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-¿Dime porque odio la escuela?-pregunto Sia al lado mío viendo sus uñas muy aburrida. -¿Por qué no nos avisan cuando no vienen las profesoras?-pregunte dudosa con media sonrisa. Estábamos en el salón, a esta hora tendríamos que tener Biología pero no, la profesora falto por no sé qué… -Exacto, ósea porque no nos avisan para poder quedarnos en nuestras camas calentitas y durmiendo en paz-dijo Sia con ira, reí al ver su expresión, agarre mi celular y todavía faltaba un poco para que el timbre sonara y salgamos al receso. -Tengo que salir-le dije a Sia mientras me paraba del pupitre y me ponía mi morral. -¿Vas a buscarlo?-pregunto  Asentí sin decir nada, camine a la puerta y todos mis compañeros me miraban, pero después dejaron de hacerlo cuando yo salí. Camine por el pasillo, hasta detenerme en el salón con el 22 bien marcado en la puerta, me acerque a la puerta y como no oí ningún ruido pensé que el estaría solo. Con mis nudillos golpee la puerta tres veces y un "Pase" se escuchó del otro lado. -Soy yo-dije entrando, Jamie quiso levantarse pero yo lo detuve-No, siéntate-dije mientras cerraba la puerta atrás de mi para que nadie nos interrumpa, camine hacia el mientras posaba mis manos en los bolsillos de mi chaqueta-¿Cómo estás?-pregunte parándome frente a su escritorio. -Bien ¿y tú?-pregunto frunciendo el ceño. -Mira terminemos con este momento incomodo-dije sacando mis manos de los bolsillos, el me miro algo sorprendido, se levantó de la silla y rodeo el escritorio parándose frente mío-Lo lamento…fui una tonta...debí escucharte.... y dejar que me dieras tus explicaciones...pero en parte es también tu culpa... Él no me dejo terminar ya que agarro mi rostro y planto un beso en ellos, paso sus manos en mi cintura y yo rodee su cuello. -Lo siento-susurro el sobre mis labios. Golpee su hombro fuerte y de sus labios escuche un "Auch". -Te perdono-dije y volví a besarlo-Eres un tonto-dije sonriendo. -Pero amas a este tonto y este tonto te ama como un completo tonto-dijo y yo solté una pequeña risa y lo abrace hundiendo mi cara al lado de su cuello, el rodeo mi cintura abrazándome con fuerza.

        ------- SEMANAS DESPUES -------
Las semanas pasaban y por suerte arreglamos las cosas con Jamie y ahora estábamos bien, a Perrie no la volvimos a ver o escuchar de ella, el cual fue un alivio, me había sentido mal estas últimas semanas, pero seguro que era alguna gripe o alguna otra enfermedad. Estaba en el departamento de Jamie, estaba sentada frente al gran ventanal que tenía Jamie, mirando hacia el exterior, Dios el sol brillaba arriba grande y feliz. Me gustaría salir y caminar con Jamie, agarrados de la mano, pero no, no podíamos hacer esto, hasta-creo yo-mi gradación que sería en algunas semanas más. Sentí dos manos apoyarse en mis hombros y pegue un pequeño salto por el susto. -Soy yo-susurro Jamie atrás mío, abrazándome por los hombros. -Me asustaste-susurre acariciando su antebrazo. -Perdón-dijo besando mi mejilla.- ¿Qué haces?-pregunto. -Mirando hacia afuera-dije como si no fuera obvio. El rio a lo bajo y yo solo sonreí. -Me gustaría salir contigo a algún lugar-dije triste.-Pero no se puede, porque esto es ilegal y blah blah blah-dije antes de que el comenzara a hablar, lo mire de reojo, ya que su cara estaba apoyada en mi hombro, y el tenia una pequeña sonrisa en el rostro. -Ven conmigo-dijo separándose de mí. Lo mire confundida y el estiro su mano para que lo agarrara, dudosa la agarre y el hizo que me levantara del sillón. -¿A dónde quieres ir?-pregunte sorprendida mientras él se ponía la chaqueta, agarraba unos lentes y las llaves de su auto. -A una parte, fuera-dijo remarcando la última palabra. -Pero..que sucede con no salir y todo eso- -Nada, olvídate de toda esa mierda, ahora ponte la campera que hace frio afuera y agarra tu morral también-ordeno mientras se arreglaba su chaqueta de jean. Lo mire algo aturdida y desconcertada ¿qué estaba haciendo? ¿Íbamos a salir de verdad del departamento? ¿Los dos? Después de unos segundos, seguí sus órdenes y me puse mi chaqueta-que era hasta las rodillas, color azul marino-y mi morral. Me miro y sonrió a medias, se puso los lentes de sol y me extendió unos. -Póntelos y no te los saques hasta que te lo diga-dijo firme, asentí y me puse los lentes de sol. Le sonreí y después el estiro la mano para que yo la tomara, sin pensarlo dos veces entrelace su mano con la mía y después el abrió la puerta. (...) Ya abajo, en la calle, con mi cabello cubrí un poco mi rostro para que nadie me reconociera, lo mismo hizo Jamie con su chaqueta, caminamos un par de metros y nos paramos frente a un Mercedes negro, Jamie le saco la alarma al auto y después me soltó la mano, rodeo el auto y entro en la parte del piloto, después escuche como la puerta se abría para que yo entrara. Entre y me puse el cinturón de seguridad igual que Robert. Puso la llave en el agujero al lado del volante y después lo doblo haciendo que de la parte de atrás del auto soltara un ronco sonido, miro hacia atrás para verificar que no hubiera ningún auto pasando, después apretó el acelerador y giro el volante hacia la derecha. -¿A dónde vamos?-pregunte algo emocionada. -A un lugar-contesto el, giro la cabeza y me regalo una sonrisa, después apretó el acelerador y comenzó a conducir por una extensa calle. (...) Apoye mi cabeza en el vidrio tratando de centrar mi atención en el paisaje que estaba afuera del auto, ya no estábamos mas en el centro de Londres, ahora Jamie conducía por una extensa ruta, no iba muy rápido pero si alcanzaba el máximo de velocidad. -Ya puedes quitarte los lentes, si quieres-dijo sin quitar la vista del frente, me los saque y los guarde en mi morral. El viaje era algo largo y comenzaba a aburrirme, así que prendí la radio One Way Or Another comenzó a sonar en la radio. Mire por la ventanilla mientras tarareaba la canción. -Na na na..na na na na na-comencé a cantar. Mire de reojo a Jamie y este me miraba también, me miraba a mí, luego a la carreta y así iba su vista de la carreta a mí. -¿Qué?-pregunte levantando una ceja, este me miro y sonrió-Me gusta la canción y además es muy divertida-dije defendiéndome, este solo rio y yo golpee ligeramente su brazo. Después de unos minutos más, Jamie tomo un camino de piedra y entro a una pequeña ciudad que nunca supe que existía. Se estaciono frente a una tienda de zapatos, se veía lindo y tranquilo, no como el centro de Londres que era algo alborotado y lleno de gente, este casi no estaba habitado. Jamie apago el auto y después salió de él, dio toda la vuelta por el frente y después llego a mi puerta, me abrió y yo salí. -¿Dónde estamos?-pregunte algo aturdida viendo la ciudad o pueblo. Había muchas tiendas, zapatos, ropa, juguetes, librerías muchas cosas. -Es un pequeño pueblo algo alejado del alboroto de Londres, no me preguntes el nombre porque no tengo idea-dijo sonriente, cerró la puerta del auto y puso la alarma-Acá nadie puede encontrarnos y vernos, estamos a salvo-dijo y beso mi mejilla. Yo me sonroje pero sonreí. -¿Quieres caminar?-pregunto. -Está bien-dije con una sonrisa. Estiro su mano para que la agarrara. Entrelaza mis dedos con los suyos y comenzamos a caminar por la vereda. (...) Estuvimos caminando por unas cuantas horas, la verdad era que este lugar era muy hermoso y tranquilo. Entramos a una librería y comenzamos a ver los libros. -Odio la política-dije mientras miraba los libros de ese tema. Sentí como Jamie me rodeaba con sus brazos por detrás. -¿Entonces por qué vez sus libros?-pregunto cerca de mi oído. -No sé, curiosidad, terquedad, yo que se-dije mientras seguía husmeando. Jamie se separó de mí y comenzó a ver los libros a mi lado. -¿Qué te parece la pornografía literaria?-me pregunto levantando el libro "Las 50 Sombras de Grey" de E.L James. Lo mire y el solo sonrió. -No sé ¿te parece excitante que te azoten, muerdan, golpeen y las palabras rojo y amarillo?-pregunte mientras agarraba el libro y lo ponía en su lugar. -No sé ¿y tú?-pregunto  -Tal vez-dije dándole la espalda para caminar a otra sección. Sentí los brazos de Jamie nuevamente en mi cintura y sus labios cerca de mi cuello. -¿Así que te excita que te muerdan?-pregunto en un tono suave, sentí sus labios rozando mi cuello y después sus dientes mordiendo mi piel. -Auch ¡¡JAMIEEEE!!-grite y todos las personas que estaban en la librería nos miraron, Jamie rio y yo me sonroje. Le di un codazo en el pecho, dejándolo sin aire haciendo que este me soltara rápidamente. -Eso dolió-dijo sin aire -Si, a mí también me dolió-dije tocándome el cuello. Él se puso derecho-ya que estaba erguido-y se acercó a mí por delante, rodeo mi cintura con sus brazos acercándome más a él. -Estamos a mano-dijo rozando su nariz con la mía, sonreí a medias y después deposite un beso en la punta de su nariz. -Tengo hambre-me queje por el ruido de mi estómago. Jamie rio. -Ven, vamos por un café-dijo y entrelazo nuestras manos y caminamos hacia la salida. (...) -Dame dos capuchinos-dijo Jamie a la cajera del Starbucks. -Y un pedazo de ese pastel de chocolate-dije interrumpiéndolo. Jamie sonrió y beso mi mejilla. -Si también el pastel-afirmo Jamie. Quería pagar yo, pero él no me dejo, lo cual me enojo. Al recibir nuestras ordenes, nos fuimos a una mesa cerca de un gran ventanal con vista a la calle. Jamie se sentó primero y yo a su lado, el me abrazo por la cintura acercándome más a él, mientras comíamos el pastel y tomábamos el café. Todo parecía perfecto, como sacado de un cuento, no podía creer que las cosas comenzaban a salir bien. -Me encanta tu perfume-dije mientras hundía mi nariz en su cuello haciéndole cosquillas. Este trago el pedazo de pastel que se había metido en la boca y con la servilleta de papel se limpió la boca. -No tengo perfume-me dijo mirándome a los ojos. -Mentira-dije con una media sonrisa. -De verdad no llevo perfume ahora-dijo y yo quede algo desconcertada como que no llevaba perfume y ese olor sumamente encantador ¿que era? Estaba por hablar pero el celular de Jamie comenzó a sonar. -Perdón-dijo separándose de mí para contestar, agarro su teléfono y lo contesto. Mucha atención no le preste en cambio agarre el tenedor y pinche un pedazo de pastel. -Dios, no, dime que no es verdad-dijo Jamie casi desesperado. Lo mire preocupada sin saber que pasaba. -Jamie ¿qué sucede?-pregunte, el no contesto en cambio se paró y salió de la cafetería aun hablando por teléfono. Rápidamente, agarre mi morral y salí atrás de el (las cosas ya las habíamos pagado). Cuando salí, Jamie corto la llamada y se quedó quieto mirando al suelo, como ausente. -Jamie ¿qué sucede?-pregunte pero el no contesto, me pare frente a él, ya algo asustada y agarre su cara con mis manos obligándolo a mirarme-Amor ¿qué pasa?-pregunte, sus ojos estaban cristalinos. -Mi madre....ella....ella...murió-dijo casi sin aire, sentí un fuerte golpe en el pecho y no pude hacer más que abrazarlo. (...) -¿Quieres que te acompañe?-pregunte cuando Jamie detuvo el auto frente a su departamento. Él tenía los ojos rojos y en todo el camino de vuelta no hablo ni dijo ninguna palabra. -No-dijo con vos ronca, se aclaró la garganta y después hablo-No, quiero que vayas a casa por favor- Salió de auto y rodeo este, abrió mi puerta y me permitió salir. -Seguro que no quieres que te acompañe, puedo inventar algo y voy contigo-dije aunque pensándolo lo bien no estaba tan segura. -No...tranquila-dijo y beso mi frente. Se acercó a la calle y paro un taxi. -Sube-me ordeno, me acerque al taxi y antes de subir agarre su mano. -Te amo...cualquier cosa que necesites estaré en el teléfono..tranquilo por favor...lo siento tanto-dije y el asintió, me acerque y deposite un pequeño beso en su mejilla, Dios se veía tan triste y débil que me dolía a mí. Subí al taxi y le indique mi dirección al chofer. (...) Estaba en mi habitación algo cansada, los pies me dolían como un demonio y estaba algo preocupada por Jamie, no quería molestarlo pero pronto lo llamare. Me acosté en la cama y apenas me acosté sentí que toda la habitación giraba y sentí unas fuertes ganas de vomitar, me levante rápidamente de la cama y corrí al baño, me arrodille frente al retrete y devolví lo poco que comí. Después de unos minutos logre pararme, la habitación daba vueltas, así fue toda la semana pasada, estaba agarrando una gripe o algo, lo único que esperaba era que no fuera nada grave. Lave mi boca y cara y tambaleando salí del baño. Me acerque a mi escritorio en busca de una pastilla para el dolor de estómago y cabeza. Abrí el cajón y comencé a buscar alguna pastilla, pero mi mano choco con aun bolsa de cartón. Saque la bolsa de cartón marrón arrugada de mi cajón y la abrí, de ella saque un test de embarazo, recordé comprarla para Sia cuando tuvo esa falsa alarma y después como no la uso la guarde en mi cajón. El pánico me inundo y rápidamente me acerque a mi cama y agarre mi morral, de allí saque mi celular y con manos temblorosas marque el número de Sia. En el tercer tono ella contesto. -Hola-dijo ella en la otra línea. -Te necesito ya-dije alterada. -Dakota ¿qué sucede?-pregunto algo asustada. -Por favor ven a casa, creo...creo que estoy embarazada-dije con miedo. (...) -Llegue-grito ella entrando a mi habitación asustándome. Yo estaba sentada en el extremo de mi cama mirando en dirección al baño, en mi manos tenía la caja del test de embarazo. -¿Dakota estas segura?-pregunto ella sentándose a mi lado. -No, no estoy segura y tengo miedo-admití asustada. -Bueno tranquila-dijo ella, me saco la caja del test y la abrió, de allí saco un pequeño "tubito" (podría decirse) y me lo entrego, vacilante lo agarre. -Ya sabes que hacer-dijo-Ve allí y hazlo, es la única manera de saber-dijo ella tragando saliva. La mire y después de unos segundos me levante de la cama y me encerré en el baño. (...) -¿Y ahora qué hacemos?-pregunte mientras volvía a sentarme en la cama al lado de Sia, ya había echo lo que decían las instrucciones de la caja y al test lo deje en la encimera del baño, no quería verla. -La caja dice que hay que esperar máximo 5 minutos-dijo leyendo las instrucciones.-Si salen dos rayitas es porque estas embarazada y si sale una en por qué no lo estas-dijo ella y con un suspiro tiro la caja en el suelo. Nos quedamos en silencio esperando a que los 5 minutos pasaran, lo cual fue toda una tortura, ¿y si estaba embarazada? ¿Cómo le diría a Jamie? ¿O a mi mamá? no podía decirle "Hola mamá, estoy embarazada de mi profesor de Literatura, con el cual tengo una relación de hace varias semanas". -Creo que ya es tiempo-dijo Sia sacándome de mis pensamientos-Iré a revisarlo-Sia se paró de la cama y entro al baño. Después de unos segundos Sia dio señales de vida. -Dakota-grito desde el baño. Levante la vista del suelo y mire al baño. Ella apareció en la puerta con el test en la mano. -¿Qué?-pregunte sin voz. Ella levanto la vista del test y me miro a los ojos. -Prefieres una nena o nene-soltó asiendo que el aire me faltara. Oh....mierda.

Narra Perrie.
-Dios amor es increíble-dije mirando las fotos que había tomado mi novio. -¿Te gustan?-pregunto acostado en la cama, con la sabana tapando sus caderas. -Claro son perfectas-dije mordiéndome el labio para no mostrar mi emoción.- ¿Puedes imprimirlas ya?-pregunte mirándolo. -Claro pero primero quiero mi recompensa-dijo levantando una ceja divertido. Sonreí y deje la cámara en su escritorio donde tenía un montón de papeles. Me acerque a él y bese sus labios, esto era estupendo, las fotos de Jamie y la tal Dakota iban a ir directo a la famosa señorita Jhonson

Mi alumna favorita ❤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora