Hate ❁ JaeDo [COMPLETA]

3. Gracias

La fiesta del día sabado habia comenzado, nuevamente las personas llenaban la enorme sala de los hermanos Lee.

Yoonoh no podia dejar de mirar la puerta de entrada y el reloj, eran casi las 10 pm y Dongyoung no habia vuelto de la biblioteca.  Sin mostrarse demasiado preocupado le preguntó a su mejor amigo sobre el menor y él solo respondió que generalmente cuando Dong iba a la biblioteca regresaba muy tarde. Eso de igual manera no lo calmo para nada.

Subio a la habitacion de Taeyong en busca de un abrigo y escucho la risa de su hermano, sin interrumpir pudo observar como Jaeno y Jaemin jugaban juntos y reian,  Yoonoh sonrió, él sabia de los sentimientos de su hermano.

- Jaemin. - llamó y éste se apartó de Jaeno. - Saldre un rato,  quedate aqui,  no vayas a ningun lado. ¿Está bien?

- Si.

- Ahora regreso. - dijo volteando pero se volvió. - Ah,  y Lee Jaeno,  ojo con mi hermanito. - las mejillas de Jaemin se tiñeron de rosa.

- Y tú con el mio. - levantó su ceja,  serio.

Yoonoh lo miró sorprendido,  luego sonrió y asintió.

- Idiota,  idiota,  idiota. - Dongyoung golpeaba su cabeza una y otra vez,  no sabía si esas palabras habían sido para él o para Yoonoh.

Toda la tarde no pudo concentrarse en nada sobre sus materias, los recuerdos de la fiesta de ayer en la noche llegaban en pequeños pedazos, sonrojandose y odiandose.  ¿De verdad había hecho todo eso ayer? ¿De verdad había hecho todo eso hoy nuevamente? ¿Qué estaba pasando con él?

- Sal de mi cabeza, imbécil. - Lloriqueaba.

No podia sacar al mayor de su cabeza y tampoco podia olvidar como lo habia besado en la tarde.

Dongyoung caminaba de vuelta a su casa, la biblioteca no estaba lejos pero sorpresivamente no había mucha gente en la calle y eso le dió un poco de miedo.

Frustado se reprochaba que otra vez habia perdido un dia de estudio. Estupido, Yoonoh.

Sintió pasos tras él y sin voltear apresuró su caminar.

Temblaba y pedía por favor al cielo poder llegar sano y salvo a su casa pero sintió los pasos aun más cerca.

- Hola, bonito. - alguien tapó su boca tras él. - ¿Que tal si jugamos un ratito? - susurró en su oído y toda su salgre se congeló.  No,  por favor.

Dougyoung sollozó y quedó totalmente inmóvil pero luego sintió que el hombre soltó su agarre. Volteó y el hombre estaba tendido en el suelo.

- Hijo de puta, nunca mas en tu maldita vida te atrevas a tocarlo.

Yoonoh con su respiración acelerada lo miraba con furia, el hombre que trataba de colocar su quijada en su lugar se levantó y corrió lejos.

- ¿Estas bien? - se acercó a observarlo completamente. - ¿Te hizo algo?