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Ese fin de mes estuvieron todo el fin de semana fuera de la ciudad, aprovechando el feriado largo, desde el viernes hasta el lunes.

El hermano menor se Springtrap iba a casarse, cosa que aún le sorprendía, él solo había ido a petición de su novio, porque realmente no tenía mucho que hacer ahí, era un evento mayormente familiar.

Tampoco fue una fue una experiencia demasiado agradable, por no decir que el hermano de su pareja lo odiaba y que seguramente en su mente lo había matado de mil y un maneras.

Pero su madre era aún peor. ¿Por qué a ella que le importaba la vida amorosa de su hijo, pero no le importaba lo qué él quería y lo hacía feliz? Comenzaba a tener un montón de sentido el horrible carácter qué Springtrap tenía cuándo se conocieron.

Suelta un suspiro, dejó de pensar en ello, ya no iba a darle importancia, al menos no ahora, estaba lo suficientemente cansado cómo para quedarse dormido apenas tocara el colchón.

Por tercera vez en menos de diez minutos el le había preguntado a su pareja cuánto faltaba para llegar a su casa, él tranquilamente volvía a decirle lo mismo "enseguida", estaba comenzando a pensar que era mentira.

Ellos no llegaron "enseguida", ellos llegaron casi cuarenta minutos después.

- ¡Nunca más voy! -se quejó cuando estaban ya en la habitación, su pareja sonríe y rueda los ojos.

- Ambos sabemos que no es así -el otro lo mira mal, pero no le hizo caso, él estaba lo suficientemente cansado, se acostó esperando a que el otro hiciera lo mismo. Así fue, y casi de inmediato lo abraza.

Pero el mayor no pretendía dormir tan pronto, se dedicó unos minutos a acariciar el cabello de su pareja y dejar algunos besos por su rostro.

Podía permanecer así por horas.

. . .

- Te ves horrible ¿Tan mal lo pasaste? ¿O quizás se desvelaron en otra cosa? -le molesta su amiga, él le mira mal, realmente no quería hablar con nadie, ni hacer chistes, ni siquiera tenía energía para ver su tonta sonrisa.

- Llegamos a las 3 de la mañana de la fiesta y me hizo despertarme a las 7 ¿Puedes creerlo? -se quejó.

- Eso no es nada

- Que tu te desveles para ver películas y luego llorar toda la noche es muy diferente, tú estás acostumbrada a eso, yo no.

- ¡Yo no lo hago!

- Si, claro -se burla, ella niega con la cabeza y ya nadie dice nada.

Golden se le quedó mirando un rato, en silencio, recordando la plática qué había tenido anoche con Springtrap mientras estaba borracho.

«Los niños y los borrachos siempre dicen la verdad» dice el dicho, y él se aprovechó de eso para hablar con Spring sobre cosas que probablemente no le diría si se lo preguntaba en algún otro momento, básicamente estando sobrio.

El tiempo ese día era horrible, varios de los profesores habían faltado, así también la mayoría de los estudiantes no habían podido asistir debido a la tormenta.

En esos momentos era cuando se arrepentía de haberse levantado esa mañana, bien podía continuar durmiendo tranquilamente y reponerse.

Por falta de alumnos algunos cursos se habían juntado, entre ellos el de Golden, de los cuales habían asistido unos cinco y el de Puppet, dónde solo tres habían asistido, pero al final todos se fueron dejando a la chica sola.

No tenía sentido mandar a un profesor por cada curso, así qué durante el cambio de hora se organizaron para agrupar a varios cursos.

- ¡Es verdad! ¡Aun estando solo yo la profesora desarrolló su clase! Oye... ¿Me estas escuchando?

Barrera de Amor | PAUSA + CORRECCIONESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora