Mejores amigas ¡NO! ||Nina The Killer||One Shot||

🔪痛み🔪

Pov Nina:
La chica que tanto había amado desapareció sin dejar rastro.

Una vez que Jeff me transformó, tuve la libertad suficiente para salir y buscarla por donde sea.

Ya estaba cansada de no saber nada de ella.

Más de un mes y muchos dijeron qué tal vez ya estaría muerta. Si eso era verdad, vengaría su muerte.

Ella solía decirme que nunca dejara que los demás me cambiaran, que siempre los ignorara y que me mantuviera calmada ante cualquier situación.

No le hice caso y ahora estoy aquí, matando personas sin parar porque es divertido. Pero ella sigue siendo mi objetivo principal.

Yo era su admiradora secreta. Aunque no era la única.

Tenía a mis sospechosos y ahora solo quedaba uno; Samuel Sanders. Ya le había perdido la pista, es del único que desconozco la ubicación de su casa.

—¡Agggh! —me quejé por el golpe contra el suelo, Jeff me había tirado sin darme cuenta—.

—Joder, Nina, ¿en qué coño estás pensando? —me dio una patada en el estómago, siempre lo hace cuando no le hago caso o le hago enojar—. Que buena aprendiz resultaste.

—Maldita sea, Jeff —me puse de pie molesta—. Admito que me distraje pero no siempre debes patearme —apreté los dientes—.

—Siempre es lo mismo, ¿qué te trae así?

Mis comportamientos ya han sido extraños para él.

Matar solamente a chicos para después revisar cada rincón de su casa.

Evitar entrenamientos o distraerme en estos.

Evitar salidas a matar los dos juntos.

Andar por la ciudad sin preocuparme demasiado de que alguien me reconozca.

O simplemente de la nada gritar el nombre de _____.

—¡_____! —salí de mis pensamientos gritando su nombre, de nuevo—.

—Ya me tienes harto con tu _____, ¿quién mierda es? ¿Acaso tu distracción?

—¡Joder, si! —lo miré y él solamente se calmó un poco—.

—¿Quién es? —preguntó confundido—.

—Una amiga que desapareció —me encogí de hombros y ambos nos miramos sin decir nada ni estar molestos—.

—Entiendo —hizo una pausa—. ¿Desde hace cuánto?

—Desde hace más de un mes —suspiré—. Dicen que está muerta pero quiero verlo yo misma o al menos saber la verdad.

—¿Y qué haces con ello? —se cruzó de brazos—.

—He matado a tres de mis cuatro sospechosos y ninguno sabe sobre ella, revisé totalmente sus casas pero no había nada.

—¿Y dónde está el cuarto? —preguntó y yo me sorprendí de que le importara—.

—No lo sé, trato de localizarlo.

—Lo localizaremos —dio media vuelta y comenzó a caminar hacia lo profundo del bosque—.

—¡Jeff! —corrí para ponerme frente a él—.

—¿Qué? —frunció el ceño molesto—.

—No sabemos si está aquí o en otra ciudad.

—¿Y eso importa? Entre más cadáveres, mejor.