-¿Los perdimos?- dije sosteniendo mi pie, obvio me había lastimado después de esa caída... Y me preguntó porque, si Dylan me sostuvo.
- Si señorita- dijo uno mirándome fijamente.
-bien- dije y mire mi tobillo.
Mire por el rabillo del ojo y mire que el tipo ese me seguía mirando.
- ¿Y tu que me ves?- le pregunté con un poco de enojo, el apartó la mirada- mmm...- dije y mire a Dylan- Oye, ¿estas bien?
- No lo sé, me duele un poco la rodilla y la espada- contesto haciendo una mueca.
- oh... Cuando lleguemos a la guarida te curo, ¿bien?- pregunté con una sonrisa
- bien- me sonrió de vuelta.
-¡Todos ustedes, atención!- grite y los que estaban ahí me alzaron a ver de inmediato- ¿¡Que llegaron a recoger cuando estuvieron en la Mansión!?
- Esto señorita- dijo Rocco tirando tres bolsas llenas con quien sabe que.
- Ohh... Muy bien- dije y les sonreí, uno de ellos, el más joven—18 años— se sonrojo... ¡Hay, ternurita!
- Dylan, ¿miraste eso?- pregunté mirándolo, el miro al niño y asintió- ahora mira esto.
Le guiñe el ojo y el rió.
- ¡Oye tu! ¿Como te llamas?- le pregunté al joven caminando hacia el, moviendo las caderas.
- me... Me llamo... Sebastián, señorita- contesto el mirándome un poco rojo.
- y tu.. ¿Que hiciste en la Mansión?
- yo.... Ro-robe unas jo-joyas.
- las puedo ver, ¿Verdad?- le pedí sonriendo.
-Cla-Claro señorita- dijo y mostró unas Esmeraldas, obviamente en algunos anillos, collares, aretes. Escarlatas, diamantes.
- ¡Gracias! Te mereces un premio- dije y me fui acercando a su cara, el se colocó nervioso; mi cara quedó a un centímetro de su cara. Me dio risa que el cerró los ojos e hizo como una especie de pico con los labios, yo me separé y empecé a reír, al igual que Dylan.
- Ay... Que risa- el abrió los ojos de par en par y me miro, deshaciendo el gesto- ¿Que esperabas? ¿¡Eh!?
- E-eh yo... Pu-pues pensé que...
- ¡Pensaste mal!- le contesté con fuerza.
- Ella es mía- contesto Dylan cogiéndome de la cintura, yo me sobresalté mucho. Pero luego reaccione a lo que dijo.
- ¿¡Que!?- le grite en un susurro.
- sígueme el juego- respondió también en un susurro, yo sonreí.
- Así es... Sebastián- dije la última palabra en tono aniñado.- Yo soy solo de el- dije apretando sus manos; que aún estaban en mi cintura.
- lo... Lo siento se-señorita, me equivoqué pe-pero no le diga a su pa-padre- respondió temblando.
- Hmm... Lo pensaré.- dije y me reí otra vez.
(...)
- ¡Hello Daddy!- respondí entrando a la guarida, mirando a mi padre en la cocina, comiendo algo.
- Ah, ¡eres tú!- respondió mirándome- ¡Haber, pequeña Jocker! ¡Que le trajiste a papi!- contesto ahora sonriendo, dejando atrás su comida.
- Esto- le dije enseñándole las bolsas y llamando a Dylan para que baje las otras.
- ¡Muy bien! Te haz salvado de tu castigo- dijo sonriendo, me estremecí.- ¿Y que pasó con Wayne? ¿O Batman?
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Joker Y Harley Quinn- La hija de dos psicópatas
Action¿Por qué todos me juzgan?, yo no soy normal y lo sé, pero no tienen que hacerme sentir mal... Eso es lo que yo hubiera pensado si fuera débil, pero, quien no me agrada, simplemente lo apartó de mi camino, mi padre me enseñó eso y gracias a mi madre...