DRAGON HIGH SCHOOL Z NEW

CAPITULO 12: UN GRAN APCALPSIS. ''EL ARMAGEDDON DESENCADENADO POR DEIDADES''.

Había pasado, una semana, desde la desaparición de Goku. Desde ese entonces, todos los dioses de las mitologías, realizaban reuniones en la mansión Gremory. Por seguridad, los chicos tuvieron que pasarse a vivir a la mansión Gremory. También en la mayoría de reuniones que se realizaban, el gran rojo tenía que asistir, ya que el también temía por la situación actual en la que se encontraba, el orden en todo el universo, un orden que está a fuera de su alcance y que saben por mucho, que el control o equilibrio en el universo, es algo que esta fuera de su alcance.

La mayoría de las reuniones, consistían en realizar alguna una forma para rescatar a Goku, o por lo menos para localizar su ubicación, pero nada serbia ya que no podían localizar o sentir la presencia de Goku, y buscar en todo el universo, era más que un dolor de cabeza para todos, aunque dependieran de la ayuda del gran rojo, el dios Shiva y la misma Ophis.

Si bien, ellos sabían que no podían combatir contra esos sujetos a los que Goku se vio obligado a enfrentar, por el bien de todos los mundos mitológicos, reinos y facciones. Todos estarían dispuesto a buscar al sujeto, que si más bien ha traído unos grandes momentos de paz y convivencia, entre las facciones, las mitologías y los reinos, y peores cosas pudieron suceder si todo no hubiese sido por su gran corazón y forma de analizar las cosas. Todos estarían dispuestos a ayudar a Son Goku, ya que quedarse de brazos cruzados y esperar a que los mataran, no era una opción que los dejaban marcados como deidades con honor.

Todos les tenían un gran aprecio a Goku, sobre todo Sirzech, quien considero a Goku como un miembro de su familia, no solo porque este sea el comprometido de su hermana menor. Lo considero como alguien de su familia como si fuera de sangre pura, y él le debía mucho a Goku por todas las veces que ayudo a su hermana, tanto como a su clan y a todas las facciones. El aria todo lo que este a su alcance por traer al cabellos de puntas, al chico inocente que estaba recibiendo clases de modales y madures por parte de su madre, para que fuera un hombre maduro y con responsabilidades, aunque entendía que aquel hombre de cabellos de punta, era perteneciente a una raza guerrera, que no podía parar de pelear ni mucho menos entrenar, por responsabilidades mundanas, por lo que sería imposible cambiar esos grandes detalles de este ser, pero aun así, él tiene un gran aprecio hacia él.

El Mao más poderoso, perteneciente de una caballera roja y un hermoso rostro. Se encontraba en su escritorio pensando, con sus manos entrelazadas con sus dedos, teniendo un mazo formado por su mano en el cual apoyaba su barbilla para pensar mejor. Su hermana menor, la princesa carmesí, poseyentes de unos ojos azules, a los cuales Goku accidentalmente los llamo, el corazón del mar. Aunque la inocencia de Goku no le permitiría pensar tan deslumbrante apodo, él tenía un lado amoroso, y lucia de una forma más madura de cuando una relación se tratase. Él podía conseguir fácilmente, lo que todo hombre le era difícil conseguir, el total control del corazón de una mujer. Esta chica había sido víctima de una gran depresión, la cual no es normal para un demonio, pero pareciese como si le hubieran llevado hasta el alma. La chica pasaba todo el día, encerrada en su habitación.

No podía asistir a la secundaria, no quería hablar con nadie a excepción de su madre, quien la vivía consolando todo el tiempo. Ella se encontraba en una cama, con una bata morada que poseía finos tirantes, y no tenía puesto un sostén, ella parecía una quinceañera castigada, como si la hubieran dejado encerrado y no la dejaron ir a un concierto de Justin Bieber. Pues no, su situación era mucho peor. Ella se hacía con lágrimas en sus ojos, mientras tenía unos cuantos flashbacks.

FLASHBACK.

Ella empezó a recordar perfectamente, la vez que le dijo a Goku que temiera en el día que se tuviera que ir para siempre de su lado. Ella recuerda perfectamente que ellos estaban bajo las estrellas, y media luna llena se hacía presente ante ellos. Ambos se encontraban en un puente de la ciudad de Tokio, por lo que el ambiente era mucho más iluminado, además de hermoso.