¿Soy alma?

Puedo sentir mi cuerpo, mi físico, mi "yo"pegado a la superficie.

Puedo sentir cómo me pesa la gravedad y como me hundo en este sitio, absorbiendo toda la energía de impacto proveniente de mis pies al entrar en contacto con el pavimento.

Puedo sentirme ocupando este puesto.

Pero sin embargo, soy alma.

Me siento viajando en las corrientes viento, volando en la brisa del día con todos los insectos como obstáculos.

También me siento aparte.

Aparte del mundo, de la atmósfera, del universo.

Flotando.

Flotando en la totalidad del espacio-tiempo, de todas las formas de materia, la energía, el impulso, las leyes y constantes físicas que lo gobiernan.

Sin embargo, también me encuentro flotando en el vacío, en la nada.

En un espacio hueco, sin aire ni ninguna otra materia.

Me siento aparte, pero a la vez aferrada.

Atada a mi cuerpo físico ocupando un volumen, en un sitio, en un lugar, en un ambiente, en un mundo, en un universo, en una galaxia, en una dimensión.

Sólo existiendo.

Cuando a la vez no ocupo ningún espacio geográfico, tal vez uno astral o metafórico.

Mi mente puede viajar miles de kilómetros de distancia mientras mi torso y extremidades se inmutan en una posición habitual.

Divago dentro de mi mente.

Veo un punto fijo que a simple vista es insignificante.

Pero, ¿cómo puede un simple agujero llevarme tan lejos y tan cerca, tan profundo dentro de mis pensamientos pero a la vez en sentidos tan superficiales, tan absurdo de pensar pero a la vez desencadenando temas no particulares que estos por si solos desencadenan sentimientos y pensamientos ocultos que creía que no existían, tan ambiguos pero tan precisos?

Entonces vuelvo a reflexionar y pienso; si, soy alma.

Soy un alma encerrada en un envase de piel y hueso.

Igual a los demás.

¿Pero eso me hace igual a los demás?