Querído Felix [2] || Changlix

«Carta 40»

Querido Felix...

Esta es mi última carta.

Lo tengo todo planeado.

He decidido que voy a suicidarme en el lago.

En aquel sitio especial.

No estoy llorando.

Y me agradezco a mí mismo por hacerlo.

Cuando termine esta carta la dejaré en un sobre.

Con todas las demás.

Explicando que te las den.

Porque quiero que las leas.

Y, cuando las leas (si es que las llegas a leer).

No quiero que te sientas culpable.

Todo lo contrario.

Quiero que te sientas agradecido.

Felix, eres la persona en la que más confió y en la que confíe.

A el que le cuento mis secretos.

Mis sentimientos.

Agradezco tanto tú existencia.

Cuando las leas supongo que te preguntarás: ¿por qué no me acerque?.

Por qué estamos destinados a enamorarnos, no a tocarnos.

Y sí, probablemente tú no lo estés de mí.

Pero yo de ti sí.

Aunque no de ese modo.

Eres mi amor secreto, Felix.

Y te quiero.

Y por eso tengo que irme.

Y también supongo que te preguntaras por qué me suicide.

Solo quiero que tú lo sepas.

La depresión llegó a mi con un ligero contratiempo.

Nada más y nada menos empezó con la ruptura de Hyunjin.

Me sentí tan estúpido.

Tan inservible.

Ahí empezaron las inseguridades.

Conocí a otro chico.

Pero hasta yo sabía que un clavo no saca a otro clavo.

Odiaba mirarme al espejo.

Odiaba mi forma de ser.

Yo solo quería ser perfecto.

¡¡¡Era tanto pedir!!!.

Probablemente pensarás que es una tontería.

Todos lo piensan.

Pero soy tan débil, Felix.

Sería un error arrepentirme a estas alturas.

Nadie puede salvarme ahora.

Ya es demasiado tarde.

"Nunca es demasiado tarde" suelen decir.

Pero... Felix.

Juro que no entienden nada cuando dicen esa frase.

Hay veces que sí es tarde.

Y está es una de ellas.

No me veo con fuerzas para seguir con vida.

Y soy un maldito egoísta, LO SÉ.

Pero no hay nada más que hacer.

FELIX.

Tengo que irme.

Para siempre.

Estoy preparado.

Sigo sin llorar.

Nunca se me dieron las despedidas.

Pero espero que esta sirva.

Te agradezco el haber estado ahí.

Aunque tú no lo supieras.

Espero que algún día lo comprendas.

Y espero que estas cartas no te asusten.

Pareces una persona fuerte, Felix.

Seguro que todo te va a ir bien en esta vida.

Y antes de despedirme te quiero adjuntar una pequeña nota.

Para cuando te sientas solo.

Y pienses en rendirte.

Adiós, Felix.

Nos veremos en un tiempo muy lejano.