"La Normalidad No Es Para Nuestra Familia" 2 parte

1.4K 69 1
                                    

-¡Papá! -gritó Andres. Movió los brazos con enegría y botó un vaso con bebida, derramando todo sobre el mantel nuevo.

-Andres, mira lo que hiciste -le regañó Cande. Era divertido ver cómo Mesut se comportaba como un niño al lado de su hijo, haciendo enojar a Cande. Cristiano rió conmigo, ocultando su sonrisa detrás de mi cabello, mientras sostenía a Cristianito.

-Cristiano, detente o botarás a El niño -murmuré, sin mucho convencimiento.

-No le pasará nada.

Y eso era verdad, Cristianito era la devoción de Cristiano, lo daba todo por el. Y como hoy era su cumpleaños, no la soltaba ni siquiera para ir al baño, quería pasar cada minuto del día a su lado, a pesar de que Cristianito llorara porque quería caminar y jugar con Andres.

Era extraño estar todos juntos. Al final, Mercedes seguía con Neymar, Cande casada con Mesut ante un impulso, Alba era muy amiga de Sami aunque todo el mundo sabía que había algo más, y Lodo mi querida prima, al final había logrado vencer la timidez y se quedó con Fabio. Era estupendo saber que mis mejores amigos estaban juntos, todos, y que ahora nos visitaran junto a mi familia en el cumpleaños de Cristianito.

-¡Papá! -volvió a gritar Andres y esta vez lanzó un pedazo de pastel contra el rostro de Mesut. Cristiano estalló en carcajadas, agradeciendo que Cristianito fuera tan calmada y no una revoltosa como Andres.

-¡Andres Ozil! -exclamó Mesut. Su grito despertó a Cristiano, que se había quedado dormido hace poco, y se puso a llorar con ganas. Y Andres la siguió.

-¿Ya ves lo que haces, Mesut? -le regañó Sami-. Eres un desconsiderado, haces llorar a tu hijo y a tu sobrino, que mal tío eres.

-No seas tan cruel, Sami -replicó Mesut.

-Pásamela -le dije a Cristiano en medio de la pelea. Al principio no quiso, pero terminó por entregármela al ver que Cristianito no dejaba de llorar.

Cristianito se quedó tranquilo de inmediato y comenzó a jugar con mi cabello, como siempre hacia cuando la sostenía yo. Acarició mi rostro con sus manos y le besé en la mejilla. Era sorprendente cómo cada vez sus ojos se parecían más a los de Cristianito, y su cabello castaño también. Eran demasiadas coincidencias, e incluso llegué a preguntarle a Cristiano si no me había engañado con alguien, porque Cristianito era su vivo reflejo. Pero siempre él me respondía que jamás se atrevería a mirar a otra mujer cuando estuvo más de la mitad de su vida enamorado de mí. Podrían pasar los años, pero ese lado cursi y romántico de Cristiano, me temía, que no se iría jamás. Aunque en parte me alegraba, eso significaba una discusión diaria, y una reconciliación también.

Pero sin duda, lo que más me gustaba, era cuando al final él me decía que no tenía ojos para nadie más porque me amaba demasiado, y también a Cristianito, y no se atrevería a destruir la felicidad que tanto le costó construir.

Era un romántico sin causa ni solución.

-¡Las velas! -gritó de pronto Holly. Ver a mi hermana pequeña, ya adolescente casi adulta, era divertido, porque aún no podía quitarme de la cabeza esa vez que nos ayudó a mí y a Beto a saber si Cristiano estaba celoso. Extrañaba esos años, pero también estaba emocionada por los que vendrían.

Si me ponía a recordar, habíamos cometido demasiadas locuras cuando jóvenes, más jóvenes que ahora. Era una exagerdad e histérica, me arrepiento de haberme comportado tan fría el cumpleaños de Cristiano y mostrarme indiferente ante su declaración, me arrepentía demasiado, por eso, trataba de hacer lo mejor para él siempre. Porque le amaba y nunca me había sentido tan segura de algo.

Colocaron las velas en la torta y cántamos el cumpleaños feliz, Cristianito no parecía emocionado, seguía algo asustado por todas las personas a su alrededor, estaba acostumbrado a mi presencia la mayor parte del día, a Cristiano por las tardes cuando llegaba del trabajo y de Nana y Asesino, nuestras mascotas.

Cristiano y Andrés soplaron las velas por Cristianito, y Mesut estampó el rostro de Cristiano en el pastel. Cande estaba al borde del colapso y Neymar y Sami no hacían más que reírse, mientras Fabio intentaba limpiar a Cristiano.

Dejé a Cristianito con Andrés para que jugara, se llevaban bastante bien y eso no le agradaba para nada a Cristiano, consideraba a Andres como una amenaza. Decía que le quitaba tiempo de su hijo. Un padre celoso y esposo también.

Miré a todos mientras comían pastel, y de repente, Cristiano me atrapó en sus brazos y me apartó hasta nuestra habitación.

-¿Qué sucede, bicho? -inquirí, sentándome en la cama.

-Sabes, no lo hacemos tan mal como padres, ¿no lo crees?

-Pff... tú eres un súper papá, así que supongo que no -sonrió de medio lado y se arrodillo frente a mí. Me besó en los labios, con dulzura y me recordó esa vez en que me besó el día que comenzó todo esta locura. La diferencia, es que la primera vez me obligué a reprimirme por la rabia que sentía, pero ahora, dejé que mis labios respondieran por mí y se fundieran con el aliento de Cristiano.

-Estaba pensando... que Cristianito se podría sentir algo solo... -murmuró contra mi oído cuando nos dejamos de besar.

Lo miré por unos segundos y sonreí como tantas otra veces.

Sabía de lo que estaba hablando.

-Bien, pero que esta vez no se parezca a ti, o de verdad comenzaré a sospechar -el rió por lo bajo y me volvió a besar, esta vez, como si el mundo se fuera a acabar.

Marry Me (Cristiano Ronaldo) TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora