Time After Time.

V.

Mía en realidad no tenía nada de fabuloso, es decir, era novedosa y diferente, pero claro, si una coreana fuera a Mexico sería un caso muy similar; pero a los chicos de aquí no les interesaba eso y caminaban detrás de ella como si su vida dependiese de eso.

Mía en realidad ni siquiera era muy simpática, era muy ruidosa, y demasiado pequeña, y su acento coreano apestaba, en realidad casi siempre hablaba en inglés y ese si que lo hablaba muy bien, mejor que el español, en realidad era una delicia escucharla hablar portugués, y el italiano era lo suyo, pero ¿Coreano? No era su fuerte.

Ella vivía en el apartamento Justo frente al de Suga, así que la había visto varias veces con sus amigos, ninguna de las chicas coreanas estaba dispuesta a dejarse opacar por una pequeña castaña con enormes ojos verdes así que Mia estaba destinada a estar con chicos.

—¡Tae!—el grito rompió su atmósfera de análisis y despegó la mirada de la chica.

Suga lo miró desde el otro lado de la mesa.

—¿Estás bien?

—Si—contestó con velocidad y desvió la mirada a su almuerzo—Un poco sorprendido de que este soleado el día, es realmente genial.

Suga sonrió.

—Estabas mirando a la chica.

Tae puso los ojos en blanco.

—No es algo que nadie haga por aquí—dijo—¿Donde están los chicos?

Suga alzó los hombros—Supongo que en las duchas, Hoseok mencionó que se rompieron 3 tuberías de agua y había menos duchas así que debieron tardar más.

Tae asintió y volvió su mirada a la mesa del fondo de la cafetería. Mía sonreía y tocaba las mejillas de Seongwoo, y Justo frente a ella Baekho contaba una de sus ya mencionadas anécdotas de Pledis.

Un brazo le rodeó el cuello.

—¡Ah!—gritó Jk—¡Nuestro Tae está cayendo en los encantos de la chica!

Jimin frente a él giró su cabeza en dirección a Mía y sonrió.

—¿Qué?—preguntó.

Jimin alzó las manos en defensa.—Nada

Los chicos soltaron mas carcajadas.