San Solterin.

Capítulo Único. "San Solterin"

Era la mañana del día Jueves y cierto castaño de mirada grisácea se encontraba en los casilleros de la prestigiosa escuela "Françoise Dupont"...

Caminaba en círculos una y otra vez a la vez que rascaba su nuca con algo de incomodidad, nerviosismo y preocupación...

Pensaba y pensaba en como le diría a aquella rubia ostentosa, que le diera una oportunidad,  aunque la mayoría de sus compañeros ya le habían dicho que dejara de lado sus intentos, puesto a que ella acabaría diciéndole a su padre que lo corra del Colegio, si no es que antes lo acusara por acoso u hostigamiento...

Pero pronto sus pensamientos se fueron interrumpidos por la puerta de los casilleros abriéndose, dejando ver a cierta morena con lentes entrar...

«¿Kim?»

Lo miró con las cejas alzadas en signo de asombro al ver en ese estado a su compañero, el cual la mayoría de veces presumía de su grandeza...

«¡Alya!»

Sonrió y el antes mencionado fue hacia la castaña tomándola de los hombros y agachandose a su altura...

«Por favor ayúdame...»

La Césaire abrió los ojos grandemente ante su petición antes de tomar al oji-gris de los brazos y separarlo sutilmente de ella para entonces acomodar sus lentes por el puente de su nariz...

—¿Qué es lo que te sucede, Kim?, -preguntó volteando a verlo- ¿por qué te encuentras así?

-Bueno... -posó una mano en su cintura y la otra detrás de su nuca mientras soltaba una bocanada de aire- Yo me le quiero declarar a Chloé y pedirle que sea mi novia... -dijo un poco apenado, porque hoy no era cualquier día, si no, era Jueves 14 de Febrero, mejor conocido como San Valentín- ...Nuevamente... ¿Podrías ayudarme, por favor?

La chica con aspiraciones a ser reportera, suspiró con algo de tedio, puesto aunque pareciera un poco loco, consideraba a Kim como un amigo a pesar de que su trato fuera más que nada, escolar...

Rodó los ojos ya que anteriores veces ya le habían dicho a aquel deportista que mejor se enfocara en ganar el corazón de cualquier otra chica que no fuera Chloé, ya que si seguía así, acabaría sólo toda su vida...

La castaña pensó las palabras adecuadas para darle a entender su opinión y cuando estaba a punto de hablar un...

«¡Alya, ¿ya encontraste la rafia?!»

Se escuchó del exterior, la chica volteó con rapidez a la puerta y luego al chico, suspiró para entonces hablar apresuradamente...

«Me gustaría ayudarte, Kim, pero estoy ocupada con Marinette y los demás... En serio, lo siento... »

Respondió antes de ir hacia su casillero, el chico bajó la mirada con algo de desánimo...

«Gracias...»

Murmuró y salió de los casilleros comenzando a caminar cabizbajo entre todos aquellos jóvenes que arreglaban la escuela para el Festival que harían al caer la noche...

Al llegar a las escaleras comenzó a subir una por una hasta haber subido todas en donde se dirigió a su salón...

Finalmente después de una caminata corta que se le había hecho eterna, llegó a su salón donde fue recibido por una voz femenina con tono demandante...