C A P Í T U L O | 0 1

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Volteo para ver la oficina y siento un poco de nostalgia porque este ha sido mi último día trabajando en ella

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Volteo para ver la oficina y siento un poco de nostalgia porque este ha sido mi último día trabajando en ella. Aún recuerdo perfectamente, el primer caso que tuvimos y todo lo que tuve que pasar para llegar al lugar en el que estoy ahora.

Cuando era pequeña, mi sueño siempre fue ser una oficial de policía como mi padre y cuando me dijeron que él había muerto, ese sueño, paso a ser el número uno en mi lista de cosas por hacer. De cualquier forma, cuando encontré una carta en la habitación de mi madre, en la que decía con todo detalle cómo había encontrado a alguien más y que no iba a regresar, decidí dejar ese sueño atrás. Mi padre estaba vivo y estaba con otra mujer, en ese momento me di cuenta de que no había punto en convertirme en policía. No quería convertirme en lo que él se había convertido.

Pero cuando entré a la academia a los diecinueve años, me di cuenta de que había gastado mi tiempo en Illinois estudiando algo que nunca me había gustado y agradezco al universo por haber puesto a Hank Voight en mi camino.

Esa es otra de las razones por las cuales me es tan difícil dejar este lugar, siento que le debo mi vida a ese hombre, el hombre que se convirtió en mi sargento.

—Nadie te está obligando a irte —La voz de Voight se escucha cuando sale de su oficina. Estoy de pie entre los escritorios viendo todo desde ahí.

Volteo hacia él con una sonrisa y siento mis ojos comenzar a llenarse con lágrimas.

—No sé cómo agradecerte por todo lo que has hecho por mí —le digo sacudiendo un poco mi cabeza. Él se acerca a mí un poco—. Has sido como mi padre todo este tiempo... bueno, mejor que él...

Hank sonríe un poco.

—¿Recuerdas el día que te lleve a mi departamento? —Me pregunta y yo suelto una risa, asiento sin necesidad de hacerlo. sabe a la perfección que lo recuerdo muy bien—. Ya te había seguido desde un par de días antes. No sabía quién eras, solo supe que podía hacer algo por ti.

—Y siempre te lo voy a agradecer —digo honestamente—. Todos conocen al violento sargento Hank Voight, pero solo unos pocos hemos conocido tu lado paternal... y me alegro de que yo sea uno de esos pocos...

—¡Oh, vamos! —dice riendo y yo hago lo mismo—. No dejes que los otros te escuchen...

—Gracias por todo, Hank...

—No te despidas, no es la última vez que nos veremos.

Sonrío esperando que sea verdad.

—Vamos, es muy tarde —dice.

Asiento y tomo la caja en la que están todas mis cosas y le echo un último vistazo al lugar, deteniéndome un poco más en el escritorio de Adam.

Definitivamente voy a extrañar todo esto.

—Prepara tus oídos —Voight me dice antes de que lleguemos al primer piso.

Me confundo un poco y le lanzo una mirada. Cuando pasamos la puerta de seguridad, escucho un ruido estruendoso haciéndome brincar un poco pues me había tomado por sorpresa.

DEEP BROWN EYES | N. AMARO | U.V.E | ESPAÑOLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora