Capitulo 13

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-¿Los perdimos?- dije sosteniendo mi pie, obvio me había lastimado después de esa caída... Y me preguntó porque, si Dylan me sostuvo.

- Si señorita- dijo uno mirándome fijamente.

-bien- dije y mire mi tobillo.

Mire por el rabillo del ojo y mire que el tipo ese me seguía mirando.

- ¿Y tu que me ves?- le pregunté con un poco de enojo, el apartó la mirada- mmm...- dije y mire a Dylan- Oye, ¿estas bien?

- No lo sé, me duele un poco la rodilla y la espada- contesto haciendo una mueca.

- oh... Cuando lleguemos a la guarida te curo, ¿bien?- pregunté con una sonrisa

- bien- me sonrió de vuelta.

-¡Todos ustedes, atención!- grite y los que estaban ahí me alzaron a ver de inmediato- ¿¡Que llegaron a recoger cuando estuvieron en la Mansión!?

- Esto señorita- dijo Rocco tirando tres bolsas llenas con quien sabe que.

- Ohh... Muy bien- dije y les sonreí, uno de ellos, el más joven—18 años— se sonrojo... ¡Hay, ternurita!

- Dylan, ¿miraste eso?- pregunté mirándolo, el miro al niño y asintió- ahora mira esto.

Le guiñe el ojo y el rió.

- ¡Oye tu! ¿Como te llamas?- le pregunté al joven caminando hacia el, moviendo las caderas.

- me... Me llamo... Sebastián, señorita- contesto el mirándome un poco rojo.

- y tu..  ¿Que hiciste en la Mansión?

- yo.... Ro-robe unas jo-joyas.

- las puedo ver, ¿Verdad?- le pedí sonriendo.

-Cla-Claro señorita- dijo y mostró unas Esmeraldas, obviamente en algunos anillos, collares, aretes. Escarlatas, diamantes.

- ¡Gracias! Te mereces un premio- dije y me fui acercando a su cara, el se colocó nervioso; mi cara quedó a un centímetro de su cara. Me dio risa que el cerró los ojos e hizo como una especie de pico con los labios, yo me separé y empecé a reír, al igual que Dylan.

- Ay... Que risa- el abrió los ojos de par en par y me miro, deshaciendo el gesto- ¿Que esperabas? ¿¡Eh!?

- E-eh yo... Pu-pues pensé que...

- ¡Pensaste mal!- le contesté con fuerza.

- Ella es mía- contesto Dylan cogiéndome de la cintura, yo me sobresalté mucho. Pero luego reaccione a lo que dijo.

- ¿¡Que!?- le grite en un susurro.

- sígueme el juego- respondió también en un susurro, yo sonreí.

- Así es... Sebastián- dije la última palabra en tono aniñado.- Yo soy solo de el- dije apretando sus manos; que aún estaban en mi cintura.

- lo... Lo siento se-señorita, me equivoqué pe-pero no le diga a su pa-padre- respondió temblando.

- Hmm... Lo pensaré.- dije y me reí otra vez.

(...)

- ¡Hello Daddy!- respondí entrando a la guarida, mirando a mi padre en la cocina, comiendo algo.

- Ah, ¡eres tú!- respondió mirándome- ¡Haber, pequeña Jocker! ¡Que le trajiste a papi!- contesto ahora sonriendo, dejando atrás su comida.

- Esto- le dije enseñándole las bolsas y llamando a Dylan para que baje las otras.

- ¡Muy bien! Te haz salvado de tu castigo- dijo sonriendo, me estremecí.- ¿Y que pasó con Wayne? ¿O Batman?

Joker Y Harley Quinn- La hija de dos psicópatasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora