Perdidos en la misma nube

¿Conexión?

En la misma nube, nos encontramos ella y yo. Nuestras miradas se cruzaron y nos miramos fijamente, sabiendo lo el otro pensaba, es como si tuviéramos una especie de conexión. Sentía que la conocía de alguna parte, pero es raro, a ella... nunca la vi en mi vida.

Tenía la necesidad de hablarle, conocerla, amarla ¿Amor a primera vista? No lo creo, nunca creí en que una persona se enamora de una con tal solo una mirada, pero todavía no descarto esa idea. Pensado esto, decidí hablarle.

-hey, ¿Cómo te llamas?- Adam solo recibió una mirada de confusión de parte de la chica- yo soy Adam, ahora, dime tu nombre por favor- el chico le dio una mirada de súplica-.

-Sara -respondió en seco la castaña- mi nombre es Sara-repitió­- ¿en dónde nos encontramos?- interrogo la chica-.

-eso no te lo puedo responder, no sabría que decirte porque tampoco lo sé- le contesto el rubio- pero por lo que veo, ¿estamos sobre una nube?-respondió dudoso el de ojos verdes-.

La morena bajo su mirada, luego la volvió a subir para mirar a sus costados, para así confirmar que lo que decía el rubio era verdad. La castaña se acercó un poco a la orilla asombrada, para contemplar la vista. Adam se posó al lado de Sara para así también contemplar la vista con ella. Hasta que el decidió romper el silencio con una pregunta.

-oye Sara, esto ¿es un sueño?- pregunto con curiosidad y confusión a la morena-.

-no lo sé Adam, tal vez lo sea, ya que, en la realidad estar donde y como estamos es técnicamente imposible- respondió la castaña a la duda del rubio-.

-eso significa que cuando despertemos, ¿nos olvidaremos?- pregunto con un poco de tristeza-.

-tal vez, pero espero que no pase, me gustaría conocerte un poco más. Así tal vez podríamos ser amigos, no lo sé- Confeso la de ojos color miel-.

Adam se sonrojo un poco, el admitía que Sara era linda, y amable. A él le encantaría conocerla más, sus gustos, preferencias, saber todo de ella.

Cundo él estaba por responder al comentario de Sara una luz empezó a consumir todo lo que estaba alrededor de ellos, y antes de que llegara a ellos, el rubio respondió.

-me encantaría que seamos amigos, mañana espero volver a verte,¡ hasta luego Sara!- se despidió-.

Gracias a los rayos del sol que entraban por la ventana de su habitación, Adam había despertado, maldijo para sus adentros haber despertado, pero agradeció no haber olvidado ese sueño, y más a esa chica, Sara. Ese día fue un buen día para el rubio, estuvo feliz en lo que duro el día.