👑 Prólogo 👑

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Les dejé una nota al final del capítulo, espero puedan leerla 🤍.

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Supongo que alguna vez, en un lugar escondido entre sus memorias, han encontrado una historia como esta.

Donde grandes castillos clamaban por la atención de los reinos ajenos, donde la dominación de un territorio valía más que la vida de miles de personas, donde se cantaban relatos y mitos sobre sirenas, brujas y maldiciones, donde los príncipes y princesas vivían un caótico romance conocido por todo habitante y sirviente cizañero del castillo.

Les suena, ¿verdad?

Igual a todas ellas, esta es una historia de amor, pero diferente a cualquier otra que has leído. Donde las cosas podrían haber sucedido de otra manera, y "sin embargo" sucedieron así.

Rodeado de cristalinas aguas, camuflado entre la densidad de los bosques y dominando una privilegiada región de la que no muchos habían oído hablar; se encontraba un hermoso reino, uno lo bastante oculto como para que solo territorios cercanos supieran de su existencia.

Su nombre era Abjadia.

Como todo reino, tenía innumerables bosques, y diversos pueblos en él. Allí habitaban animales y bestias, siendo, sin duda alguna una de los principales atractivos del lugar. El reino, a pesar de su basto terreno, gran cantidad de habitantes, y fauna única; seguía siendo bastante pequeño en comparación a otras naciones.

Por lo tanto, apenas era conocido por los territorios colindantes a él.

De cualquier forma, eso poco importa en esta historia. Conocido o no, Abjadia, como todos los demás reinos, contaba con un inmenso palacio, uno tan hermoso y brillante que podría deslumbrar a cualquiera.

Evidentemente, en aquel castillo, vivían los dichosos gobernantes de esa bella nación: Los Park.

La familia real constaba básicamente de 5 miembros, bueno, 4 en realidad:

En primer lugar, hablaremos del rey Park Minho. Él era quien gobernaba el reino entero en todas sus facultades. No era un tirano, pero le faltaba muy poco para serlo. La petulancia se le escapaba hasta por los poros y sumado a ello, la arrogancia y ansias de poder lo consumían un poco más cada día. Él gozaba del total respeto y lealtad de sus súbditos, además de una gran admiración por parte de su pueblo. Sus decretos y tratos con otras regiones, lograron que Abjadia creciera cada vez más económicamente y lograra así darle una mejor vida a los aldeanos que la habitaban. Consiguió estabilidad con esas contadas pero estratégicas conexiones.

Su amor por el poder, había sido beneficioso para su poco conocido reino después de todo.

Por otro lado, encontramos a la reina Suyan. Ella era en extremo hermosa e increíblemente dulce, obteniendo así miles de seudónimos por parte de su pueblo. Todo ello debido a la amabilidad, comprensión y belleza hipnotizante de la que era poseedora. Se rumoreaba incluso que era una diosa caída del cielo, tanto por su apariencia y sincero actuar. Además, de no ser por sus hijos, la soledad ya la habría consumido por completo. Paseaba por el castillo y contemplaba sus jardines, esperando que alguna vez, su buen esposo lograra verla con aquellos ojos llenos de ese brillito especial que ya habían perdido hace tiempo.

Ahora... Sobre el tercer miembro de la familia real no se sabía mucho.

Su primer hijo se había convertido en un completo misterio con el pasar de los años. Desapareció sin dejar rastro alguno, y a pesar de la ardua búsqueda que realizó la familia real para encontrarlo, no lograron conseguir nada. No se le volvió a ver nunca más. Con el tiempo, su nombre había sido olvidado por gran parte de los habitantes del reino, salvo por aquellos que sí tuvieron la dicha de conocerlo.

At your orders, My prince- #KOOKMIN OMEGAVERSEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora