Capitulo 18: Hablemos de ella, de mi.

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Narradora:

- Hablemos de la maldita Maddison Bennett.

Termino de decir la rubia con la respiración pesada mientras observaba como el peliverde se sentaba en frente suyo y cruzaba los brazos. 

- ¿Cómo puedo empezar?- preguntó ella.

- Infancia común, niña lista, padre ocupado y madre distante, sin olvidarme decir que estaban divorciados...- Jared repitió exactamente lo que le dijo en su primera visita.

- Buena memoria.

- Difícil de olvidar.

- Si... pero te mentí- dijo con un puchero, fingiendo culpa-. Tranquilo, no con todo, simplemente sus... mis padres- se corrigió- no estaban divorciados. Mi padre era brillante, pero ingenuo. El más listo, pero sus neuronas fallaron con un simple veneno, una toxina atrayente, una bonita droga; mi madre- dijo con asco-. Una mujer maldita, lo embelesó y con rostro de "no rompo un plato" y corazón de "pero si te arruino la vida". Claro, si esa bruja tenia corazón.

» Lo enamoro, hizo que le cumpla sus caprichos, lo tuvo rendido a sus pies, hasta el día que ella se embarazo.  Él estaba contento, venia de una buena familia y un buen trabajo, nada me faltaría, pero ella... lo escupió todo; no lo amaba, lo utilizo, y el dinero lo compartía con su novio, a quien si podía llamar "el amor de su vida". Quiso abortar, ya que ¡era joven!, pero él no lo permitió, e hizo que me tuviera, y me quede con él, a cambio que le siga mandando dinero.

» Pasaron los años, y contrario a lo que creerías, jamás pregunte por mi madre, no quería saber. Era una niña quieta, callada, con la mente enfocada en los estudios y de pasatiempo el ballet. Estaba apagada.

» Recuerdo que un día me quede en casa, y no entiendo porqué lo hice- se regaño- pero baje las escaleras, y cuando lo hice escuche dos voces del estudio de mi padre. Era ella pidiendo más dinero, y él solo la criticaba por ni preguntar como yo estaba. Sus palabras me asqueaban, y para mi mala suerte la puerta no estaba cerrada y me notaron.

» Aunque quiera, jamás olvidare su mirada, me veía después de diez años, y solo me dijo que era linda e incomoda me dio dos palmaditas en la cabeza, como si fuera un perro. Lo peor es que me parecía mucho a ella, no quería nada con ella.

» Gracias al odio hacia ella empecé a aparecer, en murmullos, en pensamientos ignorados- lanzo un suspiro fingiendo pena-. Pobre Maddison, apenas la dejaba dormir. Intento callarme, desde leer más fuerte al punto de gritar, a golpearse la cabeza.

- Espera...- Jared la interrumpió-. Hablas como si fueras algo, y Maddison otra persona.

- ¿No lo entiendes? ¡No soy alguien!- se acerco lentamente mientras hablaba animada-. Soy una idea, un sentimiento, aquel pensamiento que sabes que esta mal, que es horrible, pero que no puedes evitar. Soy el demonio que quieren callar, el defecto que intentas ocultar... el mal que Maddison quiso encerrar.

» Y después de aquel día- hablo con rabia mientras las lagrimas se acumulan en sus ojos-. El momento que mi padre muere por el cáncer, y por ser menor de edad tuvieron que traer a vivir a mi casa a esa bruja, la cual ni lloro en el funeral, y entro tarareando a mi casa.

» Después de eso, Maddison empezó a escucharme, se reía de mis ideas de asfixiarla mientras dormía, incluso hicimos lo que era mejor... quedarnos con una pequeña parte, y que me emancipara para poder largarme, o dejar pasar el tiempo y esperar a tener la mayoría de edad, y estar totalmente quebrada gracias a esa ladrona.

» Estudie, trabaje, y llegue a juntar lo suficiente para pagarme un departamento de mierda...- respiro un momento-. Lo demás lo sabes.

- ¿Qué paso con tu madre?- no quiso preguntar porqué no la visitaba, se imaginaba la respuesta.

- Karma, se mato en un accidente, un auto que consiguió gracias el trabajo de mi padre fue su tumba. Me alegra saber que esta en el infierno.

- Era tu madre- la detuvo.

- Era el peor ser que existió- hablo con el seño fruncido y odio en su tono de voz.

- Cometió errores...- trato hacerla razonar.

- ¡Ni siquiera quería que la llame madre! Tenia que llamarla por su nombre, ¿sabes? Se lo agradezco, no quería tener su parentesco... jamás debió existir.

- Ya para.

- ¡Estaba maldita!- se altero mucho más-. Todo seria mejor si ella no hubiera existido, no habría su sangre, yo no existiría. Fue por su culpa que hice tanto daño, que matara tanto.

- Esa fue tu culpa.

- ¡Por ella soy así, gracias a ella estoy aquí!- grito y golpeo el vidrio con las palmas en las manos-. Estoy maldita, igual que ella- limpio con furia unas  lágrimas que dejo escapar.

- Tranquila...- se levanto de su asiento y se paro en frente de ella, mirándola a los ojos.

- Es horrible...-dijo más calmada.

- ¿A qué te refieres?

- El estar encerrada... no me refiero aquí- miro a su alrededor-, merezco esto, pero el sentirme una intrusa- lentamente subió su mano y acaricio su cabeza-, el estar a oscuras casi todo el tiempo, siendo ignorada.

Jared entendió de que hablaba, del mismo encierro que hablo Maddison aquella vez, lo entendió todo, eran dos personalidades en un cuerpo, una chica normal, y una dañada, dispuesta a lastimar.

- Si no me conocieras, ¿dirías que hay algo malo en mi?

Lo miro esperando que le respondiera, él suspiro y creyó saber la respuesta, pero vio sus ojos, y miro a una chica asustada, indefensa, alguien que no podría dañar a nadie.

- No- respondió sincero.

- Estas ciego, igual que mi padre, igual que él, igual que todos... ¿por qué no pude estar ciega también?

Otra lagrima resbalo por su mejilla, y Jared quiso limpiársela, pero el sentir el vidrio y no su piel lo hizo volver a la realidad, no podía consolarla, no podía tocarla, jamás podría.

- Su peor daño fue tenerme... y hacerme maldita, darle buena suerte a alguien, o mala, y lo peor es que fui la defectuosa, pero no la única.

- ¿De qué hablas?

- Ella se embarazo de su novio, provocando que la deje... pero a diferencia de mi, ella lo crio, lo tuvo con ella y lo metió a mi casa. Un mimado con disfraz de policía, a quien igual que un gato negro pase enfrente de él y lo lastime.

Jared se alejo un poco y la miro mejor, observo como una sonrisa aparecía en su rostro mientras hablaba.

- En su mala suerte intento detenerme, encontró mi casino, y el único segundo que se permitió sorprenderse de verme, me dio la oportunidad de dispararle.

- Tú... mataste a tu hermano- dijo un poco aturdido, por lo que ignoro el sonido de alguien entrando.

- No, para su desgracia no...- sonrió.

- Me dio en la pierna, arruinándome el ser policía.

Se escucho otra voz en la sala, haciendo que Jared volteé, y vea a Steve observando a Poker.

- Pero eres mi guardia, no estas tan perdido... hermanito- dijo burlándose.









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⏰ Última actualización: Mar 02, 2019 ⏰

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