¡Voy a conquistarte!

Capítulo 1: Subterráneo.

¡Hola a todo el mundo, aquí DNA!

Bueno, esta es una de las historias ya antes publicadas en Amor Yaoi y ahora la estaré subiendo aquí.

Es en realidad una historia corta con capítulos igualmente de cortos, así que espero que la disfruten mucho. Como siempre, tratare de actualizar tan seguido como pueda.

Así que sin mucho más que agregar...

¡Espero les guste!

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¿Por qué le pasaba esto a él?

Era lo único que Luhan podía pensar mientras arrastraba de mala gana sus pies a ese maldito lugar; él lo odiaba inimaginablemente y ahora se veía obligado a ir ahí y no lo entendía.

¿Por qué de todas las personas que tenían que hacer algo que no les gustaba tenía que ser él quien lo hiciera?

¡Era simplemente injusto!

¿Qué de malo había hecho él?

Era una buena persona, amable, educado, estudioso, trabajador, decente y además guapo, aunque bueno, tal vez lo último no era necesario mencionarlo, pero lo era y era por eso que Luhan simplemente no entendía porque el universo debía ser tan injusto con una persona tan preciosa como lo era él.

¿Qué acto despreciable había cometido para ser castigado de esa cruel manera?

Él no le hacía daño a nadie. Era un hombre -muy hombre y maduro, cabe mencionar- de 16 años tan normal y pacífico como cualquier otro, del cual sus únicos errores eran no pensar antes de actuar y tener un supuesto hermano mayor-mejor amigo muy imbécil, pero era solamente eso y nada más. Aunque...

Probablemente si se ponía a pensarlo seriamente, Luhan no era mejor que su hermano mayor.

Porque, si tuviera que describirse, Luhan diría que era algo como...

50% Idiotez, inmadurez, rebeldía entre muchas otras cosas que lo hacían muy imprudente y estúpido, como decía su consejera escolar.

35% Inteligencia.

15% Madurez y...

¡Bien!

Lo admitía, no era tan perfecto y probablemente el hecho de dejar que JongDae lo arrastrara en todas sus idioteces eran gran prueba de ello. Justo como la vez que lo convenció de ayudarlo a acosar a ese chico que le gustaba.

O cuando tomaron el auto de su tío y se fueron de fin de semana por dos semanas.

O cuando lo convenció de entrar en esa iglesia y gritar que se quemaba.

O hace tres meses que lo convenció de hacerse perforaciones por lo cual ahora usaba piercings en la oreja izquierda, que habían dolido como el infierno y que no era por presumir, pero lo hacían lucir muy sexy.

O el mes pasado que se dejó convencer para que su idiota hermano probara en él ese estúpido producto para cabello que casi lo deja calvo.

O ayer que lo convenció de dejarlo intentar con su bicicleta una acrobacia que vio en internet y que, terminó con el idiota de Chen dejando su rostro en la acera y su bicicleta destrozada y...

¡Argh, maldito fuera Kim JongDae!

Todo eso era su maldita culpa, por él ahora Luhan tenía que usar el maldito subterráneo, lo cual odiaba profundamente.