14/Feb/2019.
Dicen que uno nunca sabe lo que tiene hasta que lo pierde. El sentimiento de extrañar a alguien es de lo más natural en la humanidad y de lo más común en cuanto a escritos catárticos ¿Por qué? Porque el sentimiento de extrañar viene acompañado de la impotencia y la duda, es algo que te quema por dentro y te inunda la cabeza de preguntas y recuerdos, entristeciendo tu alma con el coraje que causa saber que todo acabó y no hay nada que pueda cambiar las cosas.
Pues bien, yo nunca te tuve, pero me perdí la oportunidad de hacerlo. Y te añoro.
Te extraño no porque fuéramos las personas más cercanas, sino por precisamente lo opuesto. Siempre fuiste un extraño y ahora que te has ido vivirás en mi mente como un misterio. Te quise mucho y no me lo permití, porque tenía miedo y no actué a tiempo.
Y aún me pregunto cual es tu nombre.
Cosa que ahora me veo obligada a preguntarme a mi misma, porque no tuve el valor de preguntártelo a ti cuando aún podía.Me tomó tiempo. Mucho tiempo, pero justo eso es lo único que no tenemos.
Y cuando finalmente había tomado una decisión y había ido en tu búsqueda de una buena vez por todas, tú ya te habías esfumado. Quedando solo ese último recuerdo, ese último recuerdo que no pudo haber acabado con esto de una manera más amarga.
No creas que estoy bien, ahora que tú no estás, eso que viste no fue más que un malentendido, yo te quería a ti y nada más. Pero aunque tú sonrisa fue brillante como siempre, me pesa pensar que creyeras otra cosa.
282 palabras.