la pollera

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Al encender la luz de inmediato me alivie, solo estaban los cuatro miembros de la familia mirando una película de miedo

-¡ Llévate a ellos soy muy joven para morir!¡ Se dónde está el dinero !- el grito de Mariano nos hizo estallar de risa a todos

- pero que gran hermano tengo - habló sarcástico Matías - menos mal que no era un secuestrador o un ladrón - se burló

- qué susto me disteis, no vi a nadie y pensé que les había pasado algo - suspiré

- awwww ¿Te preocupas por nosotros? - sonrió mariano

- claro! Mira si los secuestra algunos de mis enemigos y mi vida depende de que tú no les des información ¡Ya estaría muerta! - me burle, causado las risas de todos

- que bueno que has vuelto, pero ve a bañarte que si no te resfriarás hermosa - por algún motivo, no me molestaron las palabras de Nicolás y por el contrario de mi esperada reacción, asentí con una sonrisa

Al llegar a mi cuarto me encontré con Sasha que me babeo toda, contenta de verme, al igual que yo a ella -obvio no la babie-

Me dí una ducha larga, pensando en los últimos días que pasé con Luka y su familia, de la cual, los hombres resultaron una ternura a pesar de la arpía de Carmela

Salí del baño, me cambié y abrí la ventana del balcón para que entre aire, al instante flamearon las cortinas y gotas de la lluvia que había cesado un poco, mojaban el piso. Puse a lavar la ropa prestada, Hablé un poco con los chicos por el celular y luego me puse a jugar al lol mientras escuchaba; "la locura está en mí"

Terminé la séptima partida, seque y planche la ropa y baje a almorzar ya que mi estómago gruñía como un león

Salí de mi habitación y me dirigí a la cosina, tomé un poco de agua y comí una barrita de cereal de frutilla que había en la alacena. Por suerte el ejercicio me enseñó que puedo sobrevivir sin comer, más de lo que imaginé o comiendo lo mínimo

- sabes que puedes comer a tu antojo aquí no? - me dí vuelta dándole cara a la voz que me hablaba, era Mariano

- lo sé - contesté seca

- y por qué no lo haces? - Mariano era curioso y más infantil que su hermano pero le daba su toque original

- mírame ! - lo exalte - estoy toda fofa levanté mi remera mostrando mi abdomen marcado pero menos firme, o por lo menos yo lo notaba

- de que hablas tia? estás toda marcada, conozco gente que pagaría por ese abdomen - Señaló mi ombligo

- y yo conozco gente que lo tiene marcado, DE VERDAD- recalqué

- oh vamos! mira esto - subió su camiseta y si bien era delgado, no tenía el abdomen firme

- que tiene? - el suspiró y bajó la remera - si quieres puedes entrar conmigo, pero dudo que te levantes temprano

- noooooo gracias - reímos

No podía creer que después de tanto tiempo, encontré una familia con la que me llevara bien. Miré por la ventana y había dejado de llover, lo que solo significa una cosa mañana hay clases

- mañana hay acto en su escuela - ¿Cuando llegó Nico? - y tendrás que usar la pollera - antes de que pueda replicar me cortó - y no quiero quejas, tenemos un trato - giré la visita pero no respondí

- me voy al gimnasio - solté dirigiendo mi cuerpo a mí destino, debía entrenar urgente

Y así pasé la tarde entrenando con música a full, por suerte se necesita un poco más de tiempo para perder la costumbre, pero si es verdad que luego cuesta más volver a entrenar

Al terminar me metí al baño de nuevo, me puse el pijama y baje a cenar, lo que no me esperaba era encontrar la cena ya servida y a toda la familia sentada excepto Nico

- te estaba por ir a buscar - me sonrió

Cenamos entre risas y anécdotas tanto de la infancia como recientes, También con ideas del futuro, metas y logros que cumplir.

Me dormí rápido gracias al cansancio, el baño y la cena fueron detonantes fantásticos para dormir como reina

A la mañana siguiente me levanté con una paja increíble, no tenía ganas de pararme siquiera, por lo que no entrenaré por la mañana

Me puse el uniforme con la dichosa pollera que me hacía sentir expuesta, no la recordaba tan corta, por que intenté ponerme unas medias pero las únicas que encontré eran de red

- peque, baja a... - matias abrió la puerta y me quedó viendo mientras estaba parada enfrente del espejo - no entiendo porque no usas polleras te quedan de infarto - me Alagó - pero si vas así al colegio tendré que hacer de guardaespaldas y romper un par de caras - sonreí, jamás me habían celado

- tranquilo si alguien rompe caras aquí soy yo - le guiñe un ojo

- eso seguro, en fin, baja que ya está el desayuno - terminó y se fué

Por mi parte me calse y me bajé a desayunar, dónde recibí halagos de todos por el uniforme que me hicieron replantearme el usar polleras

Llevé a Mariano conmigo en el auto al Colegio, después de darle un paseo a 190 km por hora por una ruta sin camaras, mientras cantábamos a todo pulmón

Cuando llegamos las miradas fueron para nosotros y no eran precisamente disimuladas ya sean de chicos o chicas

Mariano pasó su brazo mis hombros hasta que llegamos a su casillero de allí fui sola hasta el mío, no sin antes despedirme de Marian

- hola Piper ¿Solucionaste lo del otro día? - Diana me habló a mitad del pasillo

- si lo solucioné y creo que toda España se enteró - nos reímos

- es verdad, pero que más da tia, ya no te molestaran - me codeó

- eso espero - me acompaño a mí casillero y hablamos un poco de trivialidades sin sentido, mientras íbamos al salón

Las clases pasaron sin mucho que contar, miré por la ventana toda la hora de comunicación y cultura, pero al profesor poco le importó

Salimos a almorzar y teníamos que hacer una fila super larga lo cuál me dijeron que era normal, pero cuando me iba a poner en la fila la cocinera que conocía pasó cerca mío con una bandeja de algo líquido, pero antes de poder pasar por mi lado un pie la hizo tropezar. En este momento agradezco tener reflejos lo que me permitió sostener el recipiente de vidrio antes de caer Arriba mío. Al ver el pie qué hizo tropezar a la señora, me encontré con la misma idiota que quiso "defender" a Luka aquella vez ¿Luna?¿Lara?¿Lore? ¡Luan! Pero antes de poder empezar a insultar en todos los idiomas que me sé, Gloria se me adelantó

- espero que estén contentos, no habrá ponche para nadie - sentenció para que luego toda la cafetería se quejara - gracias piper - me sonrió - harías el favor de llevarlo a la cocina, por favor - pidió 

- va - resoplé por no poder insultar a la idiota 

pasamos las 3 a la cocina donde otras señoras nos saludaron y nos conversaban mientras atendían. por otro lado  gloria nos calentó lasagna, nos sirvió el famoso ponche (que estaba delicioso a decir verdad) y nos dió poste de chocolate. Agradecimos y nos fuimos a almorzar junto con los chicos, que no dejaban de decir que era la única que le caía bien a la vieja y que la pollera me sentaba de maravilla

Adoptada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora