↬Úɴɪᴄᴏ

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La lluvia no cesaba y el rumbo de sus pensamientos tampoco lo hacía. Estaba exhausto pero estaba agradecido con Wendy por haber tomado el turno de noche en su lugar, en la cafetería. Finalmente el viernes se había dignado a llegar. Tendría un fin de semana aburrido, silencioso y tranquilo, y eso era exactamente lo que necesitaba, particularmente hoy, que sus ánimos estaban en el nivel menos tres del edificio donde vivía. En la cafetería no solía aparecer mucha gente. A pesar de estar localizada en una zona urbana de la ciudad, estaba ubicada en una esquina, rodeándose de otros negocios como restaurantes, pastelerías y salones de juegos.

Pero hoy, cuando su día debía ser tranquilo, llegaba él.

Su ex novio había llegado al recinto en soledad. Estaba tan impresionado como el mismo Jimin. Las miradas de ambos se inspeccionaron, aumentando la sorpresa en cada uno. Jeon Jungkook no fue su primer novio, ni la persona con quien perdió la virginidad. No, no lo fue, pero sí fue alguien especial. Su relación tuvo un año y nueve meses, hasta que Jeon decidió concretar sus estudios universitarios en Seúl, la capital.

Eso había sido hace ya dos años. Jimin había estado saliendo con otras personas, llevándole la contraria a su comodidad, pero, sabiendo que no era lo correcto ir en contra de su bienestar, dejó de hacerlo y concluyó que no quería una relación, por el momento. Desde entonces no salía con nadie, hace un mes la decisión tomada.

- Jimin... w-wow... ho-hola, ¿Qué-qué tal? - le había preguntado él.

El hombre ya no era un pelinegro de facciones bonitas, lindos labios y voz dulce. Jeon Jungkook ahora era poseedor de una cabellera castaña y facciones duras, labios sensuales y voz firme. Estaba sorprendido de lo mucho que alguien podía cambiar en un lapso de tiempo tan minúsculo.

- Jeongguk. - pronunció, confundido entonces- Bien, estoy... bien. Has... - Jimin tragó. - Cambiado.

Cambiado.

Era la palabra perfecta.
Su ser estaba desesperado por hacer preguntas y reclamos. Quería averiguar qué tanto había cambiado el Jungkook que él conoció, qué tan distinta era la persona que alguna vez fue suya...

La definición de "cambiado" tomó un rumbo extremadamente distinto cuando una chica de cabello negro entró a la cafetería y besó los labios de Jungkook.

Oh...

Ahora también le gustaban las chicas...

Fabuloso.
Fantástico.
Genial.

Fue un beso corto, que le impidió a Jungkook corresponder, o a Jimin quejarse en voz alta, pero que definitivamente dejó un sabor amargo en la boca de quien ni siquiera había sido el besado.

Llenándose de seguridad y decisión, Jimin tomó una respiración rápida, y comenzó a enfocarse en su trabajo.

- Bien, ¿qué desean ordenar? - adoptó el papel profesional.

La chica le sonrió inmediatamente con una expresión muy dulce.

- Buenas tardes, yo quiero... uhm... un café y un sándwich de queso. - volvió a sonreír, esta vez al muchacho a su lado- ¿Qué pedirás tú, Kookie?

Kookie.
Kookie.
Kookie.

¡Kookie!

Break up with your girlfriend, I'm boredDonde viven las historias. Descúbrelo ahora