Carta 28

691 71 1
                                    

Día veintiocho, domingo:

Casi me descubres.

He sentido miedo con anterioridad, pero nunca me había sentido tan atrapado. Estuviste tan cerca de mí, que tuve que dejar de respirar por varios segundos para que no notaras que estaba a unos tres pasos de ti. De que la esquina del pasillo era lo que nos separaba.

¡Benditos seas los metiches de tus amigos que llegaron en el momento más oportuno para salvarme de tan cruel tortura!

Me aseguraré de que les lleguen buenas raciones de dulces.

Atte.: Un cobarde empedernido.

Retazos de mi AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora