Capitulo 2

36 3 2
                                        

El movimiento se fue incrementando al igual que mi temor a ser descubierta en aquella pieza de historia. Yo al igual que Cris estaba casi temblando además , para mi desgracia, tenia ganas de estornudar  y eso hice. Mi estornudo se oyó asta en casa de mi vecina. Y era de esperar que las personas que estuviesen cerca de el baúl se dieran cuenta de que algo mas que polvo había ahí dentro. Como pensé unos hombres al instante abrieron la tapa y nos vieron a Cris y a mí.

No nos dio tiempo a explicar la causa por la que estábamos dentro...

A mi me cogieron del pelo de forma demasiado salvaje y a Cris del cuello de la sudadera.

Pude ver que estábamos en una furgoneta en marcha. Uno de ellos nos miro un instante y se puso a decir cosas en voz baja al que me sujetaba del pelo mientras yo hacia todo lo posible para que me soltara. Muerta de dolor y llorando alcancé a oír que hablaban en árabe, como papa me hizo ir a esa maldita escuela internacional de niños pijos en la que de asignatura optativa solo había árabe o matemáticas avanzadas  el hecho de haber cogido la primera me ayudó a entender algo.

Bueno algo algo no...solo que éramos una amenaza nada mas y me empecé a preocupar mas de lo que ya estaba... moría de miedo...

En ese momento el hombre que me tenia cogida de el pelo me soltó de golpe y caí al suelo de rodillas, segundos después abrieron una de las puertas de la grandísima  furgoneta y enseguida pensé lo peor al ver el desierto a los lados de la carretera: nos tirarían en marcha para que muriéramos achicharrados sin comida ni lugar donde refugiarnos del calor.

Por desgracia tenia razón, el vehículo se adentro por una parte del desierto en la que la arena no llegaba a resultar molesta para el medio de transporte y de una sacudida nos tiraron fuera. Caí encima de Cris. 

Vimos como la furgoneta se alejaba y sin pensárselo dos veces Cris intento seguirla pero fue inútil. Yo ni lo intenté, preferí quedarme sentada.

-Mierda!-dijo el chico moreno furioso tras volver hacia mi.

-Y ahora que hacemos?-dije yo mirando lo furioso que estaba, casi daba miedo.

-Tendremos que andar y andar si no...

-Entiendo-añadí yo casi cortando su frase. Me levanté con ayuda de Cris y empezamos a caminar.

Los dos sabíamos que no  llegaríamos a la ciudad mas cercana pero, preferíamos intentarlo. La esperanza es lo ultimo que se pierde y no íbamos a quedarnos parados sin hacer nada esperando que la arena nos consumiera poco a poco.

Pasadas unas horas recordé que llevaba en el bolso una botella de agua y paramos a descansar.

Cris se pasó un buen rato maldiciendo a los hombre que nos tiraron al desierto.-POR QUE NOS TENÍAN QUE ABANDONAR!!? SOLO ESTÁBAMOS ESCONDIDOS EN UN MALDITO BAÚL EN UN MUSEO DE NUEVA YORK Y AHORA ESTAMOS EN… NO SE DONDE ESTAMOS!! QUE PINTAMOS NOSOTROS AQUÍ!!?-dijo destruyendo una montaña de arena de una patada. 

Diario de una aventura inolvidable.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora