Mi Lunática

El gran milagro

Alguien había sorprendidos a ambos muchachos en aquel acto.

- Idiota, gran idiota!!!

Cuando el joven de los Malfoy volteó asustado  a ver de quién se trataba, recibió un fuerte golpe en el rostro dejándolo tumbado en el suelo

- Lo sabía, sabía que entre tú y está mocosa había algo.

- Ahora, ¿qué es lo que harás? ¿Vas a notificar de esto al señor tenebroso?

- Lo haría con mucho gusto, si no vienes ahora mismo conmigo

- Hazlo, llámalo - retó Draco

- Draco por favor - intervino Luna demasiado asustada - Obedece lo que te ordena. Ambos que sabemos que la única que saldrá perjudicada en estoy soy yo

- Ella tiene razón Draco, te arriesgas demasiado

- En serio, ¿pondrías en riesgo la vida de tu hijo por fidelidad al señor tenebroso? 

- Sabes que solo lo hacemos para poner a salvo a nuestra familia, Draco. Vivir en paz y tranquilidad, ¿No es eso lo que deseas? ¿Poner fin a todo esto?

- ¿Quién nos asegura felicidad, con el señor tenebroso en el poder?

- Lo único que podemos asegurar es nuestra vida

- ¿DE QUÉ SIRVE VIVIR SI NO SERÉ FELIZ?

- lo tienes todo, Draco

- ¿Hablas de dinero y lujos? - dijo Draco mostrando una sonrisa sarcástica - siempre creíste que eso se me hacía feliz
Creo haber encontrado una pequeña parte de felicidad en mi vida y no renunciaré a eso

- Draco por favor, no hagas las cosas más difíciles

Draco no tuvo más remedio que hacer caso a las indicaciones; camino hacia las escaleras y subió para salir del sótano

- Señor Malfoy... Gracias por no tomar aquella decisión de llamarlo - dijo luna

- No lo hago por ti. Si en verdad quieres a mi hijo lo único que te pido es decirle  que no lo quieres ver jamás,  rechazarlo las veces que sean necesarias para que entienda y vea el tipo de mujer que eres tú

Luna no dijo nada ante aquella orden que el señor Malfoy le había pedido. Rompería el corazón de Draco y eso es algo que ella detesta hacer con cualquier persona.

Al día siguiente, Draco se encontraba en su habitación recostado en la cama mirando el techo de aquel lugar. Alguien toco a su puerta

- Adelante - dijo el chico para dar permiso a la persona de entrar a su habitación

- Amo, le tengo su comida - La vieja elfina de los Malfoy ya se acercaba a el chico con comida en mano

- No tengo hambre 

- pero amo...

- Elfina, dejame a solas con mi hijo - ordenó Narcisa quien llegó a la habitación

- Lo que usted ordene ama - La Elfina salió de la habitación dejando a madre e hijo a solas

Narcisa se acercó a la cama de la habitación y se sentó sobre el lecho quedando frente a Draco. En mano llevaba una pañuelo mojado, y con brusquedad lo coloco sobre la mejilla de Draco

- me duele duele verte de esta manera, pero a veces pienso que te lo mereces, ¿Cómo se te ocurrió semejante estupidez?

- solo pasó

- No, nadie besa a una chica porque si. Yo sabía que todo esto tenía un propósito.

- ¿propósito? ¿Que clase de hombre crees que soy?