At your orders, My prince- #KOOKMIN OMEGAVERSE

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El banquete había transcurrido con normalidad.

Tanto la reina como el rey Park estaban un tanto asombrados por los increíbles buenos modales del príncipe invitado. Utilizaba un vocabulario muy avanzado para su edad, y cada que cometía un error, lo corregía al instante. Por otro lado, el pequeño rubio jugaba con los guisantes de su cena y hablaba de la manera en la que él quería. Se veía muchísimo más apagado de lo normal, pero nadie aparte de su madre lo había notado realmente. A pesar de ello, el espíritu de aquel pequeño rubio prevalecía sobre su posible malestat, pues se encontraba preguntándole a su nuevo amigo sobre cómo era tener un "tutor" y si tenía mascotas o no. El azabache respondía con alegría en sus palabras a cada pregunta curiosa del otro pequeño.

Mientras los niños charlaban, Kim comenzó a hablar.

- Está todo realmente delicioso, su Majestad, muchas gracias- dijo acabando con el platillo principal.

- No hay de qué, al contrario, gracias a usted por venir- sonrió la pelirroja.

- Nuevamente, quisiera disculparme en nombre del rey y la reina Jung por su ausencia el día de hoy.

- Un tratado comercial con reinos vecinos siempre va a ser de suma importancia, Namjoon- dijo examinando al peligris- Además, mi buen amigo ya me había avisado sobre ello hace unas semanas, por lo que no hay inconveniente alguno. Lo importante es que el príncipe Hoseok pudo venir... Creo que se llevan bien, ¿no lo creen?- preguntó a las otras dos personas presentes.

Mientras Namjoon y Suyan veían a ambos niños con una sonrisa ligera una gran amistad y alianza futura bastante estable, el rey observaba una nueva fuente de ingresos para su reino. Tuvo la suerte de que Chanyeol se enamorara del príncipe Byun y viceversa, hubiese sido más difícil sino. Después de todo, ellos se conocieron hace apenas unos años, con el total conocimiento de la relación impuesta por parte de ambas familias. En especial de los fines lucrativos que su relación tendría. A su hijo no le había gustado la idea en un principio, y aunque haría que se unieran incluso si a Chanyeil no le gustara, el rey era muy consciente de que si las cosas hubieran sido de otra manera, todo hubiera sido mucho más conflictivo, especialmente debido al espíritu rebelde de su hijo. Por otro lado, Byun Baekhyun también suponía problemas. Él creía en las parejas destinadas y por ello, en un principio también se opuso firmemente a aquel compromiso. Sus convicciones harían que espere al amor de su vida en lugar de casarse por dinero.

Sin embargo, todas las ideas de ese par se esfumaron al instante en el momento en que se vieron por primera vez. En un año, los dos estaban profundamente enamorados.

A pesar de que resultó bien, se trataba únicamente de un caso particular.

No podía garantizar de ninguna manera que sería así con Jimin. Fue así que, para evitar una situación problemática a futuro y ahorrarse problemas, al nacer su hijo y verificar la casta a la que este peetenecía, hizo un trato con la familia real Jung; comprometiendo a ambos cachorros desde pequeños y dejarlos conocerse a profundidad. No le importaba demasiado si se enamoraban o no.

Si llegaran a ser amigos o amantes en un futuro le era poco relevante.

- Parece que ya son amigos~- sonrió Suyan al verlos jugar con el chocolate del postre.

Namjoon asintió, ahorrándose el sermón hacia el príncipe que en esos momentos se encontraba riendo.

- ¡Tienes cocholate ahí!- el rubio rió bajito por el rostro sucio del niño.

El pelinegro se pasó la servilleta por el rostro, sonrojándose por lo tonto que podría haberse visto en ese momento.

Pensó en ese momento en Taeyun. Si ese niño lo viera, seguramente se burlaría de él. Pero lo merecía, lo hizo llorar, eso no es lo que haría un príncipe.