Intento de una historia de amor

Prólogo

Alicia: ¿Cuanto tiempo es para siempre?

Conejo blanco: A veces, solo un segundo.

-Alicia en el país de las maravillas.

Mi vida consistía en eso, en aferrarse a segundos, en darlo todo porque no se sabia cuanto podría durar, en esperar..

Si, bastante de eso. Esperar era mi clase de "lema": "Esperar una señal" , "esperar un gesto" , "esperarlo a el" , "esperarte"... Simplemente agotador...

No había nada seguro para mi, de eso estaba segura; todo lo que quería o empezaba a querer poco a poco me destruía, o mas sencillo aún: terminaba desapareciendo, dejandome sola o más dañada que al principio.

Me aferraba a la más mínima muestra de afecto de cualquiera, y cuando se iba simplemente me iba yo con todo ello... Siempre estaba en la posición de dar sin recibir mucho a cambio, pero para mi estaba bien... (Sigo hablando en pasado cuando nada de eso ha cambiado).

¿Amor? quizás lo sentí, quizás aun no sé como es... Pero tenia claro que era ese tipo de cosas que era mejor verlas por fuera: Todo se ve magnifico desde afuera, nada puede fallar desde allí, es como ver una buena película romántica, enamorarte de los protagonistas, llorar y reír con ellos, pero al salir de la función, todo sigue igual que antes... intacto. Mientras que estar dentro de el: Eso si que es más complicado, allí es como estar desnuda frente a una multitud, sentirte expuesta, como si en cualquier momento alguien pudiera atravesar cada uno de tus poros. Vulnerable. A nadie le gusta la vulnerabilidad... Yo tiendo a confundirla con debilidad; Eso se sentía estar dentro del amor, dentro de esa burbuja asfixiante... Sabiendo que en cualquier momento puede reventar... y convertirse en una simple nada...

Aun sabiendo todo ello construí una extraña historia de amor, que más de hablar de dos solo hablaba de una, que era yo...

"Más que vivir la vida, yo vivía sólo de momentos, pero a fin de cuentas: ¿No está la vida hecha de momentos?"

-La autora.