De cómo comenzó

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Tres meses pasaron desde los hechos acontecidos en la retoma de Shiganshina. Hange se encontraba mirando el cielo estrellado, ya nada era igual después de tantas pérdidas en un solo día, pero debía seguir avanzando. Se le otorgaron nuevas responsabilidades, siendo la nueva comandante de la legión tenía demasiadas cosas en las que pensar, el estrés se manifestó en horrorosas pesadillas, visiones espectrales y una intensa comezón en el ojo perdido cuya herida estaba cicatrizando.

Tantas noches había pasado en la soledad de esa habitación en ese desolado cuartel. Tantas veces había despertado angustiada llorando y gritando por sus camaradas caídos. Y en una de esas tantas noches se le prendió el instinto sexual al hacer fricción, sin querer, en sus genitales.

Se sorprendió de la reacción que tuvo su cuerpo, pues pensó que ese deseo estaba más que muerto y enterrado. Con vergüenza tocaba su cuerpo con manos temblorosas, recorriendo su piel lastimada y sintiendo pequeñas descargas electrizantes al sentir su piel erizada. Lágrimas amargas corrían por sus mejillas al terminar de tocarse y experimentar pequeñas sacudidas gracias a sus propias caricias.

Ya en diversas ocasiones había pensado seriamente buscar un compañero sexual, pero ¿quién sería el indicado? Tampoco podría ir y acostarse con cualquier hombre que se cruzara en su camino. De pronto algo se iluminó dentro de ella. Salió de su habitación para dar una caminata antes de dormir.

Ya fuera del cuartel observó a lo lejos la pequeña cabaña donde se reunían algunos de los veteranos meses atrás. Se podía divisar una tenue iluminación dentro de esta, si alguien se encontraba ahí dentro sería Levi, ya que no estaba permitido que alguien más entrara a ese lugar.

Suspiró profundamente mientras ceñía la gabardina a su cuerpo. Sí, se lo propondría a él. ¿Entendería Levi su sentir? ¿Qué tal si le hacía la pregunta incómoda de por qué él? Fácil, le diría que solamente se le ocurrió, aunque no por sentimentalismos, además que era el más apto, física y quizás mentalmente. Bueno, la verdad era que Levi se le había hecho atractivo desde que lo conoció, aunque esa cara de no haber cagado en días parecía decir lo contrario.

Pensándolo bien, descubrió que Levi le gustaba, aunque ella no creía gustarle a él. En fin, solo sería sexo casual, ¿quién se negaría a eso? Caminó hasta llegar y toparse con la puerta de la cabaña, con firmeza sujetó el pomo, pero al instante se acobardó. Demasiado tarde, Levi ya había advertido su presencia.

—Qué haces aquí —se escuchó desde el interior.

Hange abrió lentamente, Levi se encontraba sentado en su respectivo lugar en la mesa.

—Hola, Levi. Estoy algo fastidiada. ¿Puedo pasar?

—Eso no explica tu presencia, regresa al cuartel.

—No. Si tanto te molesta me iré a otra parte, menos a ese vacío cuartel —dijo con voz quebrada.

La mujer hizo el ademán de marcharse, pero la voz del hombre la detuvo.

—Disculpa, Hange. No me encuentro bien —Levi trató de disculparse.

—No te disculpes, me siento igual que tú. Pensé que te haría bien algo de compañía como a mí, pero creo que cada quien lidia con el dolor a su manera.

Al no recibir respuesta, la nueva al mando de la legión decidió irse de ese lugar. Y pensar que había ido en busca de Levi para proponerle tener sexo. Necesitaba desfogarse de alguna manera, pero esa fue una pésima idea, ¿de verdad pensó que Levi cedería o tan siquiera la escucharía?

—¿Ya no estás molesta por la decisión que tomé? Eras muy cercana a Erwin.

—Eso ya no importa, creo que tenemos que aprender de las decisiones que se han tomado—Hange trataba de disimular su disgusto por ese tema.

Egoísta (LeviHan +18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora