Pasaron 10 años desde aquella tragedia, mi hermana muerta todavía no lo podía creer. No podía quedarme con las manos cruzadas, tenía que buscar información de lo que había sucedido. Entre a Internet, busqué casas embrujadas en florida, San Agustín. Empiezo a ver un montón de fotos y después de tanto buscar, encontré la que era mi casa. Le di a la foto y comenzar a leer, esa casa mucha gente la uso para hacer ritos y muchos no cerrarón las puerta a otros mundos espirituales. Me puse a pensar y tomé la iniciativa de ir otra vez a esa casa.
A la mañana siguiente, me preparé empezé a llenar el auto de las cosas q necesitaría, llame a un amigo(Ramón) que quería bregar con esa casa desde hace tiempo.
Llegamos a la casa, Ramón y yo nos sentíamos pesados. Empezamos a bajar todo del auto y lo metimos a la casa. Organizamos la cosas y rápido comenzamos, primero chequeamos el cuarto y los baños. Todo se sentía raro pero nada fuera de lugar. Decidimos ir directamente hasta el sótano, es donde más actividad paranormal tenía, bajamos y abrimos la puerta con cuidado,entramos y *pumm* se cierra la puerta de repente, seguimos investigando y empezamos a ver muchas escrituras. Las personas utilizaban eso para invocar a los demonios y otros espíritus malignos.
Salimos del sótano y nos fuimos a dormir, pero antes de irnos a la cama pusimos una cámara con visión nocturna. Al otro día, estaba todo regado y rápido corrimos a buscar la cámara, estaba fundida. Nos miramos y decidimos poner tarjeta SD en la computadora para ver lo que había sucedido. Ponemos la grabación y todo estaba normal hasta que se vio una niña caminando por los pasillos, llorando y diciendo 'ayuda, me quiero ir de aqui' y cuando ella termino de decir eso, fue cuando se fundió la cámara.
Yo estaba confundido con lo que ví en la grabación. Extrañaba a mi hermana Andrea y tenía que vengar su muerte, tenía que describir por ella murió aquí. Mire a Ramón y le dije esta noche nos quedaremos despiertos. Y así paso, se escuchaban pasos, risas y llantos. No podíamos irnos sin tener respuestas.
De momento me dió escalofríos y empezé a sudar, no me sentía tranquilo. Mi corazón empezó a latir super rapido, como aquella noche que murió mi hermana. Dije dentro de mi, aquí está el espíritu que le quitó la vida a mi hermana y a mi madre. Llame a Ramón, me preguntó que pasaba, le dije ahora es el momento de terminar con esto.
