ZORRO DE MADERA

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Kitsune: hola my friends, how are you?

Naruto: deja de hacer que hablas inglés, eres una verga hablándolo.

Kitsune: oye Sasuke, no seas tan.....espera, ¿Naru?

Naru: aja.

Kitsune: nah, es imposible. Se que eres Sasuke.

Naru: Tsk, ¿como lo supiste?~ dice quitándose el traje de Naruto, quedando un Sasuke.

Kitsune: ¡porque yo soy Naruto: dice quitándose el traje de Kitsune.

Naru y Sasu: a todo esto, ¿donde está ella?

Kitsune: ¡aquí!¡soy un armario! - dijo ella disfrazada de armario.

Este mundo se ira a la verga pronto. Lo presiento XD

Disfruten de esta nueva trilogía!

- ¡Naruto! -gritó aquella chica de pelo color rosa acercándose al infante que estaba sentado tranquilamente en un viejo columpio.

- ¿Sakura? ¿Qué pasa? -dijo sin mucho ánimo.

-Es que... Nos preguntábamos si querías jugar con nosotros... -expresó ella un poco sonrojada señalando a su grupo de amigos.

-Gracias pero no me gustaría molestar. - dijo apenado el pequeño rubio de 12 años de edad.

- ¡No serías ninguna molestia! Además, yo... -Naruto se quedó mirándola sin ningún cambio de expresión pero Sakura estaba jugando con sus dedos nerviosa pensando como decirlo indirectamente. -A mi me gustaría que estuvieras con nosotros, así que ven por favor.

-No, creo que tengo que irme ya a casa. Hasta luego. -finalizó frenando el columpio y comenzando a caminar rumbo a su casa.

El rubio siempre iba a ese parque a pasar el rato en el columpio después de clases. Su padre ya lo sabía pero le preocupaba el hecho de que por más que él dijera que va a "divertirse" jugando, siempre estaba solo.

No quiere ser acompañado por mucha gente, con los amigos que tiene ya le basta, no necesita más.

De camino hacia su casa paró en seco al visualizar una tienda que nunca antes había visto por el lugar y que parecía bastante antigua para que la acabasen de instalar. No tenía vitrina, por ello tenía que entrar para saber que vendían.

-El mundo de madera -leyó con dificultad el letrero.

Curioso, agarro el pomo de la puerta con suavidad y empujó hacía adentro.

El sonido de una campanilla lo asustó por un momento pero después se adentró en la tienda.

Cuando la ligera puerta se cerró, las luces se encendieron.

LA JUGETERIADonde viven las historias. Descúbrelo ahora