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"Quiero construir un camino
en el cual trabajemos juntos.                    Tu fragancia es tan fuerte
que aún sigue atrapándome.                  Bailo como loco
mientras llamo tu nombre                     24/7 me mantienen loco                     todas esas preocupaciones"

...

Luego de tomada la asistencia, el maestro de geografía, salió del aula debido a que lo necesitaban en dirección estudiantil; por lo tanto Jeongwoo supo que esa era su oportunidad de salir. Tomó la pequeña hoja en sus manos y cruzó la puerta de su salón, para dirigirse a los casilleros, específicamente al de Heo Yenah.

[Noona, ven a verme en el receso a la azotea, tengo algo que mostrarte. De: Jeongwoo]

Con su corazón acelerado y sus manitos sudando por los nervios, implementó mucho cuidado y deslizó la carta por la fina abertura del estante. Verificó que no hubiese nadie en el pasillo que le haya podido ver allí y corriendo suavemente, regresó a su clase. La chica de cabello largo y grandes lentes estaba escondida detrás de un pared, donde pudo observar todos los movimientos del menor, pero él ni siquiera pudo captarla a ella ni darse cuenta de su presencia. Tras unos minutos, asegurándose de dar tiempo al joven para llegar a su salón, se dirigió hasta su casillero, para introducir la clave y de tal manera abrirlo. Buscó al instante la carta y la abrió. No supo explicar porque tuvo tanta precaución de no dañarla con sus temblorosas manos y su corazón a punto de estallar, sintiendo al terminar de leer un ligero calor en su rostro. Sonrió con ternura al ver su desaliñada pero única caligrafía. Devolvió la linda hoja de papel a su lugar y caminó hasta la biblioteca de donde venía.

Jeongwoo atendió el resto de su clase de geografía, con una participación sobresaliente natural. Nadie tenía nada que envidiarle, era un erudito y no se podía negar, pues se notaba a leguas cuanto sabía respecto a los temas que diariamente se impartían. Además, siempre se esforzaba por dar su todo en sus actividades, lo que lo hacía también un muchacho responsable y diligente. Al terminar la explicación del profesor, el castaño garabateó en su cuaderno de poesía por unos segundos, buscando palabras adecuadas y borraron otras sin sentido. Hizo esto hasta que el timbre sonó, lo cual fue el detonante de un torbellino de emociones. Tomó su bolso con sus cosas y apresuradamente caminó hasta la máquina expendedora para comprar dos leches de plátano, con miedo de toparse con Heo Yenah. Introdujo las monedas y rápidamente se dirigió hasta el último piso, para entrar así en la azotea con mucho sigilo.

-Uuff!...-suspiró al cerrar la puerta tras sí.- Esto realmente no es fácil- su respiración era un desastre y cerró sus ojos para calmarse.

-¿Qué no es fácil?- preguntó curiosa Heo Yenah acercándose a él.

-¡Noona!- se sorprendió el chico, quedando por un segundo fuera de lugar.- Ya estás aquí, no pensé que llegaras aún... No pensé que vendrías- respondió nervioso, enredándose con sus propias palabras pues aún no podía creer que le tuviera delante.

-¿Por qué no vendría? Dijiste que tenías algo que mostrarme... Y somos amigos ¿no?- dijo la chica inocentemente, reparando en lo extraño que actuaba el menor, pero desconociendo todavía las intenciones de ese encuentro.

-Ven acá- y tomó su mano para dirigirla próxima a una silla que estaba en ese lugar. Sintió su tacto dulce y suave, y ella sintió el de él agradable y seguro.- Toma esto- Le entregó su bebida favorita en sus manos.

-Gracias, me leíste la mente, se me antojaba una- comentó sonriente mientras introducía la pajita en la tapa y sorbía de ella al mismo tiempo que veía al castaño haciéndolo.- ¿Cómo te ha ido en tus clases hoy?- inquirió la mayor para hacer tema de conversación.

-Sólo... Espera, si?- Jeongwoo le miró a los ojos como suplicándole y la chica quedó estupefacta y al mismo tiempo muda con su respuesta. Bajó su vista hasta sus zapatos y no hablaron hasta terminarse sus bebidas.

La chica castaña se levantó y caminó un poco, sintiendo la brisa en sus mejillas y deleitándose con el cielo azul sin nube alguna; eso le encantaba. Sonrió sin percatarse de ello, y el menor vio su hermoso cabello, agitándose con el fragante viento y le motivó a dar su siguiente paso.

-Noona- llamó con su honorífico a la joven, haciendo una seña para invitarla a acercarse. Cuando la tuvo delante, con su precioso y esculpido rostro, siendo iluminado por la luz del día, batalló con su cerebro para continuar y no quedarse babeando con su belleza.- Has dicho alguna vez que te gustaban mis poemas... Así que... He escrito uno nuevo... Es para ti- confesó con una timidez que pensó que había dejado de lado luego de entablar una verdadera confianza con Yenah.

-¿Para mí? ¿Es en serio? ¡Oh Jeongwoo muchas gracias!- estaba feliz y sorprendida la mayor, y con su sonrisa pudo tranquilizar al castaño, quién sin agregar nada más que su adorable sonrisa, tendió su cuaderno de poesías a la chica en la hoja dónde titulaba Loco por ti.

"Mi amor hacia ti es sincero, siempre te querré, mi corazón te está esperando, pero no te tengo hoy, por eso correré hasta llegar a ti, estoy luchando a veces pero que me caiga no me voy a rendir, abrázame, sé mis alas, vamos al cielo, nunca me rendiré, se que llegaré hasta ti."

La joven leyó desde el principio hasta el final con mucha expectativa, sintiendo en su interior como cada palabra resonaba y se instalaba en una parte de su corazón. Era hermoso lo que leía, y más aún si fue escrito pensando en ella. Ese simple hecho había liberado a una estampida de mariposas en su estómago que no la dejaban en paz, pero no era malo, pues se dio cuenta de algo cuando leyó la última palabra: Jeongwoo le gustaba.

Mientras que el chico observaba paciente como la mayor leía de su cuaderno, sentía como si el tiempo se hubiese detenido y su respiración nuevamente volvía a ser anormal, tal como la primera vez que le habló. Sus mejillas se tornaron rojas cuando la castaña levantó sus comisuras enternecida, dando a entender que le agradaba lo que veía. Recordó cuanto tiempo le dedicó al poema, siendo que desde que la conoció, comenzó con su redacción, colocando las palabras más hermosas para expresarle su amor y todo había valido la pena con su bella sonrisa. Él escribió eso por una razón: Yenah le gustaba.

La mayor despegó sus ojos del cuaderno y levantó la mirada, buscando los del castaño, para encontrarse así con una bella flor morada en sus manos, tendiéndosela hasta ella.

-Hoy te traigo estás flores que me recordaron a ti, porque son tiernas, muy suaves, tienen un color brillante y son bellísimas- manifestó el chico, exponiendo su corazón por completo, haciendo ruborizar más aún a la mayor.

-Jeongwoo... Yo...- intentó hablar la chica, siendo interrumpida por el joven.

-Noona... Esas palabras... Todo lo que he escrito... Es mi declaración... La ves?... Es para ti- le miró fijamente a los ojos con mucha sinceridad, tanta que puso nerviosa a la chica.-Yenah... Conocerte ha sido lo mejor que me ha pasado y realmente hoy te entregó mi amor a ti- añadió firmemente.

-Jeongwoo tú... Tú no estás solo en este loco amor- confesó bajando su vista sin poder sostenerla porque por primera vez se sentía tímida frente a él.

-¿Qué has dicho? Repítelo- levantó su mirada subiendo su mentón delicadamente pero con seguridad, y ansioso por escucharla.

-Tu poema... No estás solo... Tú me gustas Jeongwoo- habló con dificultad, respirando profundamente y buscando las palabras específicas para hacerle entender su mensaje.

El menor pero más alto chico, la rodeó ágilmente con sus brazos, pues temía que lo que había oído era producto de su imaginación. Sus corazones estaban cercanos, de frente a frente, latiendo como si no hubiese un mañana, siendo notorio para ambos, lo cual hacía más mágico ese momento.

Allí mismo, juntos los dos, el Sol siendo luz en aquel escenario de película, lo único que era importante, fue el sentimiento que había surgido sin querer y que había incluso sido alimentado con el tiempo; el amor que compartían era simplemente su loco amor, aunque ella fuese su Noona.

Fin

Noona ~Park Jeongwoo~ Treasure13Donde viven las historias. Descúbrelo ahora