Love on the Train [Kiribaku].

-Love on the train-

Kirishima llevaba ya casi seis meses en lo mismo, cada mañana se despertaba siempre una hora más temprano de lo estrictamente necesario, desayunaba en silencio, y de vez en cuando le enviaba mensajes a su durmiente amigo, esperando simplemente entretenerse un poco en su trayecto matutino. Se vestía con su ropa usual, que tenía ya varios años de uso, y salía lentamente a tomar el primer tren de la mañana, y a pesar de la monotonía de su vida, había algo por lo que sin duda a la mañana siguiente volvería a repetir su mañana: Verlo a él.

Siempre estaba ahí, con su cabello rebelde y su mirada perdida, con un libro en sus dedos mientras que en sus oídos se posaban unos audífonos pequeños. Siempre tenía un aura impresionante, era una actitud que decía "Si te acercas a mí date por muerto", pero Kirishima en su enamoramiento aseguraba que su aura por más aterradora que fuese era hermosa.

Bueno, él era hermoso.

Pero aún habiendo pasado seis meses subiendo a ese tren con la sola intención de verlo, jamás le había dicho ni siquiera un vago "Hola" o un banal "Buenos días".

Era algo que simplemente jamás se atrevió a hacer, porque cuando iba a reunir el valor para hacerlo lo inundaban todas las inseguridades de su mente, obligándolo a girar la cabeza e ignorar sus locas ideas de socializar con él. En momentos como ese simplemente tomaba su celular, ponía la primera lista de reproducción que encontrara en YouTube e intentaba admirarlo lo más que pudiera antes de que su estación llegara y desapareciera de su vista.

Fue en una de esas ocasiones que una canción llegó a sus oídos y extrañado miró su celular, en ella aparecía "Jueves", de un grupo llamado "La Oreja de Van Gogh", al principio no entendió nada, pues esta canción estaba en español. Pero cuando estaba a un paso de cambiarla por alguna razón algo en su cabeza le dijo que se quedara un poco más.

Así que con un poco de curiosidad activó los subtítulos del video y la retrocedió para entender qué era lo que en verdad estaba escuchando.

"Si fuera más guapa y un poco más lista
Si fuera especial, si fuera de revista
Tendría el valor de cruzar el vagón
Y preguntarte quién eres"

¡Vaya! Enorme fue la sorpresa que se llevó al notar que la canción se adaptaba perfectamente a la situación, quizás demasiado bien.

Todas sus inseguridades estaban ahí, si Kirishima se encontrase más atractivo quizás lograría su cometido de hablarle o siquiera acercarse a él y si fuera un poco más inteligente quizás no tendría miedo de decir algo estúpido al momento de abrir su gran bocota.

Pero su inteligencia no la podía cambiar, puesto que por mucho que haya estudiado en el pasado jamás hizo la diferencia al momento de hablar... Y bueno, su apariencia tampoco que la podía cambiar, era su cuerpo y tenía que resignarse a ello...

A menos que... ¡De verdad lo intentara!

Kirishima ya había visto programas de gente que cambiaba completamente su vida, ya sea haciendo más ejercicio, vistiéndose de otra manera, o incluso con salones de estética profesionales, y si todos ellos podían, ¿por qué él no?

Así que con todo el ánimo del mundo volvió a fijarse en su celular, notando que la canción ya había terminado y su amor del tren ya se había bajado.

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Al día siguiente logró ganarse una mirada de su rubio crush cuando entró al tren luciendo una cabellera de color roja, al igual que su ídolo Crimson Riot, el rubio mantuvo la mirada en él hasta que notó que Kirishima le devolvía la mirada sonriendo. Sólo entonces volvió su vista al nuevo libro que sostenía en sus manos, ignorando nuevamente a todo aquel que estuviese en el tren.