos sea algo entretenido y quién sabe, en una de esas, sea el primero de una serie de crónicas lésbicas. Depende de ustedes así que sigan leyendo y no se desesperen porque, se pone bueno...
Pero empecemos como se debe, por el principio, nací como muchas otras niñas en el seno de una familia conservadora en la capital del país, aunque desde muy pequeña mi familia se vio obligada a cambiar de residencia con cierta frecuencia debido al trabajo de mi padre; cuando comencé mi educación básica vivíamos en un pueblito perdido de Veracrúz en donde la mayor parte del año hacía frío y donde no había mucho que hacer; estudiaba yo en una escuela de religiosas, de esas en las que entre clases te ponen a rezar y cada mes te llevan a misa, curiosamente por esos tiempos era una ferviente creyente, que pensaba que rezar era como pedir deseos a un hada madrina, aunque mis preguntas en ocasiones incomodaban a las monjas, pues nunca pudieron decirme si los dinosaurios vivían con Adán y Eva, o si conocieron a los cavernícolas.
Supongo que a la larga puedo decir que cumplo con el cliché de que los que estudian en colegio de monjas terminan volviéndose ateos u homosexuales o como en mi caso ambas cosas; pero antes de llegar a ese punto en la historia, puedo decir que debido a ese contexto, que cuando era niña no tenía ni la más mínima idea de qué era el amor de pareja y mucho menos el sexo, ni siquiera en las películas y la tv. salían escenas subidas de tono, (definitivamente eran otros tiempos) así que de eso no sabía nada; aunque haciendo memoria a pesar de mis borrosos recuerdos, confieso que tenía la debilidad de acercarme a las niñas más tiernas del salón, con las cuales compartíamos comida, juegos, risas y ese típico compañerismo del nivel básico, lo que jamás hubiera pensado que pudiera indicar algún tipo de orientación sexual diferente, pues por esos días y siendo yo una niña ni siquiera sabía que esa era una posibilidad de ser, ya que era algo de lo que a diferencia de ahora nadie hablaba, y entre mujeres, realmente era mas fácil describir que era un unicornio o un dragón a una lesbiana.
Los años de primaria se fueron rápido y al terminar nos fuimos a vivir a una ciudad costera y más grande y cosmopolita; en donde mis padres encontraron la manera de ganar buen dinero con sus habilidades para las ventas, lo que les permitió pagarme una escuela de paga de nueva creación en donde curse la secundaria y la preparatoria, allí, es dónde mi verdadera historia comienza.
Corrían los primeros años de la década de los noventa, la globalización comenzaba a darse de manera masiva, en la radio podían escucharse bandas en inglés y los primeros canales de vídeos musicales estaban en apogeo, la moda estaba llena de colores llamativos y accesorios de plástico de colores, todos usaban grandes copetes y ropa con hombreras; una época de transición en donde cambiábamos los casetes de música y los VHS por discos compactos, una época cuando las computadoras eran lentas y con gráficos en 2d, pero a diferencia de las máquinas de escribir, nos permitían escribir sin temor a los errores, una década que ahora añoramos con nostalgia pues nos recuerda a tiempos mejores, tiempos más simples y sobre todo no tan violentos, tiempos que de alguna forma se niegan a marcharse del todo y que se han vuelto a poner de moda, en este afán de reciclar nuestros recuerdos para no olvidarnos de lo que fuimos, solamente hace falta ver la cartelera del cine o escuchar el radio para darnos cuenta que esa generación "X" es la que ahora mueve al mundo y su conciencia.
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Diario De Una Oveja Arcoiris
RomanceNovela realista, que describe las experiencias de una Lesbiana desde los 90's , hasta nuestros días usando el humor como un recurso inteligente. Mayores de 18 años