Capitulo 5

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Salieron del auto para ir a la casa que tanto extrañaba, en donde luego de tocar el timbre, la puerta la abrió un adormilado joven, pues era muy temprano aun. Este al ver a Jisoo, se restregó con fuerza los ojos para luego confirmar que sus ojos estaban viendo bien - ¡Joshua! – Casi salta a abrazarlo, pero se arrepintió a ultimo segundo, devolviendo los brazos a sus costados.


- Estoy en casa, Dino – Le revolvió los cabellos al menor, quien termino por darle un suave abrazo.


- Si no fuera por Aaron, nos estaríamos muriendo de preocupación – Suspiro de alivio para luego soltar a su mayor al escuchar muchas pisadas.


- ¡Bro! – Vernon tan solo lo abrazo con fuerza, haciendo que soltara un quejido de dolor – L-Lo siento, pero en serio es un alivio poder abrazarte – El de rasgos occidentales apretó las mejillas de su mayor, haciéndole reír.


- ¡Shua! – Con el pelo todo revuelto y solo un short de pijama, Jun se abalanzó sobre su amigo en un cariñoso abrazo, haciéndole gruñir de nuevo por el dolor.


- Vamos, niños, que aún le duele la espalda – Aaron los obligo a todos a entrar para dejar de armar una escena fuera de casa. Los más jóvenes sirvieron un desayuno improvisado para comer mientras conversaban, poniéndose al día.


- ¡¿En que estabas pensando?! – Grito el chino, quien al escuchar la historia detrás de las heridas, saco de forma agresiva toda su preocupación. Todos se quedaron en silencio, pues nunca el pelinegro les había explicado la conexión que tenía con Jeonghan, a quien protegió cuando ocurrió la explosión. Jisoo dejo con lentitud la taza ya vacia en la mesa para ver a quienes prácticamente eran sus hermanos.


- Tengo que mantener mi promesa – Jun bufo, pues no era la primera vez que escuchaba esa excusa, pues muchas veces que llegaba algo dañado o llegaba tarde, decía lo mismo pero sin explicar nada.


- ... ¿Tiene que ver con esa vez que nos separamos al huir? – Las palabras de Vernon seguidos de Joshua asintiendo, llevaron a desenterrar esos antiguos recuerdos.



Joshua tenía tan solo doce años cuando unos cazadores atacaron en el edificio donde se escondían distintas especies que trataban de adaptarse a la sociedad humana, atraídos por algunos que no hacían el bien con sus poderes.


En cuanto varios empezaron a morir o ser capturados por los insensibles humanos, algunas de las familias hicieron huir a los más pequeños – Jisoo, tu eres el mayor, así que confió en que los llevaras hasta donde los Kwan – Su madre entre lágrimas le daba un último abrazo para que se fueran del lugar.


El pelinegro asintió, aguantando sus ganas de llorar y tomar de las manos a los más pequeños, confiando en que el extranjero un poco menor que él le seguiría el paso – No hagan ruido y háganme caso, porque los sacare de aquí – En el tercer piso se pusieron junto a una ventana que daba directo hacia abajo. Por las escaleras y el ascensor era imposible bajar, así que tendría que dar uso de los animales que había aprendido a transformarse en una ida al zoológico.

¿Ángel guardián? (JIHAN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora