Capítulo 8: Él es especial.

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Todo era bello a su alrededor, había árboles, flores de todo los colores, el cielo era azul, el sol brillaba, las aves cantaban, y había conejos y unicornios hasta donde alcanzaba la vista. Todo era simplemente hermoso.

— Luhan —llamó una ardillita.

— Hola, ardillita —saludó con una sonrisa.

— ¿A quién llamas ardilla, imbécil? —Gruñó con enojo la simpática criatura.

— ¿E-Eh?

— Xi Luhan, presta atención —ordenó ese unicornio blanco con cabellos morados.

— ¿Prestar atención? —Inquirió confuso.

— Luhan —llamó alguien más.

— ¿Se-Sehunnie? —Balbuceó y sintió sus mejillas volverse rojas.

— Todo acabo, Luhan —dijo seriamente.

— ¿Q-Qué?

— Es inútil —sentenció con cansancio.

— ¿Qué es lo que acabó y es inútil? ¿De qué hablas? —Interrogó angustiado.

— Se terminó. Ya es hora —respondió Sehun.

— ¿A qué te refieres Sehun? —Preguntó desesperado por saber- Sí estaba refiriéndose a lo suyo, Luhan no quería que terminara todavía, no podía.

— Basta, no continuaré con esto —sentenció fastidiado el rubio.

— Sehun por favor —suplicó tratando de detenerlo.

— ¡Xi Luhan! —Le gritó el unicornio.

— ¡No me dejes! —Gritó con los ojos fuertemente cerrados.

Estruendosas carcajadas llegaron a sus oídos y se apresuró a abrir los ojos, únicamente para encontrar que no estaba de ninguna forma en un bello bosque encantado con conejos, ardillas y unicornios que hablaban. En realidad, él estaba en su salón de clases, rodeado de algunos de sus compañeros que no dejaban de reírse de él y de la forma en que su profesor lo observaba.

— Bueno, señor Xi —habló el mayor—. Nosotros simplemente intentábamos despertarlo porque las clases ya terminaron, pero se puede quedar en la escuela si quiere —dijo burlón su profesor, haciendo que Luhan enrojeciera hasta las orejas.

— Yo... lo siento, profesor Lee —murmuró avergonzado.

— Olvídelo —suspiró—. Como dije, es todo por el día de hoy. Hasta mañana jóvenes —se despidió y finalmente salió del salón.

— Hey, Lu. ¿Qué soñabas? —Preguntó burlón uno de sus compañeros, que todavía seguía ahí.

— No contigo, de eso puedes estar seguro Jun —respondió con falsa inocencia, haciendo reír a todos los demás.

Ignoró completamente la expresión de enojo de su compañero de clases y tomó todas sus cosas, finalmente saliendo de ahí.

Un largo bostezo salió de entre sus labios cuando estuvo fuera de la escuela y dentro de los casi vacíos vagones del subterráneo. Y somnoliento, recargó casi todo su peso en el tubo al cual estaba sosteniéndose.

Sin lugar a dudas, ese día en especial él estaba exhausto a más no poder y apenas era jueves. Los exámenes habían comenzado para él y las noches en su mayoría las usaba para estudiar hasta altas horas de la noche. Algo que tal vez no debería estar haciendo pero, tristemente, él era débil.

Simplemente no podía resistirse a Sehun y últimamente él parecía estar más ocupado también, por lo que tenían que verse más tarde de lo usual y eso consumía el tiempo que él normalmente ocuparía para estudiar.

¡Voy a conquistarte!Where stories live. Discover now