Se hizo el silencio en la habitación. Acababa de asegurarle a Agoney que no permitiría que le pasara nada malo y el ambiente se enrarecía por momentos. La duda y la confusión se arremolinaban en los ojos pardos, frunciendo ligeramente su ceño, mientras que la vergüenza lo hacía en los ojos miel, desatándole una, antinatural, risa nerviosa.
- ¿Cómo te sientes? - Preguntó con voz queda, tratando de destensar la situación.
- Me duele mucho la cabeza y tengo el cuerpo dolorido. - Respondió sincero. - Y me molesta esta cosa. - Le mostró la vía recién puesta en su mano derecha, por cuyo cable corría en ese momento un hilo de sangre.
- Pero deja de mover el brazo Agoney. - Se acercó corriendo a intentar parar su movimiento, una pequeña corriente eléctrica, a la que decidió no prestar atención, atravesó sus dedos en cuanto atrapó su mano. - Voy a pedir que te pongan algo de suero para limpiar el desastre y después un calmante.
- No, los calmantes me hacen mal. Me duermen. - Respondió quejicoso. - Además, tú no eres mi médico. Ni siquiera sé qué narices haces aquí.
- Que te duerman no es malo, es lo que se busca precisamente. - El chico se conformó con su explicación, pero no retiró su expresión apenada. Descorrió la cortina que cerraba el box para pedir a la enfermera que pasaba todo lo que necesitaba y regresó con el suero directo a inyectárselo en la vía. - Y no soy tu médico, pero podría. Si estoy aquí es porque...
- ¿Por qué? - Se cortó antes de caer en intentar explicarle que él había sido el primero en ayudarle después del accidente. Para Agoney, él era lo peor y no quería que pensara que le debía algo. Su desconfianza sería mejor recibida que su falsa amabilidad o un agradecimiento forzoso.
- Por nada. - Tosió para aclararse la garganta. - Es mi trabajo y Ricky no está para cuidarte así que, estoy yo. Si quieres cambio de zona, no me importa.
- ¿Estás trabajando ahora? - Realmente se preguntaba si eso que se entreveía en sus ojos era decepción o simple curiosidad.
- Sí. - Mintió. - ¿Recuerdas detalles del accidente? - El chico asintió en silencio, si lo recordaba todo podrían hablar de ello cuando se sintiera mejor. - Vale, ¿Ya te arreglaste con Ricardo?
- Hace tiempo, sí. - Bajó la mirada. Comprobó que ya tenía la vía limpia y llamó a la enfermera para avisarle de que podía ponerle el sedante.
- Que mierda, me voy a dormir. - Dijo Agoney cuando les volvieron a dejar solos. Parecía como que algo le preocupaba, pues esquivaba su mirada; tal vez para evitar que leyera algo en sus oscuros, pero transparentes, ojos. - No quiero despertarme aquí solo, no me gustan los hospitales.
- No vas a estar solo, estoy yo. - Trató de tranquilizarle, el chico le miró de reojo.
- He estado en un sitio así con mi madre, Raoul. - Confesó. - Sé perfectamente que te quedan aquí diez minutos.
- Pero yo soy médico ¿recuerdas? - Susurró dándole la mano. - Duérmete anda, cuando te despiertes estaré aquí.
- ¿Seguirás usando tu propia ropa? - Ambos rieron, intentando no hacer demasiado ruido, pues había pacientes en los boxes contiguos.
- Lo intentaré. - Bromeó. - No hablemos de eso anda, ya tendremos tiempo.
- Bueno... - Su voz empezaba a sonar adormilada. - Pero si me vas a morrear o algo te esperas a que me despierte para que pueda darte una patada en la boca, que nos conocemos.
- No te voy a hacer nada. - Sus parpados cada vez tardaban más en separarse al pestañear. - Para algunos, nuestro lugar de trabajo es sagrado.
- Pff. - Contuvo la risa ante su golpe bajo. - Pues qué pena, seguro que tiene su punto esto...
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ESCAPAR [siempre fue tu plan]
FanfictionHabía sido un iluso al pensar que Raoul se fijaría alguna vez en él. Debía dejar de intentar llamar su atención, dejar de hacer el ridículo por un chico que siempre estuvo fuera de su alcance. Pero sabía que olvidarle no iba a ser tarea sencilla, p...