Un parque.
Un columpio.
Una chica.
Demasiados recuerdos.
Aquí me encontraba yo, en el parque donde hacía 2 años empezó lo que se definía como "mi actual vida". En el cual el hombre de mis sueños me pidió que pasara el resto de mis días junto a él.
Después de estar toda la tarde riendo y hablando, él me cogió de la mano y me llevó a un pequeño parque. Nos encaminamos entre unos cuantos árboles.
—¿Dónde me llevas?-— le pregunté curiosa al chico que estaba a mi lado.
—Ya lo verás.
Frente a mí, un paisaje magnífico. Un pequeño lago en el centro del prado, la luna reflejándose en él, el sonido tranquilizador de las hojas al chocar contra el viento. Un mantel de cuadros rojos y blancos con una cesta de paja encima.
Él había preparado un picnic, como en nuestra primera cita.
Tras aquella magnifica velada que Harry había preparado junto al pequeño lago que había en aquel parque, nos tumbamos en la hierba, observando las estrellas.
—Son preciosas-—comenté, alzando la vista al cielo y observando las constelaciones. Aquel día de verano el cielo estaba bastante despejado, por lo que se veían a la perfección cada una de las pequeñas luces que iluminaban el oscuro cielo de Londres.
—Sé de algo más precioso que las estrellas— susurró el rizado a mi lado. Todo su ser acaparó toda mi atención, apartándola del cielo y, mirnado a aquel ser maravilloso que tenía frente a mí, contestó:
—Ese algo eres tú.
No supe cómo ni cuándo aque violinista había llegado al lugar. La perfecta melodía de aquel instrumento de cuerda empezó a inundar el lugar.
—Harry, ¿qué es esto?— pregunté confusa. El oji-verde me cogió de ambas manos y me miró a los ojos fijamente.
—Llevo semanas queriéndote hacer una pregunta, y creo que ésta noche es la adecuada. Sé, por lo que antes me has dicho, que las estrellas te parecen preciosas. A la mayoría de la gente le gustan las estrellas y seguramente sea porque su brillo las hace ver bonitas, resplandecientes, las hace ver especiales. Las estrellas opacan a cualquier otro cuerpo que haya en el espacio, ya sea un satélite o un trozo de roca flotante. Y compartiría tu opinión a lo que se refiere en que son bonitas, pero es que para mi hay algo más bonito que las estrellas ésta noche, y eres tú. No mentiría si dijera que eres algo así parecido a una de esas pequeñas— señaló al cielo—, porque en realidad tenéis mucho en común. La primera vez que te vi entrar el salón de la universidad, puedo jurar por Dios que fuiste y eres lo más bonito que he visto en mi vida. A lo largo de los días me fuiste sorprendiendo más y más. No solo eras preciosa, sino que eras inteligente, eras graciosa, eras prácticamente perfecta. Perfecta para los profesores, perfecta para tus amigas, perfecta para tus padres y perfecta para mí. Perfecta como cualquier estrella. Tú eres como una de ellas, porque cada vez que estoy contigo, opacas todo lo demás y solo tengo ojos para ti. Si me preguntarán cual es mi cuerpo celestial favorito, diría que el tuyo. Pero sí que hay algo que pueden envidiar las estrellas de ti: no solo eres bella por fuera, sino también por dentro. Y por eso, como esta noche es tan bonita, me gustaría hacerla especial para nosotros. Así que, Lauren, ¿Quieres casarte conmigo y hacerme el hombre más feliz del mundo?
Aquellos recuerdos llegaron a mí como las lágrimas a mis ojos. Mis pies colgaban del pequeño columpio que se movía debido a la pequeña brisa primaveral londinense. Después de limpiarme los restos de agua salada que había en mis mejillas, miré el reloj que llevaba en la muñeca izquierda. Eran las once menos cue. A esa hora creí que mi marido ya habría vuelto de su jornada lectiva. Me puse de pie y, metiendo mis manos en los bolsillos de la chaqueta vaquera que llevaba puesta, me dirigí de vuelta a mi hogar.
ESTÁS LEYENDO
Just a little bit of your heart - h.s
Fanfic❝Porque tan solo un poco de tu corazón es lo que quiero. Y con eso, soy feliz❞.