Irina |Avengers|

capítulo 4

Narra Irina: acabé luchando contra cuatro guardias cuándo llegaron más y me capturaron junto a Frandal y Volstag, me llevaron ante Odin quién no tenía buen rostro, ahora tendría que enfrentar su furia, pero no podría dejar que mi pueblo sufra por mi estupidez.

—Mi señor—susurre y éste levantó su mano

—Eras muy preciada para mi amada  Frigga, por ese motivó no te desterrare—lo miré asombrada—tu pequeño pueblo ha estado cometiendo delitos muy graves—dijo y lo mire con duda— tu y tu pueblo serán encerrados

—No por favor, ellos no—suplique

—Tu y tu hermana se quedarán en sus aposentos hasta que crea necesario, la guardiana quedará contigo hasta que les de sus poderes y puedan irse para siempre —lo miré con los ojos llorosos—¡Llevensela!

—Por favor, encierreme a mi pero a mi pueblo no—grite siendo arrastrada por los guardias, Frandal y sif me vieron con pena, la había embarcado, todos estarían encerrados por mi culpa

—Le prometí a Thor cuidar de la Reina y eso haré —dijo el rubio a Sif

—Te ayudaré, se me hace raro eso de Odin pero es algo que no podemos discutir—dijo yendo tras el

—¡Irina!—gritó Aysrin siendo arrastrada por los guardias hacía sus aposentos —¿Que pasa Irina

—Lo siento—sollozo ya estando en sus aposentos—Oh por Odin, ¿que hice?

—Reina—dijo Julia

—Ya no soy Reina Julia, ahora estamos confinados al encierro, Perdóname

—No tengo nada que perdonar, si usted no nos hubiese ayudado, ahora fuera polvo—la miró —Ahora nos queda cuidar de ella y de tratar de que el libro salga

—¿Pero cómo? Sólo nos queda esperar—dijo— sólo es un corto tiempo, pero llevamos tres años aquí

—Yo se que pronto la luna se pondrá para nosotros—la miró

—Eso esperó—murmuró

Tras una larga espera, las noticias llegaron, Thor había derrotado a Malekit pero Loki había muerto, Irina sintió una parte de ella romperse, le empezaba a gustar el Dios y el había muerto, por una buena causa.

Thor se había ido, Odin no permitió verle, se fue sin saber de ella y ella sin saber de el, el tiempo pasa, y con ello las esperanzas de obtener, sus hechizos, Mihrimah se ha negado a soltar el libro, ya habla, camina, y es una niña de casi seis años, Irina, Amanda y todo su  pueblo ha pasado tres años encerrados, se sabe poco de lo que pasa afuera.

—Julia, ¿Dónde estabas?

—Me han dicho que me van a encerrar en otra habitación —dijo con pena— ya no podré servirle

—Descuida, Tarde o temprano te iban a alejar de mi—toco su hombro y la miró irse

—Me extrañaste bruja—dijo el Dios del engaño apareciendo en los aposentos de la Reina, ella pego un gritó que causo que el le tapara la boca—Callate, que si saben que estoy vivo me matan

—¿Cómo es que estas vivo?—lo miró —Engañaste a Thor de nuevo —lo apunto con su daga

—Lo hice por su bien, padre no se debe de enterar de que estoy vivo

—¿Entonces que haces aquí?

—Vine a verte— se acercó a ella y la tomó de la cintura —Te extrañe

—No creó nada de lo que dices—murmuró perdida en sus ojos

—Te quiero Irina —beso sus labios y ella se dejo llevar por el para ambos  acabar en la cama.

Al otro día

—¿Loki?—susurró al no verlo a su lado, se había ido penso, pero era de esperarse, Odin no debía de saber que estaba vivo.