𝟤.𝒶𝓁𝑔𝑜𝒹𝑜́𝓃 𝒹𝑒 𝒶𝓏𝓊́𝒸𝒶𝓇

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Lluvia cristalizada, fría brisa, cielo gris y ojos tristes..; se hallaba el día en tonos oscuros y la lluvia pedía a gritos entrar por los frágiles cristales de nuestros corazones.


con su pluma entintaba entre las blancas páginas de su libreta los pensamientos que lo aturdían, los que él creía que podrían estar grabados en las almas de los ciudadanos en días de agonía y abundante lluvia, yoonbin pensaba que tan feliz sería si sus manos pudieran redactar versos, párrafos empapados de calidez pero era imposible en su mente recatada y fría, simplemente no podía.

yoonbin creía que los días lluviosos y grises como los de hoy facilitarían mucho más a expandir sus versos.


                                                                                          (....)


luego de tener escrita 2 planas yoonbin decidió ir por un jugo que pudiera saciar su sed, necesitaba algo dulce para su paladar. la ventana se encontraba empapada de lluvia como debería, las cortinas no estaban cerradas lo cual ya a altas horas de la noche no debería ser; luego de tomar su néctar de naranjas correspondió a cerrarlas pero algo nublo su vista que hizo que frotara sus ojos una y otra vez para fijar la mirada.

piel de ceda, contextura delgada y suave, torso como el de un ángel, cintura diminuta como el tallo de un lirio, fineza como los pétalos en toda su figura.

yoonbin no se percato que el ser majestuoso y de piel lechosa era nada menos que su pequeño vecino; el pequeño caramelos, el niño que en su infancia le ofreció una linda y pura amistad con ojos sonrientes y manos cálidas.

sorpresa ante si mismo, antes las palabras que en su mente se formaron con aquella imagen blanquecina; gracias a dios su pequeño vecino no se dio cuenta de la mirada de yoonbin o todo sería eternamente incomodo entre ambos.

yoonbin no sabía con exactitud el porque de esos versos; aquella noche sus parpados no se cerraron hasta que la luz atravesó sus cortinas, su mente fue un lió toda la noche y el palpitar de su corazón no lo dejaba descansar.


la calidez recorrió su ser como la sangre en las arterías.

                                                                        (....)


"Quiero escribir sobre él" al despertar luego de haber dormido solo unas cuantas horas lo primero en cruzar por la mente agría de yoonbin fue aquello.

luego de pasar por la rutina monótona para empezar el día y en listarse hacía la escuela el niño azul temía encontrarse con quien paso en su mente toda la noche pero como ya se sabía la vida de Ha yoonbin era gris, totalmente gris.


— ¡Hola— musito yeongue con una enorme sonrisa y ojos de gato.

Ahí estaban, frente a frente afrontando la realidad o más bien el niño azul soportándola. yeongue con su expresión que recalcaba sonrisas y suavidad y por otro lado yoonbin quien intentaba pasar desapercibido agachando su cabeza.

—h-hola..— saludó tartamudo y seco.

— ¿Te molesta si nos vamos juntos a la escuela? sabes que siempre me voy acompañado de Jeongwoo pero hoy se enfermo y odio irme en soledad — hablaba entre sonrisas y pequeñas risillas.

la mente de yoonbin estaba colapsando, no sabía si podía resistir todo el camino; su rostro estaría más que color cereza pero sin más no pudo negarse y simplemente asintió. todo el camino hacía la escuela no fue más que solo un monologo del suave niño mientras yoonbin entregaba miradas secretas, miradas sonrojadas, miradas que decían mucho más que solo contacto visual.

al llegar a la escuela los opuestos niños debían separarse, el primero en hacerlo fue el niño azul con una breve inclinación como despedida de este tortuoso camino pero yeongue lo paró porque tenía algo que darle, algo que dejar en las frías manos de yoonbin.


—¿podrías darme tus manos un segundo? tengo un obsequio para ti—sonriente, yeongue dejó entre las manos de yoonbin una bolsa con el diseño de un tierno oso

sorprendido tomó la tierna bolsa, sabía que yeongue siempre le daba caramelos cada que estos se encontraban así que esto ya era normal.— Ohh..Gracias por el obsequio.—agradeció.

— espero y lo disfrutes los hice yo mismo y quería dártelos hace un tiempo pero te negabas a salir de tu habitación y apenas mirabas a mi ventana así que tuve la suerte de dártelos hoy, ¡gracias al dios de la glucosa pude dártelos!— más que feliz se notaba el  niño suave por sus expresiones parecía que su euforia saldría por sus mejillas rojizas.— ya que te los dí me iré, por favor cómelos deliciosamente. Adiós.

yoonbin no entendía el porque de la felicidad excesiva que siempre tría el niño frutal hacía él, pero extrañamente le gustaba.


                                                                 (....)

al llegar a la hora de colación el niño azul no llevo nada para comer así que se adentro a degustar de los caramelos que yeongue hizo para él, los reviso y no, no eran los caramelos que que sonriente siempre le entregaba desde que eran niños; eran chocolates en forma de corazón de color rosa pero estos sabían a nada menos que algodón de azúcar. 


yoonbin no entendía, pero la dulzura de ellos era suficiente para hacerlo feliz y tocar un pedacito de cielo.

mágicamente estaba experimentando felicidad y no quería que aquello se acabará.


tono rosa pálido, toque suave, cremoso y dulce; se abre paso a un camino lleno de flores, lleno de la brisa primaveral, de emociones indescriptibles, de un sabor a algodón de azúcar.


yoonbin pensaba que el niño sonrisas se veía como un algodón de azúcar, lindo, tierno y dulce.












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un poquito más de glucosa, será threeshot así que espero y puedan disfrutar de yoongue🌺

un poquito más de glucosa, será threeshot así que espero y puedan disfrutar de yoongue🌺

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𝑀𝑢𝑠𝑒→ 𝑌𝑜𝑜𝑛𝑔𝑢𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora